Rossi recluta a Luca Cadalora para refinar su estilo

Alguien debi¨® contarle a Valentino Rossi que Luca Cadalora se hab¨ªa comprado una de las nuevas Yamaha YZF-R1, como la que ¨¦l tiene, y el piloto de Tavullia no dud¨® en invitarle a rodar un d¨ªa en el circuito de Misano, con el que ha firmado un acuerdo de colaboraci¨®n para que los chicos de la VR46 Academy (y ¨¦l mismo, claro) pudieran entrenarse tambi¨¦n en asfalto y no solo en el Ranch que se ha construido a pocos kil¨®metros de su casa, una pista at¨ªpica a medio camino entre el motocross y el dirt-track.

Lo desvelaba Randy Mamola, colega entonces, en las carreras fant¨¢sticas de los noventa, amigo ahora de Cadalora, en su blog de la revista Motociclismo el pasado junio. Luca, que a sus 52 a?os sigue montando en moto en los circuitos de M¨®dena, la ciudad en la que naci¨® y todav¨ªa vive, hab¨ªa equipado su R1 con frenos de carbono y neum¨¢ticos de Superbike. Y con ella se fue a Misano. A aprender ¡°c¨®mo se pilota hoy en d¨ªa¡±, seg¨²n ¨¦l mismo relat¨® a Mamola. Y del Doctor, nada menos.

Cadalora, que fue campe¨®n de 125cc y de 250cc (en 1991 y 1992), debut¨® en 500cc en 1993 y al a?o siguiente fue subcampe¨®n. Para su desgracia, se tropez¨® con Mick Doohan, que pr¨¢cticamente le dobl¨® en n¨²mero de puntos y empez¨® aquel 1994 su racha de cinco t¨ªtulos consecutivos. Si bien, los m¨¢s puristas no olvidan su estilo fino y su delicadeza al manillar, nada que ver con la agresividad al volante de los representantes de la escuela americana. Ese es uno de los principales motivos por los que Rossi le ha echado el ojo. Le quiere cerca. Cree que quiz¨¢ todav¨ªa le queden cosas por aprender a ¨¦l tambi¨¦n.

Adem¨¢s, se entienden. Tras aquel primer encuentro, hubo m¨¢s invitaciones a Misano y al Ranch. La ¨²ltima ha llevado al campe¨®n italiano de los noventa a Phillip Island, donde se celebran estos d¨ªas los segundos test de pretemporada de MotoGP.

Aunque no quiera decir nada, Cadalora se ha paseado por el trazado australiano enfundado en una sudadera negra con las siglas de Rossi y su inconfundible amarillo. Se ha perdido por los viales. Y se ha dedicado a ejercer de asesor t¨¦cnico. Pocas dudas, pues. Ha estudiado los movimientos de Rossi: su frenada, su trazada, cu¨¢ndo abr¨ªa el gas, cu¨¢ndo levantaba la moto, c¨®mo lo hac¨ªa su compa?ero de equipo, Jorge Lorenzo, c¨®mo sus rivales. Est¨¢ de vuelta en los circuitos y no como mero espectador. El mito italiano le ha reclutado para que le analice en la pista y vea c¨®mo puede mejorar su estilo y cu¨¢l es la mejor manera de adaptarse a los Michelin, unos neum¨¢ticos que casan mejor con pilotos de estilo m¨¢s fino, que no temen sacrificar la frenada, todo lo contrario a lo que acostumbraba el de Yamaha.

¡°Nos hab¨ªamos entrenado juntos y hab¨ªamos intercambiado muchas ideas interesantes, as¨ª que dijimos, ?por qu¨¦ no? Me gusta la idea de que est¨¦ aqu¨ª, tiene una gran pasi¨®n por las motos y es un piloto muy t¨¦cnico, quiz¨¢ pueda echarme una mano. Pero, por el momento ha venido a este test y en el futuro ya veremos. No lo hemos decidido todav¨ªa¡±, concedi¨® el subcampe¨®n de 2015 al finalizar la primera sesi¨®n de entrenamientos, ayer en Phillip Island.

Si la idea cuaja, que est¨¢ por ver, ser¨ªa la primera vez en su carrera que el campe¨®n italiano ¡ªque el martes cumpli¨® 37 a?os y reivindica as¨ª su intenci¨®n de pelear por el t¨ªtulo a consciencia¡ª asuma en su entorno esta figura, que est¨¢ o ha estado presente en la mayor¨ªa de la de sus rivales: su compa?ero de equipo, Lorenzo, trabaja desde 2010 con el ex piloto holand¨¦s Wilco Zeelenberg y M¨¢rquez lo hace desde siempre con el campe¨®n de 125cc, Emilio Alzamora.