Eli Pinedo, el ritmo ¡®indie¡¯ de las Guerreras
La extremo de Amurrio es uno de los referentes de la selecci¨®n de balonmano que este lunes se juega los cuartos con Francia
El partido est¨¢ a punto de comenzar. El calentamiento ha concluido y todo est¨¢ preparado para saltar a la pista. La m¨²sica se convierte en la gran protagonista. Al margen queda lo que vaya a ocurrir en la pr¨®xima hora de refriega. ¡°No digo lo que digo / hago lo que no hago / al rev¨¦s, al rev¨¦s, porque / ser valiente no es s¨®lo cuesti¨®n de suerte¡±, suena en los cascos. Eli Pinedo (Amurrio, 34 a?os) repite una y otra vez la letra, para ella convertida en himno: ¡°Vetusta Morla siempre viene conmigo, nunca me pueden faltar ni en un torneo en mi vida¡±.
La extremo izquierda de la selecci¨®n femenina de balonmano, que ya ha superado en este Mundial los 400 goles con Espa?a, irradia pasi¨®n por el sonido independiente. Lo justifica, en parte, porque su padre es m¨²sico; y algo le ha calado. M¨¢s all¨¢ de los acordes, no olvida que lo importante es ganar el Campeonato del Mundo, que le dar¨ªa acceso directo a los Juegos de R¨ªo. ¡°No me gusta en exceso que nos obsesionemos con las Olimpiadas. Si vencemos, entonces ser¨¢ un chollo decir que viajamos a Brasil¡±, explica.
Su rostro forma parte de la historia exitosa del balonmano. Las dos platas europeas (2008 y 2014), el bronce mundial (2011) y el bronce ol¨ªmpico (2012) lucen en el palmar¨¦s de Pinedo. Una trayectoria a la que quiere sumar un oro, el que tanto echa en falta. Entre risas ¡ªella siempre sonr¨ªe¡ª reconoce que ser¨ªa el ¡°broche de oro¡± a su carrera. Antes de poder cumplir su sue?o, tiene una parada correosa en los octavos. Francia aguarda hoy a las Guerreras (17.45, Tdp) en un todo o nada. La ¨²ltima vez que se vieron las caras, en Londres 2012, empataron.
Un duro rival
Para superar la ronda, la selecci¨®n aplicar¨¢ su credo habitual, el que le ha valido su apelativo. Con lucha, entrega y sin perder la cara al partido, tendr¨¢ que vencer a un rival que presume de m¨²sculo. No se arredra ante el contacto. Para bajar los decibelios, Jorge Due?as, el seleccionador espa?ol, intentar¨¢ sacar alguna variante que desequilibre el marcador a su favor. ¡°Es fundamental para el grupo, nos equilibra. Siempre nos deja claro por qu¨¦ ganamos y en qu¨¦ fallamos. La verdad es que estoy muy contenta con ¨¦l¡±, afirma Pinedo.
En partidos en los que perder significa comprar un billete de regreso a casa, la experiencia adquiere mayor valor. La veteran¨ªa de la vasca se traduce en ayudar a las m¨¢s j¨®venes. ¡°Muchas veces miras sus caras y ves nervios, p¨¢nico. Con los a?os, los miedos desaparecen. Intento que no lo piensen y les digo que jueguen como si fuera el patio de su casa¡±, apunta.
La retirada no aparece por la cabeza de Pinedo. Las lesiones la han respetado lo suficiente como para que su cuerpo dijera basta. Con la ilusi¨®n casi intacta despu¨¦s de 10 a?os desde su estreno con la selecci¨®n, volver¨¢ a repetir la rutina de siempre para dar un paso m¨¢s hacia el metal que le falta en su colecci¨®n. Con los cascos puestos, vuelven a sonar los acordes que le dan subid¨®n antes de un encuentro, esta vez no es Valiente, sino Lo que te hace grande. ¡°Pero no hay colisi¨®n, ni ley, ni gravedad?/?que te pueda hacer caer¡ aunque tiren a dar¡±.
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