Luis Salom: Padre Nuestros, mariachis y muchas risas
El piloto vivi¨® agradecido por dedicarse a su gran pasi¨®n desde que su abuelo le dio una Rieju para correr
La tez morena, los ojos marrones y un lunar encima del labio. El pelo corto, el cuerpo tatuado, casi ni un cent¨ªmetro de piel libre. Su madre, Mar¨ªa, tambi¨¦n en su piel y en el centro de sus pensamientos; siempre a su lado, en cada viaje (de Palma a Barcelona y de all¨ª a medio mundo), en cada gran premio, cada d¨ªa de entrenamientos, en cada cura, cada masaje en la cl¨ªnica m¨®vil de cada circuito del calendario. Su padre, tambi¨¦n Luis, siempre aguardaba en Mallorca, junto al hijo peque?o, Jaume, el otro rey de la casa, de 16 a?os y con par¨¢lisis cerebral. Y su hermana, To?i, la mayor, embarazada de pocas semanas. De hecho, dio la noticia a la familia tras el pasado gran premio de Italia.
Vivaracho, simpatic¨®n, charlat¨¢n. Creyente. O como m¨ªnimo, de rituales fijos: santiguarse cada vez que se sub¨ªa a la moto, rezar un Padre Nuestro antes de cada carrera. Apodado el Mexicano, aunque nacido en Mallorca 24 a?os atr¨¢s, a Salom le cost¨® tanto desvelar de d¨®nde le ven¨ªa el apodo que el d¨ªa que lo hizo tuvo miedo de no cumplir con las expectativas al explicar la historia. No hab¨ªa mariachis implicados. L¨¢stima. Pero siempre hab¨ªa risas si el relato depend¨ªa de Luis. ¡°Viene por mi m¨¢nager¡±, se arranc¨®.
Y sigui¨®: ¡°Su hermano, ten¨ªa un caballo de carreras negro, en Argentina, se llamaba Mexicano. Pero no le sali¨® como ¨¦l esperaba: resulta que en una carrera se qued¨® parado en la salida. Cuando el hermano me conoci¨® y vino a unas cuantas carreras, empezaron con la broma, y a decirme que a ver si yo iba a ser como su caballo y me iba a quedar clavado en la salida¡±. Pero no lo hizo. De hecho, aquel d¨ªa cont¨® la historia de Mexicano rodeado de periodistas y tras subirse al podio. Subcampe¨®n de Moto3, el salto a Moto2 le cost¨® un poco m¨¢s, aun as¨ª sumaba tres podios en estas ¨²ltimas temporadas y era el d¨¦cimo clasificado de la general de este a?o.
El 2012 fue su a?o: siete victorias, doce podios en total. S¨®lo un avezado Maverick Vi?ales le impidi¨® convertirse en campe¨®n del mundo de Moto3. Siempre fue el favorito de una temporada magn¨ªfica, competida, en la que se doctor¨® en victorias en la ¨²ltima vuelta. Pero, iron¨ªas de la vida, perdi¨® el t¨ªtulo en la ¨²ltima curva de la ¨²ltima carrera.
Se mord¨ªa las cut¨ªculas, pero nunca las u?as. No tomaba caf¨¦. Ni leche. ¡°S¨®lo zumos¡±. Y se enorgullec¨ªa de un adelantamiento doble que firm¨® en Indian¨¢polis sobre el propio Vi?ales y Sandro Cortese, dos campeones del mundo, en aquel magn¨ªfico 2012.
Su abuelo Toni Salom, el instigador, a quien hay que buscar en Palma si se quiere uno comprar una moto, el que se llevaba a sus nietos (tambi¨¦n a David y Toni) a montar en moto de peque?os y a entrenar al circuito de Calafat, de Palma a Tarragona, poca broma, con una Rieju, seguro que tambi¨¦n recuerda aquel adelantamiento.
Le encamin¨® bien Toni. Era feliz. Dec¨ªa Salom, el nieto, con su gracia particular, que no sab¨ªa que hubiera sido de no ser piloto: ¡°Lo que s¨¦ es que no tendr¨ªa la vida que tengo, estoy agradecido. Supongo que hubiese estudiado m¨¢s, pero no ten¨ªa muchas alternativas. Y no me gusta m¨¢s deporte que este. Un poco el boxeo, pero no ten¨ªa ganas de destrozarme mi cara bella¡±. Puro estilo Salom. No le apasionaba otra cosa. Pero su pasi¨®n acab¨® con su cara bella.
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