Cuando Simeone era recogepelotas
En 1982, con 11 a?os, el t¨¦cnico del Atl¨¦tico fue expulsado en un Velez-Boca por entregar un bal¨®n r¨¢pido que hizo que hubiera dos pelotas en el campo
En 1982, en Liniers, estadio de V¨¦lez Sarsfield, un recogepelotas aspirante a futbolista fue expulsado por provocar que una segunda pelota permitiera al equipo local montar un ataque r¨¢pido. La treta pudo acabar en un gol en contra de Boca Juniors, que ten¨ªa bajo palos al Loco Gatti, despistado por la duplicidad de balones en el campo. El p¨ªcaro infantil, que posteriormente fue expulsado por el colegiado, no era otro que Diego Pablo Simeone.
?La an¨¦cdota la relat¨® con simpat¨ªa el propio Simeone a los pocos d¨ªas de anunciar su retirada como jugador en una entrevista concedida en diciembre de 2005 al diario argentino La Naci¨®n: ¡°El Loco Gatti sali¨® del fondo, se equivoc¨® y tuvo que sacar la pelota a cualquier lado... pero rebot¨® en la barandita de la platea y volvi¨® a la cancha. Yo estaba justo ah¨ª, de alcanzapelotas, y le tir¨¦ r¨¢pido otra pelota a Vanemerack, que ven¨ªa a la carrera. El Loco estaba distra¨ªdo, se qued¨® mirando la bola que hab¨ªa vuelto al campo, entonces le patearon con la nueva y se fue ah¨ª, pegadita a un palo. Juan Carlos Loustau era el ¨¢rbitro... se acerc¨® hasta donde yo estaba y me dijo que me fuera. ?Incre¨ªble! ?Hasta de alcanzapelotas me echaron!¡±
Treinta y cuatro a?os despu¨¦s, Simeone tendr¨¢ que presenciar los tres partidos que le restan al Atl¨¦tico para concluir la Liga por ordenar alguien cercano a su banquillo que lanzara un bal¨®n para que cortara un contragolpe del M¨¢laga al borde del descanso. Tras la decisi¨®n del Comit¨¦ de Apelaci¨®n de mantener sobre el t¨¦cnico los tres partidos de sanci¨®n al no poder determinarse el autor del lanzamiento, Simeone comenzar¨¢ su periplo por las gradas del Calder¨®n ante el Rayo, la semana que viene el Ciutad de Valencia, y concluir¨¢ su castigo en casa frente al Celta. Tres partidos en los que su equipo se juega la Liga. Tres partidos en las que su imagen en las gradas rememorar¨¢ la trampa antifutbol¨ªstica y antideportiva que orden¨®.
Simeone se?al¨® a un recogepelotas del Atl¨¦tico en la rueda de prensa posterior al partido con el M¨¢laga, pero no eso no le ha servido para quedar exculpado. Las im¨¢genes no muestran al chico lanzando la pelota y existen serias sospechas de que esa segundo bal¨®n pudo salir de un miembro cercano al banquillo que no es un recogepelotas, pero que trabaja para el club. Simeone ha aceptado la sanci¨®n sin rechistar consciente de su culpabilidad y de lo que dice el reglamento, pero la acci¨®n es una mancha que empa?a ese discurso de transmisi¨®n de valores que enton¨® nada m¨¢s eliminar al Barcelona de los cuartos de final de Liga de Campeones.
Para quien ha sido recogepelotas, la funci¨®n de estos va m¨¢s all¨¢ de reponer los balones. Uno de los mayores empe?os de Simeone cuando el Atl¨¦tico disput¨® la final de Copa de 2013 en el Bernab¨¦u contra el Real Madrid fue precisamente que la docena de chavales encargados de la tarea fuera seis de su club y otros seis del rival. No par¨® hasta conseguirlo.
El Atl¨¦tico y Simeone, como la gran mayor¨ªa de clubes, juegan con los recogepelotas seg¨²n el marcador o las circunstancias del juego. Al t¨¦cnico del Atl¨¦tico se le ha visto azuzarlos para que entreguen el bal¨®n con rapidez y alg¨²n gol de su equipo en el Calder¨®n ha tenido que ver con esa celeridad. Lo que nunca se le hab¨ªa visto era ordenar cortar una jugada del rival de esa manera tan artera.
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