San Francisco se vuelca con la 50 Super Bowl
La ciudad se entrega con el espect¨¢culo aunque la final ser¨¢ en el estadio de Santa Clara
No importa que los 49ers, el equipo local, no atraviese su mejor momento. Tan siquiera entr¨® en los playoffs. Tampoco que el partido final no se juegue en el derribado Candlestick Park, el m¨ªtico estadio. Mucho menos, que sea en Santa Clara, en el Estadio Levi¡¯s, al sur de Silicon Valley, muy cerca de la sede central de gigantes como Yahoo o NetApp. San Francisco se ha volcado con los 50 a?os de Super Bowl, el mayor evento deportivo de Estados Unidos. La ¨²ltima vez que la ciudad ejerci¨® de anfitriona fue en 1985.
Entre el 30 de enero y el 7 de febrero, d¨ªa en que se celebrar¨¢ el partido, San Francisco se volcar¨¢ con todo tipo de actos. Desde conciertos, a exposiciones de arte y actuaciones en la calle. Chris Isaak actuar¨¢ en el estadio el 30. A partir de entonces le suceder¨¢n, el d¨ªa 5 One Republic. El 6, la v¨ªspera del partido, Alicia Keys tomar¨¢ el micr¨®fono. Las tres citas musicales ser¨¢n gratis. En el intermedio del partido de f¨²tbol, Coldplay entretendr¨¢ a una audiencia que espera superar los 100 millones de espectadores en todo el mundo.
La comisi¨®n estima en un mill¨®n de personas los visitantes durante la semana del evento, el doble de los habitantes de la ciudad. Los precios de las habitaciones de hotel para ese fin de semana superan los 300 d¨®lares por noche, incluso en el lugar m¨¢s modesto. Airbnb, hasta hace poco una alternativa viable cuando la hosteler¨ªa tradicional no da abasto, tampoco ofrece un panorama m¨¢s asequible. Se ofrecen desde colchones a sof¨¢s por noches por m¨¢s de 100 d¨®lares la noche. En las farolas cuelgan carteles para que los habitantes de la ciudad se animen a cruzar a Oakland, al otro lado de la pen¨ªnsula, y alquilen su hogar a cambio de cantidades por encima de los mil d¨®lares y vacaciones pagadas.
La elecci¨®n de California no es casual. La NFL, la liga de f¨²tbol americano, quiere celebrar por todo alto sus bodas de oro. Si California es el estado de la fiebre del oro, no hab¨ªa sitio mejor. Todo es ¨¢ureo. Desde el logo, a las marcas de las yardas y chaquetas oficiales. Los n¨²meros, habitualmente en nomenclatura romana, pasan graf¨ªa ¨¢rabe en el logotipo conmemorativo.
La prosperidad de la zona se palpa en este tipo de eventos. Se ha creado un fondo de 40 millones de d¨®lares con patrocinadores de renombre, industrias locales de calado mundial: Yahoo, Google, Intel, Gap, Chevron y Apple son algunos de los donantes.
La 50 Super Bowl no est¨¢ exenta de pol¨¦mica. Las cr¨ªticas son variadas. Desde los que consideran que se desvirt¨²a el sabor de la ciudad, desplazando a los numerosos sin techo que habitan el centro. A los que creen que es un exceso cortar al tr¨¢fico el tramo final que une la calle Market con el Embarcadero, el final del centro financiero, donde tienen sede muchas de las multinacionales que operan en la zona, pero no son necesariamente tecnol¨®gicas. Google, Mozilla, Adobe, DocuSign y Salesforce ser¨ªan algunas de las afectadas por las intermitencias viarias.
La comisi¨®n liderada por el alcalde Edward M. Lee ha tenido que soportar las presiones de asociaciones de vecinos. Consideran que, a diferencia de la negociaci¨®n de Santa Clara, un pueblo, en San Francisco, los contribuyentes correr¨¢n con buena parte de los gastos, pagados a trav¨¦s de las arcas municipales. mientras que Santa Clara se ha asegurado una factura de compensaci¨®n de 3,6 millones de d¨®lares, San Francisco ya ha dicho que la polic¨ªa municipal no pasar¨¢ cargo alguno a la NFL por sus servicios.
Christine Falvey, portavoz municipal, se ha apresurado a aclarar a trav¨¦s del correo electr¨®nico que los beneficios que quedar¨¢n en la ciudad son mayores que los gastos iniciales en seguridad, limpieza y organizaci¨®n.
Entre las incertidumbres estar¨¢ la meterol¨®gica. Las recurrentes lluvias de las ¨²ltimas semanas, consecuencia de El Ni?o, han dejando las aceras con un incipiente musgo. Es muy probable que la fiesta en la calle sea pasada por agua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.