Messi enciende Am¨¦rica
La albiceleste derrota a una agresiva Panam¨¢ despu¨¦s de tres goles del 10 y una nueva lesi¨®n de Di Mar¨ªa
Apareci¨® Messi y comenz¨® una nueva Copa Am¨¦rica. La vida no es la misma con o sin el 10, de nuevo protagonista, autor de tres goles en media hora despu¨¦s de un partido y medio de suplente, resguardado sabiamente por Tata Martino. La irrupci¨®n del delantero ilumin¨® un torneo a veces excesivamente pesaroso y dio fe de vida de una selecci¨®n albiceleste contradictoria, recompuesta desde que el punta del Barcelona compareci¨® en Chicago. Arranc¨® el 10 despacito y resolvi¨® en un abrir y cerrar de ojos para suerte de Argentina.
Hay partidos que enga?an porque parecen dispuestos para una cosa y despu¨¦s resulta que demandan la contraria, como el que disputaron Argentina y Panam¨¢. Hab¨ªa mucha expectaci¨®n por ver reaparecer a Messi, lesionado en el amistoso con Honduras y desacreditado por Maradona, que vendi¨® su alma al diablo cuando se abraz¨® a Pel¨¦ y acus¨® a Lio de no tener personalidad, sobre todo cuando juega con Argentina. Martino opt¨® por cuidar al 10 durante una hora y no pareci¨® una mala idea precisamente ante el desagradable partido de Panam¨¢.
Messi, barbudo y con la cinta de capit¨¢n en su brazo izquierdo, reapareci¨® cuando quedaba media hora y el encuentro ya hab¨ªa sido domado por Argentina. Hab¨ªa acabado tambi¨¦n la gasolina la dura Panam¨¢. El panorama invitaba por fin a que saliera el 10 y certificara el pase a los cuartos de final como as¨ª sucedi¨® cuando el delantero azulgrana agarr¨® la pelota, se escor¨® un poco y sac¨® un remate r¨¢pido y al costado derecho de Penedo: 2-0. La suerte de Argentina depende de nuevo de la salud de sus futbolistas bandera: Messi y el lesionado Di Mar¨ªa.
Argentina se arranc¨® con el mismo equipo que derrot¨® a Chile. Messi se com¨ªa las u?as en el banco mientras jugaba Gait¨¢n. Al equipo le cuesta tener la pelota y se incomoda cuando le aprietan como hace Panam¨¢. Los muchachos del Bolillo G¨®mez interrump¨ªan el partido de forma constante, no paraban de hacer faltas, buscaban el cuerpo a cuerpo, quer¨ªan ponerle la camisa de fuerza al equipo del Tata. No corr¨ªa el cuero en Chicago. As¨ª que la albiceleste empez¨® a marcar las diferencias a bal¨®n parado: Otamendi cabece¨® una falta lateral botada por Di Mar¨ªa.
Messi: ¡°Ojal¨¢ esta Copa no se nos escape¡±
Lionel Messi dej¨® atr¨¢s su traumatismo en la zona lumbar y se estren¨® en la Copa Am¨¦rica Centenario. La reaparici¨®n del 10 la agradeci¨® toda la afici¨®n de Chicago y, sobre todo, el cuadro del Tata Martino. ¡°De a poquito se me fue pasando el dolor, lo ideal era arrancar despacito. Hizo un gran trabajo todo el equipo, jugamos contra un conjunto muy intenso¡±, coment¨® el delantero del Barcelona, tras el partido.
¡°Ojal¨¢ esta Copa no se nos escape. En el primer partido se hizo un gran esfuerzo ante Chile. Vamos a ir creciendo, pero con tranquilidad. Estoy muy agradecido al trato de la gente¡±, concluy¨® la Pulga, que con el hat-trick de este viernes suma 53 dianas con la Albiceleste y est¨¢ a un gol del m¨¢ximo anotador de Argentina, Batistuta (54).
El gol atemper¨® a Argentina, que de salida hab¨ªa estirado y ensanchado el campo para descolocar a Panam¨¢, y el partido recuper¨® su tono ¨¢spero y discontinuo, fuera de control, exigida defensivamente la albiceleste por las cargas del rival y las entradas de Quintero. Hab¨ªa m¨¢s tarjetas que ocasiones en el Soldier Field. No entraba en juego Banega y no encontraba la pelota ni el hilo del juego el plantel de Martino. El bal¨®n volaba m¨¢s a menudo por el ¨¢rea de Romero que por el terreno defendido por Penedo. El jugador bandera de Argentina era Mascherano.
Panam¨¢ atacaba al volante y Mascherano se venc¨ªa provocador o se bat¨ªa como un jabato, a veces de pie y en otras desde el suelo, centro de un partido muy inc¨®modo para Argentina. Las faltas se suced¨ªan, las p¨¦rdidas eran reiterativas y la hinchada no paraba de mirar hacia Messi. A la que se paraba el juego, se escuchaban gritos en favor de la salida del 10, hasta que una falta de Camargo puso sobre aviso a Argentina, incapaz de salir a la contra, por m¨¢s efectiva que sea en la recuperaci¨®n del cuero, habituada al contragolpe como se vio ante Chile.
La refriega se puso tan desagradable que a la media hora Panam¨¢ se qued¨® con diez por la expulsi¨®n de Godoy despu¨¦s de pegar a Gait¨¢n. A partir de la superioridad num¨¦rica, Argentina respir¨® un poco, pas¨® a dominar la cancha y redujo a la agresiva Panam¨¢. El suyo era un dominio est¨¦ril porque los laterales no le dan profundidad, ni si quiera se despliegan, y adem¨¢s se rompi¨® Di Maria. Volcado en el costado izquierdo, el volante se rompi¨® al igual que ya le pas¨® en el Mundial de Brasil. Una mala noticia para un equipo que agradece el dinamismo del jugador del PSG.
No sali¨® Messi sino Lamela y el p¨²blico se enfri¨® como el partido para suerte de Panam¨¢, que sigui¨® a la suya, muy intenso, tan fuerte con los pies como con las manos, sin dar una concesi¨®n, intimidador en el cierre de su cancha, bloqueando las contras de Argentina. Mejor¨® con el tiempo la albiceleste, cada vez m¨¢s paciente y luminosa, a gusto con las posesiones largas, enganchada a Banega. Higua¨ªn perdon¨® el segundo gol despu¨¦s de un pase del volante que ha venido jugando en el Sevilla antes de que entrara en escena Leo Messi.
La salida del 10 complet¨® la obra de su equipo y anim¨® a los espectadores de Chicago. El partido tom¨® velocidad y cayeron tres goles de Messi: uno despu¨¦s de una jugada accidentada, excelentemente bien resuelta; el segundo en un tiro libre directo y el tercero precioso por la recepci¨®n, el recorte, la manera de armar la pierna y la colocaci¨®n en un palmo de terreno ante las narices de Penedo. Aunque se puede discutir mucho sobre el nuevo rol de Messi, y tambi¨¦n sobre su liderazgo, nadie cuestiona su capacidad para definir y pasar, como se vio en la asistencia a Ag¨¹ero.
Ubicado como 9, Messi marc¨® las diferencias en el momento en que el partido se puso a pedir de boca para Argentina.
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