La ¨²ltima lecci¨®n de Leo Messi

El mi¨¦rcoles por la ma?ana, en el hotel donde se hospedaba la expedici¨®n oficial del Barcelona, a 20 pisos de altura sobre la bah¨ªa de Yokohama, daba pena mirar a Messi. No pod¨ªa ni caminar, afectado de un c¨®lico nefr¨ªtico, as¨ª que mientras sus compa?eros se desplazaban al estadio para jugar la semifinal contra el Guangzhou Evergrande, el 10 se qued¨® en la cama, hecho un gui?apo, convertido en dolorido ovillo bajo las mantas, de donde no se movi¨® en dos d¨ªas. Hasta que el viernes expuls¨® la piedra y su alivi¨® contagi¨® al barcelonismo. El s¨¢bado se ejercit¨® con el equipo y ya nadie tuvo duda de que contra River, Messi saltar¨ªa a la cancha porque, a¨²n con la piedra a cuestas, ya advirti¨® a familiares y compa?eros: ¡°El domingo, juego¡±.

Hace dos d¨ªas no se aguantaba de pie y quer¨ªa jugar. Su ¨¢nimo por ganar y competir es nuestro referente" Luis Enrique

Ayer, en el t¨²nel de vestuarios del estadio, camino del c¨¦sped, los jugadores de River no disimulaban en su cara la tensi¨®n del momento, la inmediatez del partido. Ni si se atrev¨ªan a mirar a Leo, que al final de la cola, se re¨ªa a carcajadas de las ocurrencias de Luis Su¨¢rez y Neymar, como si en vez de ante su tercera final de un Mundial de Clubes aguardara a un partido amistoso, como si en vez de haber expulsado una piedra de su ri?¨®n 48 horas antes, hubiera estado comiendo en una vieja taberna de Tokio. Al poco, cuando empez¨® el partido, brinc¨® y ya nadie le pudo parar. No pudo con ¨¦l una piedra en el ri?¨®n y no pudieron con ¨¦l once gallinas.

¡°El dolor me ha tenido en la cama varios d¨ªas, era un dolor muy feo¡±, explic¨®. ¡°He estado sin poderme mover pero me he recuperado y he podido jugar¡±. Reconoci¨® que en la segunda parte sinti¨® molestias pero las pudo aguantar, seg¨²n dijo al abandonar el estadio, con su tercer Mundial de Clubes bajo el brazo. Para entonces, ya hab¨ªa dado otra lecci¨®n de ganas de jugar a f¨²tbol.

El dolor me ha tenido en la cama varios d¨ªas, era un dolor muy feo. No pod¨ªa moverme pero me recuper¨¦? y pude jugar¡±. Leo Messi

¡°Es un ejemplo¡±, resumi¨® Luis Enrique. ¡°Es el l¨ªder del equipo, es el mejor del mundo, lo sabemos. Pero adem¨¢s es la referencia para todos. Porque cuando dos d¨ªas antes quiere jugar y no se aguanta de pie, cuando su ¨¢nimo por ganar y competir es total, es un ejemplo para los dem¨¢s y estamos contentos de que sea as¨ª¡±.

¡°Todo lo que hace es ejemplar¡±, le dio la raz¨®n Rakitic. ¡°Las ganas se le ven cada d¨ªa. Despu¨¦s de lo que ha pasado, ha vuelto al cabo de dos d¨ªas y mira c¨®mo est¨¢. Se lo merece todo¡±, a?adi¨® el croata. ¡°Estas cosas, este tipo de ejemplos, como el que ha dado Neymar, que tambi¨¦n lleg¨® muy justito, hacen que los dem¨¢s se vean reflejados en ese hambre que tienen¡±, a?adi¨® Mascherano. Y en esas, cerr¨® Iniesta: ¡°Que despu¨¦s de lo que ha pasado, haya jugado y lo haya hecho como lo ha hecho, demuestra lo que es¡±.

Messi se convirti¨® en un azote para Balovero, el portero de River Plate, que sac¨® una mano espectacular ¡ªLeo le felicit¨® cari?oso¡ª antes de que desatascara el partido pasada la media hora. ¡°Aunque haya parado la primera sab¨ªa que hasta que no estuviera en el vestuario tendr¨ªa el riesgo de que Messi convirtiera alg¨²n gol, es el mejor¡±, se resign¨® el portero de los gallinas, al que Leo puso a prueba hasta siete veces durante un partido que quedar¨¢ para el recuerdo como su ¨²ltima lecci¨®n, escrita en piedra, y que habla de ilusi¨®n y ganas por jugar un partido al que parec¨ªa imposible llegar cuando el mi¨¦rcoles se retorc¨ªa en la cama de un hotel sobre la bah¨ªa de Yokohama].