Messi defiende a Shakira
A la espera del fallo, el 10 merece ser aplaudido por jugar a f¨²tbol mejor que nadie
Las pancartas de la Curva pasan de mano en mano como si fueran an¨®nimas o no pertenecieran a nadie a la espera de ser analizadas por la Comisi¨®n Antiviolencia. As¨ª son las cosas del f¨²tbol, que rezuma machismo en la grada y todav¨ªa huele a calzoncillos en la prensa, con los clubes siempre a la espera de burlar la ley y el castigo, ni que sea por agravio comparativo, todos c¨®mplices del mismo mal: mejor combatir una sanci¨®n que fomentar la educaci¨®n, igual da que sea el Espanyol o el Bar?a.
Aunque las referencias de los hinchas del Espanyol a Luis Su¨¢rez y Messi fueron tambi¨¦n reprobables, y la copiada de Mourinho result¨® especialmente condenable ¡ª¡°Pau, tu pie nos muestra el camino¡±¡ª, ning¨²n texto merece mayor condena que el referido a la pareja de Piqu¨¦: ¡°Shakira es de todos¡±. La pancarta fue concebida de manera maquiav¨¦lica por los aficionados, defendida de forma burlesca por asesores jur¨ªdicos consultados al efecto y asumida de manera perversa por la junta del Espanyol.
Nadie sinti¨® la necesidad de pedir que fuera retirada por violenta ¡ªcomo hizo Hiddink en Mestalla cuando no autoriz¨® el inicio de un partido por advertir que en la grada hab¨ªa una esv¨¢stica¡ª, sino que se exhibi¨® como muestra de ingenio ¡ªigual que la mostrada en su d¨ªa en el Camp Nou contra N¨²?ez ¡ª¡°Maria Llu?sa, porta'l al cine¡±¡ª y sus autores hasta consultaron el diccionario para sostener que nadie pod¨ªa sentirse ofendido, ni siquiera Piqu¨¦. Ah¨ª perdi¨® la raz¨®n el club que preside Collet.
Aunque el club blanquiazul tiene argumentos para sentirse ninguneado y maltratado, no supo reivindicarse en los ¨²ltimos tres derbis, y menos despu¨¦s de saber que las pancartas fueron escritas en el estadio de Cornell¨¤-El Prat. No estuvo bien el Espanyol ni el Bar?a, que se hizo el sordo, el ciego y el mudo para no ser acusado de chivato y calentar el partido, ni los aficionados, que aplaudieron o consintieron el escarnio por entender que era la mejor manera de responder al central del Bar?a.
La pancarta fue concebida de manera maquiav¨¦lica por los aficionados, defendida de forma burlesca por asesores jur¨ªdicos consultados y asumida por la junta del Espanyol
El ¨²nico que estuvo a la altura fue Messi. El 10 jug¨® como si se tratara de una final, como si le fuera la vida, sin reparar en el marcador ni en que estaba rodeado de suplentes, insensible a los insultos de la grada y a las entradas de los contrarios, divertido incluso con su marcador ?lvaro: ¡°Eres muy bajo¡±, le espet¨® el central; ¡°y t¨² muy malo¡±, respondi¨® el argentino. Nadie defendi¨® mejor al Bar?a y al honor de Shakira que Messi. La suya fue una lecci¨®n para el Espanyol y tambi¨¦n para Luis Su¨¢rez y Neymar.
Habr¨¢ alg¨²n periquito que advirti¨® menosprecio en los toques con la pelota de Leo y en su mirada de desd¨¦n, una observaci¨®n discutible despu¨¦s del despliegue del delantero del Bar?a, muy centrado en constatar las cosas buenas y malas del nuevo plan dispuesto por Luis Enrique: 4-2-3-1. Las asistencias de Messi fueron la mejor respuesta a la violencia expresada en la dedicatoria a Shakira y en la verborrea utilizada por Collet sobre el ¡°nacionalbarcelonismo¡± y de Alves sobre la ¡°la puta basura¡±.
A la espera del fallo, Messi merece ser aplaudido por jugar a f¨²tbol mejor que nadie en un escenario preparado para un linchamiento como respuesta a otro linchamiento provocado en un anterior linchamiento. Al f¨²tbol solo lo redimen sus futbolistas.
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