El Sevilla de HH deja al Bar?a sin Copa de Europa
Era el Domingo de Resurrecci¨®n de 1957 y terminaba la Liga. El Bar?a recib¨ªa al Sevilla con el segundo puesto en juego. Un puesto con mucha miga. El Madrid ya era campe¨®n, desde el domingo anterior, por su victoria en Zaragoza. Y ten¨ªa a mano repetir t¨ªtulo en la Copa de Europa, de la que ya hab¨ªa ganado la primera edici¨®n. Estaba en las semifinales, hab¨ªa ganado 3-1 al Manchester United en casa. Le bastaba con defender ese resultado en Old Trafford para ir a la final, que habr¨ªa de disputarse en el Bernab¨¦u, honor que le correspond¨ªa al Madrid como ganador de la anterior edici¨®n, la primera.
En fin, que ten¨ªa bastante a mano ganar la Copa de Europa, adem¨¢s de la Liga. Y en ese caso, el subcampe¨®n de Liga tendr¨ªa acceso a la plaza correspondiente al campe¨®n espa?ol, pues el Madrid acudir¨ªa como campe¨®n de Europa.
De ah¨ª la importancia de ese Bar?a-Sevilla. La Copa de Europa, en s¨®lo dos ediciones (esta por completar) se hab¨ªa revelado como la gran competici¨®n del futuro. Su contrafigura, la Copa de Ferias, se estaba quedando en poco. En dos cursos a¨²n no hab¨ªa completado su primera edici¨®n, que exigir¨ªa tres. El Bar?a, que apost¨® por ella, ve¨ªa que el prestigio se lo llevaba el Madrid por la Copa de Europa. Y quer¨ªa jugarla, necesitaba jugarla. El Sevilla, dirigido por el genial y pol¨¦mico Helenio Herrera, tambi¨¦n lo ambicionaba. De eso se hablaba, y mucho, en las v¨ªsperas del partido, al que llegaron empatados a 38 puntos. El Sevilla hab¨ªa ganado el de la primera vuelta en su campo de Nervi¨®n, as¨ª que en caso de empatar ahora, el segundo puesto ser¨ªa suyo.
Era un estupendo Sevilla, con Helenio Herrera en su tercera temporada all¨ª. Un buen portero vasco, Busto; un gran defensa asturiano, Campanal; el formidable delantero navarro Arza, y una gran mayor¨ªa de sevillanos, a los que Helenio Herrera recordaba, una vez que habl¨¦ con ¨¦l, como artistas, disciplinados y alegres:
¡ªNunca lo pas¨¦ tan bien. A la menor ocasi¨®n estaban tocando las palmas y riendo. Nunca me fue tan f¨¢cil mantener un buen ambiente en un grupo.
El Bar?a tambi¨¦n era formidable, con Kubala como estrella, un emergente Luis Su¨¢rez en el otro interior, el gran goleador Eulogio Mart¨ªnez, buenos extremos y una parte de atr¨¢s, todos catalanes, que serv¨ªa de base a la Selecci¨®n Nacional.
S¨®lo que ven¨ªa un poco alica¨ªdo: el domingo anterior hab¨ªa perdido en su visita al Espa?ol, al tiempo que el Madrid ganaba en Zaragoza y se proclamaba campe¨®n. Ah¨ª se le hab¨ªa ido la Liga al Bar?a. Por el contrario, el Sevilla ven¨ªa de meterle esa misma fecha, 4-1 al Athletic, otro grande de Espa?a en esos a?os.
Helenio Herrera tiene miedo a la Semana Santa, a la afici¨®n de sus sevillan¨ªsimos jugadores a salir en las cofrad¨ªas y pasar horas de pie viendo las procesiones. Aprovecha que ya hay l¨ªnea de vuelo Sevilla-Barcelona y se los lleva el jueves. Se concentrar¨¢n en Castelldefells. No quiere ni las distracciones de Barcelona.
Llega con piel de cordero. Se queja de las bajas: tiene lesionados a los dos extremos titulares, Loren y Pahuet, y a los que podr¨ªan servirle de suplentes, Pay¨¢ y Quirro. Adem¨¢s, el interior Dom¨¦nech ha sufrido un corte, se est¨¢ tratando con penicilina. Lamenta que no est¨¦n ni Arsenio ni Antoniet, fichados para la inminente Copa.
