Derrota p¨ªrrica de los favoritos en el primer final de monta?a
Victoria de Wellens y ataque de Dumoulin de rosa, que gana segundos sobre Valverde, Nibali y Landa
El Giro gira por la historia de Italia y la de sus romanos, las batallas que puntuaron los primeros a?os de bachillerato y que se repiten incruentas, representaci¨®n de una representaci¨®n, en una carrera ciclista 24 siglos despu¨¦s, y sus conceptos y met¨¢foras. El mi¨¦rcoles, el d¨ªa del cumplea?os de Kittel y del sprint del Gorila Greipel, elogio a la velocidad resistente y la fuerza, acabaron todos en Benevento, donde, cuando era Malevento a¨²n, pasaron los romanos por debajo de la Horcas Caudinas, y donde, unos a?os despu¨¦s, sufri¨® Pirro de ?piro la victoria p¨ªrrica que tanto jugo ha dado a los cronistas. Siguiendo con el hilo, el jueves, unos kil¨®metros m¨¢s arriba atravesado el macizo del Matese y cruzada la puerta de los Abruzos a una quincena de kil¨®metros de la meta, fue el d¨ªa de la derrota p¨ªrrica de los favoritos, de Nibali, Landa y Valverde, que vieron fugarse por delante, en los dos ¨²ltimos kil¨®metros de la extra?a ascensi¨®n a la estaci¨®n de esqu¨ª de Aremogna, a toda su nobleza y no supieron c¨®mo responder.
O, quiz¨¢s, dieron una respuesta que no se puede interpretar. O, como dijo Eusebio Unzue, que vio la etapa y a su Valverde por la tele desde Espa?a, fue una etapa que no dice nada o, que si lo dice, solo puede despertar interrogantes.
Acabaron felices en la cima el ganador del d¨ªa, el belga de la larga fuga Tim Wellens, ligero de desarrollo y fuerte de ¨¢nimo, y, detr¨¢s de ¨¦l, Fuglsang, el hombre dan¨¦s de Nibali, que ayud¨® a los rivales que le segu¨ªan, el gran Dumoulin, atacante de rosa como en la Vuelta lo hac¨ªa tambi¨¦n, de rojo, la primera semana, y el desgarbado Zakarin, y los peque?os Pozzovivo y Chaves. Acab¨®, a secas, Valverde, a 14s de Dumoulin, quien hab¨ªa acelerado a dos kil¨®metros de la cima, en la zona del falso llano donde sobre los escaladores ligeros y relativos ten¨ªan ventaja los hombres de vatios absolutos, no penalizados all¨ª por su peso. Acabaron con dudas, Nibali, que atac¨® tambi¨¦n en un puerto veloz que no le favorece y cuyas fuerzas no estuvieron a la altura de su ambici¨®n, y Landa, al que le cuesta entrar en carrera.
Antes de que, el domingo ya en Toscana, acabe la primera parte del Giro que gira veloz hacia el norte, a Dumoulin, del que todos hablan con el mismo respeto con el que hablaban hace unos meses en la Vuelta, y con la misma falta de temor, le quedan dos d¨ªas favorables, el puerto de tierra el s¨¢bado llegando a Arezzo, una etapa especie de mini strade bianche, y la vin¨ªcola y complicad¨ªsima contrarreloj del Chianti (40,5 kil¨®metros) el domingo. Saldr¨¢ del doble d¨ªa con m¨¢s de dos minutos sobre los favoritos, y comenzar¨¢ su defensa, que los favoritos creen demoler¨¢n inaguantables en la ¨²ltima semana, la de las monta?as m¨¢s altas, all¨ª donde el peso pesa.
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