El Bayern encarrila la Bundesliga
El equipo de Guardiola domina pero empata el duelo frente al Borussia Dortmund y mantiene la distancia de cinco puntos

Es f¨¢cil imaginarse a dos buenos amigos como Guardiola y Tuchel debatir apasionadamente sobre f¨²tbol en una de las m¨²ltiples cenas que mantuvieron con regularidad en los dos a?os previos. Dibujos en papeles alrededor de unas copas de vino y horas de sesudas charlas sobre t¨¢cticas y movimientos, sobre el juego en s¨ª. Y que se conocen de sobra se vio en el electrizante Signal Iduna Park, donde los equipos se mantuvieron a raya, contenido el Dortmund y desatinado en el remate el Bayern. Un empate a cero que ayuda, en cualquier caso, a los b¨¢varos, l¨ªderes con cinco puntos de ventaja sobre el Borussia, ya cerca de una nueva Bundesliga.
Plantados en el campo de forma similar, con una presi¨®n alta que ejecutaban en posibles situaciones de riesgo de la defensa rival y con las l¨ªneas juntas pero m¨¢s retrasadas cuando se desplegaban en est¨¢tico, ambos equipos se refugiaban en la velocidad para romper los entramados defensivos. El Dortmund lo hac¨ªa a la contra, siempre con G¨¹ndogan como trampol¨ªn y con Aubameyang como espoleta; todo un sprinter con botas que en una de esas le ret¨® a Kimmich en 30 metros y le sac¨® diez para plantarse ante Neuer, que solt¨® el brazo a tiempo para desviar el disparo. Pero apenas insisti¨® el conjunto de las abejas, pendiente en sacar limpio el bal¨®n desde atr¨¢s y no perder la posici¨®n ante los arreones del Bayern.
Resulta que Bender, un mediocentro por definici¨®n, actuaba de central en una l¨ªnea de cinco ¡ªpuesta en practica en la fase defensiva, que no en la ofensiva¡ª para posibilitar las ayudas a los laterales y de paso restar l¨ªneas de pase en los pasillos interiores. Pero Douglas, de cadera el¨¢stica y pies de bailador, se la jug¨® en varias ocasiones a un Piszczek que no le alcanzaba ni con las coberturas de Durm. Ni con esas.
No se vio un Bayern tan movible como el que se midi¨® a la Juve [que incluso record¨® a la Holanda del 74 por su anarqu¨ªa ofensiva], ni tampoco expres¨® el equipo la teor¨ªa de remarcar a los medios para controlar el juego. Pero el Bayern nunca se part¨ªa, por m¨¢s que eso impidiera unas transiciones hipers¨®nicas, y lograba superioridades en el campo para posibilitar el impulso de los extremos. Sobre todo de Douglas. Un centro suyo repelido por Burki no lo complet¨® M¨¹ller; otro no lo caz¨® de milagro Vidal; y cuando tir¨® la diagonal hacia dentro su remate se fue a las nubes. Incluso goz¨® de un uno contra uno ante el portero contrario ¡ªposibilitado por una contra tras un saque de esquina del Borussia¡ª, que acab¨® de la peor de las maneras, al bulto.
M¨¢s posesi¨®n y huecos por dentro encontr¨® el Bayern en el segundo acto. Pero se echaba en falta a Thiago y su ingenio para el pase definitivo. As¨ª las cosas, ante la escasez de ocasiones, encontr¨® Vidal a la salida de un c¨®rner un bal¨®n hu¨¦rfano en el punto de penalti que remat¨® con virulencia pero que despejaron Burki y el larguero. La r¨¦plica del Dortmund lleg¨® por parte de Aubameyang, en dos desmarques y carreras que no acert¨® a resolver, una fuera y otra, forzado, a los pies de Neuer. No hubo goles y el Bayern hizo bueno el empate porque ya se arrima a un nuevo t¨ªtulo de la Bundesliga.
Lecciones a pie de c¨¦sped
Acab¨® el duelo y Guardiola choc¨® la mano con Tuchel para correr hacia el centro del campo. Quer¨ªa hablar con su zaga, inconforme con algo que hab¨ªa ocurrido. Alaba y Benatia escucharon pero no iba con ellos. As¨ª que Guardiola se plant¨® ante Kimmich y, a escasos cent¨ªmetros, le ech¨® una bronca ¡ªo eso pareci¨® por los gritos y por lo apasionado del discurso¡ª y gesticul¨® sobre posiciones, movimientos o lo que fuera. El central, que hace poco era mediocentro, aguant¨® el tipo y acab¨® por llevarse el abrazo del t¨¦cnico.
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