Los h¨¦roes est¨¢n en las defensas

El Madrid aguard¨® en su campo para plantear un duelo de 30 metros y proteger a su defensa. Le funcion¨® la t¨¢ctica porque aunque no tuvo el bal¨®n, tampoco padeci¨® en exceso. Y cuando encaj¨® un gol, Marcelo se salt¨® el guion para provocar el empate de Benzema y Carvajal hizo lo propio para que Ronaldo resolviera el duelo. Antes, Piqu¨¦ ya hab¨ªa marcado y explicado que los h¨¦roes estaban en las defensas. Desti?eron la participaci¨®n ¡ªque no el remate¡ª de los tridentes y crearon los goles en el ¨¢rea rival.

Bravo. No ofreci¨® la fiabilidad de costumbre porque para parar un saque de banda rival necesit¨® dos tiempos, del mismo modo que tampoco atrap¨® un disparo centrado de Ronaldo en el primer acto. En los goles recibidos, sin embargo, poco pudo decir, vendido como estaba.

Navas. Encaj¨® un tanto sin responsabilidad alguna y respondi¨® las pocas veces que se le exigi¨®. Como en ese disparo de Rakitic desde el punto de penalti que desvi¨® con las dos manoplas o como en esa picadita de Messi que ningune¨® a mano cambiada.

Alves y Jordi Alba. El brasile?o fue un carrilero, un jugador de idas y venidas que mejor¨® el ataque del Bar?a pero que hizo la zancadilla a su defensa porque no supo parar a Cristiano Ronaldo en las escasas ocasiones que le ret¨®. Alba, sin embargo, se qued¨® m¨¢s en casa y siempre anul¨® Bale menos en la jugada del segundo tanto.

Carvajal y Marcelo. En el primer tiempo no dieron profundidad al Madrid, pendientes de las cabalgadas de Neymar y las diagonales de Messi. Pero se animaron a la aventura tras el tanto rival y fueron capitales en la remontada: Marcelo gener¨® la contra del empate y Carvajal impuls¨® la del triunfo.

Piqu¨¦ y Mascherano. Mascherano, un tanto agitado, sufri¨® cuando le reclamaron en los desplazamientos laterales para las coberturas. Pero jug¨® bien el bal¨® y estuvo sensacional en el anticipo y en su parcela, del mismo modo que Piqu¨¦ complet¨® un duelo excelente. Dio salida al equipo desde atr¨¢s, no fall¨® en los balones a¨¦reos y festej¨® un gol tras rematar un c¨®rner. Ambos, en cualquier caso, no supieron echarle el lazo a Benzema en el remate del empate desde el ¨¢rea peque?a.

Sergio Ramos y Pepe. Los dos centrales jugaron al l¨ªmite al aceptar el reto guerrillero de Luis Su¨¢rez. Mientras Pepe se contuvo y estuvo bien en el ejercicio defensivo, Ramos perdi¨® los papeles y tras varias entradas que fregaron la expulsi¨®n, vio la tarjeta roja a falta de 10 minutos para cerrar el duelo.

Busquets y Casemiro. Fueron la ant¨ªtesis. Mientras el azulgrana fue el primero en adelantar las l¨ªneas de su equipo para ejecutar el acoso, el madridista siempre cerr¨® atr¨¢s, temeroso de generar huecos que aprovechara la delantera rival. Busquets cre¨® presi¨®n y a Casemiro le devor¨®, incapaz de crear juego con sus pies porque necesitaba un segundo de m¨¢s que el Bar?a le neg¨®.

Rakitic e Iniesta. El 8 no entr¨® demasiado en juego, pero cuando lo hizo dot¨® de sentido al ataque azulgrana, adem¨¢s de ofrecer detalles y quiebros de mago. Pero el espect¨¢culo lo dio el croata, que se multiplic¨® en el campo, generoso en las coberturas a Messi y sensacional en la carrera hacia atr¨¢s. Hasta se anim¨® con dos disparos, uno bien desviado por Navas y otro torcido. Cuando se march¨® del campo, el equipo lo not¨® en demas¨ªa.

Kroos y Modric. El alem¨¢n se perdi¨® en el Camp Nou, infeliz de inicio por correr detr¨¢s de la pelota, pero orgulloso despu¨¦s por regalar el empate. Modric fue m¨¢s rebelde porque pidi¨® el bal¨®n y se subray¨® en el campo con el esf¨¦rico entre las botas. Tambi¨¦n se desvivi¨® en defensa para completar un partido fenomenal.

Luis Su¨¢rez y Neymar. Ejecut¨® un remate acrob¨¢tico desde el v¨¦rtice del ¨¢rea chica que casi le quita el hipo a Navas. Pero fue lo ¨²nico que le sali¨® a derechas porque, m¨¢s all¨¢ de su innegociable brega, a Luis Su¨¢rez no le sali¨® nada. Ni siquiera ese remate que el Camp Nou cant¨® gol tras pase de un Neymar que tampoco estuvo fino. Irregular en el eslalon y desafortunado en el remate, no supo deshacerse de Carvajal.

Bale y Benzema. El primer tiempo de Benzema fue desastroso hasta el punto de que se dudaba de que jugara. Y al gal¨¦s se le vio pero por caer varias veces en el fuera de juego. Aunque los cl¨¢sicos son terreno de Benzema, que apareci¨® una vez y marc¨® gol, a la vez que Bale recuper¨® la efervescencia con carreras por el costado y suyo fue el centro que Ronaldo valid¨® en el triunfo.

Messi. Jug¨® por donde quiso. Por dentro, por la derecha, m¨¢s retrasado... Pero no acab¨® de encontrar su lugar en el primer acto, bien cerrado por las ayudas defensivas del Madrid, como tampoco se remarc¨® a bal¨®n parado. Y cuando mostr¨® su genialidad, ya en la segunda parte, Navas le cerr¨® el paso.

Ronaldo. En una ocasi¨®n que se dej¨® caer por la derecha se marc¨® un zigzag que acab¨® con un disparo centrado que repeli¨® Bravo. No era su noche ni su partido pero su testarudez explic¨® lo contrario. Se present¨® en el ¨¢rea rival en varias ocasiones y cuando le encontraron envi¨® un bal¨®n al larguero y despu¨¦s a la red para certificar el ¨¦xito del Madrid en el cl¨¢sico.