Gasquet, el sost¨¦n del orgullo patrio

Cada uno ameniza las esperas como puede. Andy Murray, por ejemplo, lo hace apoyado sobre una pared, masticando una barrita energ¨¦tica en el t¨²nel que da acceso a la Chatrier, a resguardo de la lluvia; Novak Djokovic, mientras, apuesta por aportar un poco de show, tomando prestado el paraguas de una aficionada y emulando en la pista el baile de Frank Sinatra; unos, como Carla Su¨¢rez, con desplazamientos de un lado a otro, mareados porque no encuentran acomodo para el entrenamiento; y otros, el p¨²blico que acudi¨® ayer a Roland Garros, engullendo crepes (chocolate o azucaradas) y esperando la buena nueva, con la ilusi¨®n de que se retirasen las lonas de las pistas y que por megafon¨ªa no sonase las palabras indeseadas: jeux annul¨¦s.

Error. Ayer, de nuevo, por segundo d¨ªa consecutivo, la lluvia volvi¨® a hacer estragos en el programa del torneo. Retrasos, interrupciones y otra vez un buen pu?ado de partidos suspendidos. Se pudieron disputar apenas dos del cuadro femenino (Samantha Stosur, 7-6 y 6-3 a Simona Halep y Tsvetana Pironkova, 2-6, 6-3 y 6-3 a Agnieszka Radwanska) y arrancaron otros dos del cuadro masculino, el de Roberto Bautista contra Djokovic (3-6, 6-4 y 4-1 a favor del serbio antes del par¨®n) y el de Marcel Granollers (2-6 y 7-6, igualdad con Dominic Thiem). Despu¨¦s, otro d¨ªa m¨¢s, stand by; lonas extendidas y todo el mundo a casa, con el cabreo consiguiente por m¨¢s que los parisinos tengan asumida la din¨¢mica del torneo.

Los franceses que visitaron ayer el Bois de Boulogne se fueron de u?as. ?Por qu¨¦? Porque pudieron ver muy poco tenis, pero sobre todo porque no pudieron ver a la esperanza patria en el torneo, su torneo: Richard Gasquet. El franc¨¦s, 29 a?os, es el sost¨¦n al que se agarra el pa¨ªs. Con el resto de sus compatriotas fuera de combate, ¨¦l es quien tiene ante s¨ª el reto que hoy d¨ªa suena a utop¨ªa: lograr que un tenista franc¨¦s vuelva a levantar la Copa de los Mosqueteros. Desde que lo hiciera Yannick Noah, en 1983, hace 33 a?os, ning¨²n galo lo ha conseguido. Y, rebobinando m¨¢s atr¨¢s, hay que remontarse hasta 1946 (Marcel Bernard) para encontrar el precedente.

El proceso de la madurez

¡°Jugar en Par¨ªs, en la cuarta ronda, contra uno de los mejores del mundo y con toda la grada animando es lo m¨¢ximo para un jugador franc¨¦s¡±, dijo cuando bati¨® a Kei Nishikori (sexto en la ATP) y aterriz¨® por primera vez en los cuartos de final, despu¨¦s de 13 participaciones. Ah¨ª le espera el escoc¨¦s Murray, nada m¨¢s y nada menos, uno de los favoritos. ¡°?Madurez? No lo s¨¦¡±, respond¨ªa el galo, cuyo tope en un Grand Slam son las semifinales (Wimbledon 2007 y 2015, y US Open 2013) y que a lo largo de su carrera ha conquistado 13 t¨ªtulos individuales ¨Ceste a?o uno, en Montpellier¨C, con 13 finales m¨¢s en su hoja de servicios ¨CCanad¨¢ 2006 y 2012, y Hamburgo 2005 son las m¨¢s significativas¨C y el bronce ol¨ªmpico de Londres 2012.

Tutelado por el catal¨¢n Sergi Bruguera desde hace tres a?os, Gasquet siempre ha desprendido la sensaci¨®n de que si hubiese sido m¨¢s consistente mentalmente, si tuviera un punto m¨¢s de ambici¨®n, podr¨ªa haber alcanzado cotas importantes. Su rev¨¦s, pl¨¢stico y efectivo, es uno de los m¨¢s apreciados en el circuito. ¡°Nunca he visto uno similar¡±, describe Feliciano L¨®pez. Sin embargo, en las citas de altura tiende a derrumbarse y las lesiones le han acribillado desde hace a?os. ¡°Empieza de verdad a estar maduro¡±, apunta Bruguera en declaraciones a la web oficial de la ATP; ¡°si no hubiese tenido tantos problemas f¨ªsicos hubiera logrado muchas m¨¢s cosas¡±.

La losa hist¨®rica, 33 a?os de sequ¨ªa

De momento, Gasquet es el ¨²nico superviviente franc¨¦s, porque el resto fueron cayendo uno tras otro. Los m¨¢s curtidos, como Jo-Wilfred Tsonga (siete del ranking), Gilles Simon (18), Benoit Paire (21) o Jeremy Chardy (32); los jovencitos, caso de Lucas Pouille (31); o por supuesto, el que ni siquiera pudo competir, Gael Monfils, a un lado debido a una lesi¨®n. ¡°El a?o pasado ya hizo buenos partidos, pero aqu¨ª con Nishikori ha tenido el momento m¨¢s importante de su carrera. Nunca hab¨ªa hecho cuartos de final en Roland Garros y est¨¢ soportando una gran presi¨®n¡±, destaca su t¨¦cnico; ¡°est¨¢ en su mejor momento, aprendiendo a gestionar bien los peque?os detalles¡±.

Con ¨¦l, Gasquet encuentra el gu¨ªa id¨®neo; no en vano, Bruguera gan¨® dos veces (1993 y 1994) el major franc¨¦s. ¡°Cuando consigues buenos resultados, este tipo de chicos tienen una maravillosa experiencia, mucha m¨¢s que la de entrenadores que nunca han jugado al tenis. Ellos saben ver el tenis, saben qu¨¦ ocurre; saben si est¨¢s jugando demasiado corto o demasiado largo. Es lo que m¨¢s me gusta de ¨¦l, su enorme experiencia. Esto es por lo que los jugadores elegimos t¨¦cnicos que han ganado granes finales, porque su experiencia es muy grande¡±, argumenta Gasquet, ahora el 12 en el listado mundial.

Hoy d¨ªa, sobre sus hombros, la losa de la historia. Sostener en casa el orgullo de Francia, un pa¨ªs que a?ora los dulces tiempos de los Ren¨¦ Lacoste o Jean Borotra, de los Henri Leconte o Noha, de las Suzzane Lenglen, Simone Mathieu o Mary Pierce. A un abismo de todos ellos, Gasquet es la esperanza francesa. Juega ¨¦l y las tribunas de la Chatrier vibran.