Nadal no se encuentra ni en Buenos Aires
¡°Me duele la barriga, hace calor y estoy m¨¢s o menos¡±, explica el mallorqu¨ªn que se impuso a M¨®naco (doble 6-4, despu¨¦s de una hora y 38 minutos)
Hay veces en las que parece que Rafa Nadal solo se mueve c¨®modo en el sufrimiento. Cuando m¨¢s le apretaba su amigo, el argentino Juan ¡°pico¡± M¨®naco, en la primera ronda del ATP Buenos Aires, a punto de concluir los dos sets, sali¨® el Nadal aut¨¦ntico. Y gan¨® sin demasiados problemas. Pero no es agradable para ¨¦l. Nadal est¨¢ sufriendo de verdad y no le gusta nada. Al terminar el partido, casi a medianoche, el tenista comparec¨ªa ante la prensa local con la cara demacrada, a disgusto. Ni restos de esa simpat¨ªa natural que siempre tuvo, solo alg¨²n destello con preguntas inesperadas tipo ¡°?entrenas ese sonido que haces al dar cada golpe?¡±.
Nadal no est¨¢ bien y no lo oculta. ¡°He tenido sensaciones complicadas, hace mucho calor, me sent¨ª mal de la barriga, me cost¨® un poquito¡±. ¡°Estoy m¨¢s o menos, ha habido momentos buenos y no tan buenos¡±, insiste. Las dudas de Nadal se reflejan en su rostro, molesto, en sus palabras y sobre todo en su juego. ¡°Dale, Pico, que est¨¢ asustado¡±, grit¨® un espectador argentino en el primer set. El p¨²blico solt¨® una carcajada, era una broma. Pero hab¨ªa un fondo real. Nadal no parec¨ªa convencido del todo de su superioridad ante su amigo M¨®naco, que no solo es inferior sino que adem¨¢s viene de una larga lesi¨®n. ¡°S¨¦ lo duro que ha sido este a?o para ¨¦l despu¨¦s de romperse la mu?eca¡±, explic¨® el espa?ol.
El mallorqu¨ªn ha elegido Buenos Aires, una ciudad talism¨¢n para ¨¦l, como el lugar para remontar el dur¨ªsimo bache australiano y recuperar confianza en s¨ª mismo para Roland Garros. ¡°Siempre que he venido a esta ciudad me ha dado una energ¨ªa especial¡±, explic¨® confiado en que ganar¨¢ el torneo en el que tambi¨¦n participa el espa?ol David Ferrer.
El m¨¦dico le dio una medicina a Nadal en medio del partido. ¡°No s¨¦ ni qu¨¦ me ha dado, es el m¨¦dico del torneo, le he pedido algo para el est¨®mago¡±.
El tenista lleva varios d¨ªas en Buenos Aires adapt¨¢ndose al calor del verano austral -27 grados ayer por la noche en la pista central del Lawn tennis- y el cambio horario. Le ha dado tiempo incluso a visitar en la Casa Rosada al presidente Mauricio Macri. ¡°Le conozco hace muchos a?os, hemos hecho cosas juntos en las villas [miseria]. Me gust¨® visitar la Casa Rosada, no hab¨ªa estado nunca. Macri es un hombre cercano, buena gente¡±, dice. Todo estaba preparado para una reaparici¨®n estelar, pero no acaba de salir. Sus sue?os de remontada, su gran especialidad, no se concretan.
En la segunda jornada hay una complicaci¨®n a?adida: juega contra Paolo Lorenzi (52 del mundo) a las 16:30 (20.30 hora espa?ola por Eurosport), a pleno sol, con mucho m¨¢s calor. Le ha tocado uno de los peores d¨ªas del t¨®rrido verano porte?o. ¡°No me gusta jugar a esa hora, y m¨¢s viendo que ahora estoy aqu¨ª hablando con vosotros a las doce de la noche, pero es lo que hay¡±, se quej¨® Nadal. ¡°Lorenzi es un rival de esos que saben jugar al tenis, voy a tratar de salir agresivo¡±, insisti¨®. La final el domingo tambi¨¦n es a pleno sol.
?Se le habr¨¢ acabado la magia? Parece evidente que esa idea se mueve en su cabeza, y lucha contra ella porque quiere volver a ser el que era. ¡°Nadie gana eternamente, esto est¨¢ claro¡±, admite con la mirada perdida en su propia batalla interior. ¡°Para ganar mucho hay que ser alguien especial, tienes que nacer con algo, lo tengo claro. Un Messi o un Maradona no se hacen solo trabajando. Y s¨ª, se aprende a ganar ganando. Cuando uno gana es m¨¢s f¨¢cil que vuelva a ganar y cuando uno pierde es m¨¢s f¨¢cil que vuelva a perder¡±. La cabeza del campe¨®n est¨¢ llena de dudas y solo la pista y la victoria se las pueden sacar.
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