Tambi¨¦n Balmanya, que concentra a los suyos en Vallvidrera, sufre bajas. Bosch, expulsado ante el Espanyol, ha sido sancionado por cuatro partidos. Mandi est¨¢ lesionado. Basora est¨¢ enfermo del est¨®mago. Por Bosch y Mandi jugar¨¢n los j¨®venes Verg¨¦s y Tejada, llamados a hacer gran carrera en el club. Por Basora, ya se ver¨¢. Quiz¨¢ Villaverde, quiz¨¢ el comod¨ªn Flotats.
El partido es a las cinco de la tarde, con el previo de un choque de juveniles entre la Pe?a Azulgrana y la Pe?a Cinco Copas, a las tres y cuarto. As¨ª la gente iba llegando escalonadamente. Las Corts se llena. Arbitrar¨¢ Birigay, ante el que hay algunas reservas. En sus partidos eran frecuentes los l¨ªos. Se sol¨ªa decir: ¡°?Birigay? ?Guirigay!¡±.
Seg¨²n saltan los jugadores, la megafon¨ªa da las alineaciones:
Barcelona: Ramallets; Olivella, Brugu¨¦, Gracia; Verg¨¦s, Segarra; Basora, Kubala, Eulogio Mart¨ªnez, Luis Su¨¢rez y Tejada.
(Hay un ?ahhhh¡! de alivio al saber que juega Basora).
Sevilla. Busto; Romero, Campanal, Valero; Ruiz Sosa, Enrique; Pep¨ªn, Arza, Pepillo, Dom¨¦nech y Amaro.
A la prensa le llegan las mismas alineaciones, con los correspondientes n¨²meros.
Empieza el partido y pronto los periodistas barceloneses ven que algo no les cuadra. Campanal, muy conocido, no lleva el 5, sino el 3. El 5 lo lleva otro, que alguien identifica como el lateral Romero. Arza no es el 8, sino el 7. Y as¨ª siguiendo. Nadie ve a Ruiz Sosa ah¨ª abajo. El 4 lo lleva alguien que no se sabe qui¨¦n es, y que se mueve por delante de la defensa.
Herrera dio las alineaciones mal de forma premeditada y el Bar?a se lio
El Sevilla no juega la WM como casi todos en la ¨¦poca. El 8 marca al hombre a Kubala, eso s¨ª est¨¢ claro en medio de aquel galimat¨ªas. ?Qui¨¦n es el 8? Alguien lo identifica como Enrique. Juegan muy agrupados atr¨¢s, pero de repente hay una salida r¨¢pida, Arza se va por la derecha, env¨ªa a la frontal del ¨¢rea y aparece Enrique para marcar. ?Enrique? ?No es el que est¨¢ marcando a Kubala? Pues s¨ª, es el mismo, el 8. Pero se ha desenganchado y ha llegado completamente solo. Es el minuto 21 y gana el Sevilla, 0-1. La prensa barcelonesa hablar¨¢ el d¨ªa siguiente de ¡°t¨¢ctica del b¨¦ton el¨¢stico¡±. (B¨¦ton, cemento en franc¨¦s, es como se conoc¨ªa en aquellos a?os el cerrojo).
El Bar?a juega mal. Balmanya no sabe abordar el l¨ªo que le ha montado Helenio Herrera. En el descanso, los periodistas mandan un enviado a vestuarios a enterarse de verdad qui¨¦n es qui¨¦n, sobre todo qui¨¦n es el misterioso n¨²mero 4, que nadie identifica con Ruiz Sosa. La pesquisa es buena. Se entera de que es Maraver, un joven suplente de la defensa. Ahora todo cuadra: est¨¢ jugando de cuarto defensa, por delante, como tap¨®n. Por fin todos tienen el Sevilla de verdad, con sus n¨²meros.
A la vuelta del descanso, Kubala empata, en un buen remate. Eso anima al p¨²blico, pero el equipo no mejora. El partido discurre sin demasiados agobios, aunque Busto tiene que hacer alguna parada. Final, 1-1. El Sevilla es segundo.
El Bar?a protesta. Una reciente circular federativa obligaba a dar las alineaciones antes del partido. Helenio Herrera la ha dado deliberadamente mal, para confundir. S¨ª, pero ?qu¨¦ se puede hacer? Una amonestaci¨®n y ya est¨¢.
El Sevilla es segundo y, en efecto, ir¨¢ a la Copa de Europa. El Bar?a tendr¨¢ que esperar. Lo conseguir¨¢, precisamente, con Helenio Herrera, al que fichar¨¢ para la 58-59 con ¨¦xito fulminante: doblete el primer a?o y Liga el segundo.
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