Messi es intocable

Messi es intocable, adorado por sus compa?eros, aclamado por la hinchada, imposible de defender para cualquier rival, venerado tambi¨¦n por Vicandi Garrido. El 10 se cay¨® en el ¨¢rea, alejado de la pelota, superado por el portero y el ¨¢rbitro pit¨® penalti mientras el argentino quedaba tendido en el Camp Nou. Aturdido por el guardameta, no sab¨ªa ni donde estaba Messi. El mundo entero se qued¨® pasmado, pendiente de la salud del 10, con la excepci¨®n del colegiado, que apuntaba al punto de penalti de la porter¨ªa de Ad¨¢n.

Al Betis le pas¨® en el Camp Nou m¨¢s o menos lo mismo que a la Real en el Bernab¨¦u. Los verdiblancos compet¨ªan muy bien cuando el ¨¢rbitro se sac¨® de la manga un penalti a instancias del juez de l¨ªnea y puso la contienda cuesta abajo para el Bar?a. No hubo apenas partido despu¨¦s del choque de Ad¨¢n y Messi. Presa de la fatalidad, de los errores del colegiado y de una cadena de lesiones, el Betis qued¨® a merced del Barcelona, cada vez m¨¢s clarividente y jug¨®n, ya muy puesto despu¨¦s de un inicio confuso, afectado por el envoltorio de un encuentro fuera del guion habitual de la Liga.

No es f¨¢cil reparar en el partido en jornadas pomposas como la de ayer, y no por culpa precisamente de la hinchada, que acudi¨® numerosa al Camp Nou. Ocurre que el presidente se va de vacaciones en el descanso y la entidad no para de organizar fastos para potenciar una marca agrandada por los ¨¦xitos del equipo, el ¨²ltimo nada menos que el Mundial de Jap¨®n. La victoria se da por descontada, como si el Bar?a fuera infalible, y se aprovecha la ocasi¨®n para exhibir los cinco trofeos ganados en 2015, homenajear a un t¨¦cnico de los a?os treinta (Patrick O'Connell) y anunciar que el r¨¦cord de goles del Madrid (178) ser¨¢ batido por los azulgrana (176) ni que sea porque Messi cumple su partido 500 con la zamarra del Bar?a. Hasta el Betis form¨® por sorpresa en la fiesta azulgrana y recibi¨® con un pasillo de honor a los chicos de Luis Enrique.

Nadie parec¨ªa acordarse de que el Bar?a hab¨ªa empatado sus ¨²ltimos partidos de Liga, contra el Deportivo y el Valencia, de que los azulgrana jam¨¢s ganaron el encuentro siguiente a la disputa del Mundial de Clubes, y de que el Betis hab¨ªa sumado cuatro victorias en sus ocho salidas del Villamar¨ªn. A Luis Enrique, adem¨¢s, le dio por empezar con las rotaciones ahora que ha recuperado efectivos y ya calientan Arda Turan y Aleix Vidal porque en enero vence la sanci¨®n de la FIFA. Jugaban Vermaelen, Mathieu y Sergi Roberto y descansaban Piqu¨¦, Iniesta y Alba. Los focos, sin embargo, se posaron como es costumbre en Messi, Neymar y Luis Su¨¢rez.

El argentino no estaba nada fino, hasta se cambi¨® las botas, y el brasile?o sacudi¨® nada m¨¢s empezar al empalagoso Molinero. Aunque el escenario invitaba a la distracci¨®n, el encuentro se arranc¨® con mucha intensidad, nervio y poca finura por parte del Bar?a. Hubo un momento en que la contienda se redujo a un duelo de Neymar contra el Betis. A falta de fluidez, se impon¨ªa el atropello y la virilidad de los verdiblancos, que no conced¨ªan tiros ni ocasiones, solo abatidos por Vicandi Garrido. Busquets colg¨® la pelota, Ad¨¢n se anticip¨® con los pu?os al remate de Messi, arrollado involuntariamente por el meta, y el colegiado pit¨® sorprendentemente el penalti que supuso el 1-0. Los verdiblancos montaron en c¨®lera, antes y despu¨¦s de la pena m¨¢xima, por mal se?alizada y peor ejecutada, y el ¨¢rbitro ech¨® a Pep Mel. Neymar fall¨® el lanzamiento ¡ªtir¨® al larguero despu¨¦s de resbalar¡ª y el rechazo fue embocado al alim¨®n por Rakitic y Westermann. La jugada desquici¨® al Betis, desgarrado, afligido y contrariado, y anim¨® al Bar?a despu¨¦s de contar su cuarto fallo sobre nueve penaltis, dos errados por Neymar y dos por Messi.

El 10 se recuper¨® a tiempo para marcar el 2-0 despu¨¦s de una asistencia de Neymar y poco despu¨¦s del descanso Su¨¢rez culmin¨® una recuperaci¨®n de Busquets para firmar el 3-0 y el r¨¦cord de goles de equipo en un a?o: 179. Ni con tres tantos se saci¨® el Bar?a. Las oportunidades se sucedieron, se contaron hasta cinco postes y un cuarto gol generado por Neymar y rematado por Su¨¢rez: 26 goles en 25 partidos. Ni Messi ni el Bar?a tuvieron ninguna culpa de la rendici¨®n del Betis por culpa del ¨¢rbitro, pitado por el Camp Nou. La victoria fue tan indiscutible como exquisito result¨® el repertorio del tridente del Barcelona. El equipo, al fin y al cabo, respondi¨® al cartel de festejos organizados por el club.