El eterno desencuentro de Messi con Argentina

¡°Fue muy lindo ver a un equipo argentino en la final del Mundial¡±. Lionel Messi siempre se guarda un gui?o para su tierra. El problema para el 10 es que se trata (aunque insista) de un amor no correspondido. Despu¨¦s de ganar su tercer Mundial de Clubes, La Pulga, de regreso a Barcelona con la expedici¨®n azulgrana, se top¨® con los aficionados del River Plate en el aeropuerto de Narita, Tokio. Un encuentro bien desagradable. Hubo incluso un hincha que insult¨® y escupi¨® al capit¨¢n de la albiceleste. El rosarino reaccion¨® y contest¨® con un golpe, aunque el tema no pas¨® a mayores porque intervinieron Mascherano y Luis Enrique. ¡°Es una situaci¨®n que no se entiende. No solo porque es una falta de respecto y no se lo merecen ni Leo ni nadie, sino tambi¨¦n porque estamos hablando de un argentino que es el mejor jugador del mundo. Son cosas que te amargan¡±, asegura Hugo Tocalli, exentrenador de la selecci¨®n argentina sub 20 y art¨ªfice de que Leo juegue para la Albiceleste (en 2003, con Espa?a expectante por incorporar a su selecci¨®n al rosarino, Tocalli convenci¨® al expresidente de la AFA, Julio Grondona, para que organizara un amistoso porque Messi no se les pod¨ªa escapar).

¡°Leo le ha restado importancia al incidente del domingo en el aeropuerto. Lo considera un hecho aislado¡±, afirman desde el entorno del rosarino. No es la primera vez que el 10 del Bar?a se cruza con un equipo argentino en la final del Mundial de Clubes. Y no es la primera vez que las hinchadas argentinas se enzarzan con ¨¦l. En 2009, tras sellar con el pecho la victoria del Barcelona frente a Estudiantes, la afici¨®n del equipo platense se enfureci¨® con Leo ¡°porque grit¨® demasiado el gol¡±.

¡°Buena parte de los hinchas argentinos se creen tan o m¨¢s importantes que los jugadores. Como si fueran la ¨²ltima trinchera que defender¨¢ los colores mejor que los propios futbolistas¡±, explica el prestigioso periodista argentino Ezequiel Fern¨¢ndez Moores. ¡°Es un folclore que puede tener un costado gracioso, al punto que muchos jugadores que se van a Europa dicen que extra?an la pasi¨®n y hasta la puteada [insulto] del hincha. Y que tiene tambi¨¦n un costado muy interesante porque recuerda al hincha como un sujeto participativo, que explica la tremenda popularidad del f¨²tbol¡±, a?ade.¡°En Argentina es pr¨¢cticamente un derecho, parte de la cultura popular del pa¨ªs¡±. Cerca de 20.000 aficionados del River viajaron a Jap¨®n para arropar al cuadro de Marcelo Gallardo. ¡°Hay tanta autocelebraci¨®n del hincha y no del juego, de la que tambi¨¦n forma parte alguna prensa, que esa gente, como sucedi¨® en el aeropuerto en Jap¨®n, termina crey¨¦ndose casi la verdadera representante del f¨²tbol argentino¡±, completa Fern¨¢ndez Moores.

¡°Tengo miedo de que un d¨ªa Leo se canse y no venga nunca m¨¢s a jugar con la selecci¨®n¡±, vuelve Tocalli. ¡°Es un tipo simple que solo juega al f¨²tbol y al argentino le gusta el falso nacionalismo. Y si Argentina gana los hinchas se creen parte del ¨¦xito y, en cambio, si pierde insultan a los jugadores¡±, explican desde el grupo de trabajo de Gerardo Martino; ¡°en el ¨²nico lugar del mundo donde no valoran a Leo es aqu¨ª¡±.

La afici¨®n albiceleste se enfurece con Messi porque no canta el himno nacional antes de los partidos. ¡°No siente la camiseta¡±, ¡°no corre¡±, son las frases de la hinchada y de los periodistas que m¨¢s le fastidian a Leo, seg¨²n confes¨® en una entrevista a TyC Sports. ¡°En el f¨²tbol no se trata de poner huevos, se trata de jugar bien. Nosotros somos los primeros en querer ganar¡±, razona el delantero del Barcelona. ¡°No canto el himno a prop¨®sito. No me hace falta cantarlo para demostrar que quiero a la camiseta argentina¡±, remata La Pulga; por ahora, inmune a los agravios.