La pelota es del Rayo Vallecano, los cuartos del Atl¨¦tico de Madrid
Correa y Griezmann, por partida doble, resuelven la eliminatoria (3-0) en un partido en el que los de Simeone ganaron con el m¨ªnimo esfuerzo
Antes de que comenzara el partido, no hab¨ªa otro tema de conversaci¨®n que la sanci¨®n impuesta al Atl¨¦tico por la FIFA en las que les proh¨ªbe fichar durante un a?o. La vuelta de Copa contra el Rayo Vallecano hab¨ªa quedado relegada a un segundo plano. Poco parec¨ªa importar el resultado abierto de la ida ¡ªempataron a uno¡ª; y lo cierto es que la plantilla se contagi¨® bastante del ambiente fuera del Vicente Calder¨®n.
Los de Simeone resolvieron la eliminatoria contra los vallecanos con el m¨ªnimo esfuerzo. Ni alardes, ni malabarismos, ni florituras. Le dio igual que la pelota fuera de los visitantes. El Rayo monopoliz¨® el bal¨®n casi el 60%. Correa, o como lo llama su t¨¦cnico, Angelito, y Griezmann marcaron los tres goles que trasladan al Atl¨¦tico directamente a los cuartos de final de la Copa del Rey.
Atl¨¦tico, 3 - Rayo, 0
Atl¨¦tico: Moy¨¢; G¨¢mez, Savic, God¨ªn, Filipe; Koke, Thomas, Kranevitter (Gabi, m. 72), Carrasco; Jackson (?liver, m. 81) y Correa (Griezmann, m. 69). No utilizados: Oblak, Lucas, Siquiera, y Vietto.
Rayo: Juan Carlos; Quini, Llorente (Dorado, m. 53), Z¨¦ Castro, Nacho; Trashorras, Baena; Lass (Beb¨¦, m. 65), Montiel (Manucho, m. 58), Embarba; y Javi Guerra. No utilizados: Yoel, Tito, Pablo Hern¨¢ndez y Jozabed.
Goles: 1-0. M. 39. Correa. 2-0. M. 79. Griezmann. 3-0. M. 90. Griezmann.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Z¨¦ Castro y Filipe.
Vicente Calder¨®n. Unos 28.000 espectadores.
Los de Paco J¨¦mez optaron por un ejercicio de paciencia infinita con la pelota. Cambios constantes de orientaci¨®n o pases cortos entre los centrales marcaron la pauta de su ataque. El Atl¨¦tico no titubea ante estas situaciones. Repliega las l¨ªneas, compacta el centro del campo y espera el momento oportuno para mandar a la lona a su oponente. Ese instante lleg¨® ayer a seis minutos para el descanso.
Poca acci¨®n, por no decir ninguna, hubo sobre el c¨¦sped del Calder¨®n hasta que Correa decidi¨® que su equipo se adelantara en el marcador. El argentino es virguero, en ocasiones bastante circense. Carrasco lo puso en acci¨®n por la banda izquierda, ya casi en el pico del ¨¢rea, y el argentino comenz¨® sus malabares. Amagos de centro, un poco de conducci¨®n y desborde. Un ¨²ltimo movimiento definitivo que le puso en bandeja armar el ca?¨®n de su pierna izquierda, sin oposici¨®n alguna, y precipitar el bal¨®n contra el larguero de Yoel para que cayera con la l¨ªnea de gol rebasada.
La vuelta de los vestuarios para afrontar los ¨²ltimos 45 minutos mantuvo el mismo patr¨®n. Los locales pusieron un poco m¨¢s de picante en la presi¨®n, pero el portero del Rayo no tuvo mucho trabajo. Ah¨ª volvi¨® el conjunto vallecano a domar al bal¨®n, pero lejos de las postrimer¨ªas de Moy¨¢. Embarba puso algo de chispa, aunque nada que permitiera a su equipo empatar la eliminatoria. Los de Simeone segu¨ªan c¨®modos, a sabiendas de que encajar un tanto mandaba el partido a la pr¨®rroga.
Para evitar un susto de ¨²ltima hora, el Cholo no dud¨® en quitarle la sudadera a Griezmann y ponerlo a jugar 20 minutos. Fue tiempo suficiente para que el franc¨¦s impusiera su ley y finiquitara la labor de m¨ªnimo esfuerzo de los rojiblancos. El primero de sus dos goles lo marc¨® en un c¨®rner que ni Yoel ni la defensa vallecana supieron despejar en el primer palo. Y ah¨ª emergi¨® el m¨¢s listo, el galo, para remachar en el ¨¢rea chica. El otro lleg¨® a la contra con el partido y la eliminatoria resuelta, con una autopista entera para ¨¦l en la que su ¨²nico escollo era Yoel. Se zaf¨® con un toque sutil y otro tanto que sumar al marcador.
Griezmann tiene a la hinchada rendida a sus pies. Sus 10 tantos en Liga dan y dan puntos al Atl¨¦tico. Lejos de este nivel de forma est¨¢ Jackson, que, en la segunda parte, tuvo que aguantar unos cuantos silbidos de su afici¨®n. Atento como siempre, Simeone no dej¨® que esta situaci¨®n se enquistara. No tard¨® ni medio minuto en aplaudirle una acci¨®n y la grada se rindi¨® a las peticiones de su comandante. Al final termin¨® sustituyendo al colombiano, que abandon¨® el Calder¨®n entre aplausos, aunque con el sonido de viento de los pitos de fondo. No cuenta con un gran respaldo del p¨²blico por mucho que su t¨¦cnico quiera ocultarlo.
Si para el Rayo no fuera suficiente con decir adi¨®s a la Copa, otra mala noticia se le acumul¨® ayer. Diego Llorente, basti¨®n defensivo para J¨¦mez, titular indiscutible en la zaga, se lesion¨® el tobillo. M¨¢s y m¨¢s contratiempos que no hacen otra cosa que acrecentar los problemas de un equipo que marcha pen¨²ltimo en la Liga. Los vallecanos optaron por la pelota, pero el nombre que estar¨¢ en los cuartos ser¨¢ el de su rival. Es que ya se sabe que en esto del f¨²tbol los goles no se merecen, sino que se marcan. Y el Atl¨¦tico lo logr¨® hasta en tres ocasiones.
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