Griezmann saca del l¨ªo a Francia
Los galos, de nuevo espesos, vuelven a ganar (2-0) en el ¨²ltimo suspiro, esta vez con un gol del colchonero ante una Albania encomiable
La ruleta es francesa, el azar es suyo. Si un gol en el ¨²ltimo respiro le alivi¨® ante Rumania, otro tanto de Griezmann cuando ca¨ªa el tel¨®n le evit¨® un batacazo monumental frente a la encomiable Albania, que compiti¨® con grandeza. El partido dej¨® en muy mal lugar a Didier Deschamps, el seleccionador galo, que se hizo un l¨ªo morrocotudo. Francia, aturdida por su t¨¦cnico, que modific¨® el sistema tras el espeso duelo inaugural, primero fue la nader¨ªa, con un primer tiempo de barbecho absoluto. Luego, en el intermedio, rectific¨® y cuando al menos el equipo tuvo mayor timbre de autoridad volvi¨® a intervenir para mal con los cambios. Griezmann, los duendes o quien fuera, acudieron al rescate.
De entrada, el entrenador franc¨¦s cambi¨® el dibujo tras el ag¨®nico triunfo sobre Rumania y durante 45 minutos se vio ante otro partido de los suyos sin gracia alguna. El seleccionador franc¨¦s se?al¨® a sus dos estrellas, Griezmann y Pogba, relevados en el choque inaugural en Par¨ªs y en Marsella a la sombra. El primero tard¨® 67 en minutos en dejar la reserva, el segundo lo hizo tras el intermedio. Deschamps quiz¨¢ calculara que por ser Albania el rival el castigo era oportuno. Al t¨¦cnico le fall¨® la estrategia, la advertencia al colchonero y el Juventino no surti¨® efecto. En medio tiempo, Deschamps dio marcha atr¨¢s.
Francia fue de nuevo un equipo borroso, sosaina y desorientado. Lo mismo dio que esta vez Deschamps envidara con un 4-2-3-1 y no con el 4-3-3 del estreno. Ech¨® el lazo a dos extremos puros de 20 a?os, Coman por la derecha y Martial por la izquierda. Del jugador del Bayern apenas hubo migas en el primer acto. El sobrevalorad¨ªsimo Martial, que con variables puede llegar a costarle 80 millones de euros al Manchester United, fracas¨® en cada intervenci¨®n. Payet, destinado a flotar con enganche de Giroud, fue el ¨²nico franc¨¦s con dos pinceladas. El resto, todo brochazos. Ni un remate entre palos en todo el primer tramo, apenas dos cabezazos fuera del grandote Giroud.
Tan raqu¨ªtica se ve¨ªa Francia que antes del minuto 40 ya calentaba Pogba. Albania no era garraf¨®n. Sus chicos, dispuestos a dejarse el coraz¨®n en los huesos, no se arrugaron. Firmes en la retaguardia, con laterales doblados para cerrar a los extremos franceses, los albaneses se sintieron m¨¢s y m¨¢s a gusto. Hasta se animaron en echar alg¨²n vistazo a Lloris, atento en una peligrosa llegada de Hysaj. M¨¢s no se le puede pedir a esta milagrosa Albania que hace dos d¨¦cadas lleg¨® a encadenar m¨¢s de 40 partidos seguidos sin ganar. Hoy est¨¢ en el para¨ªso, con gente reclutada a la carrera por todos los rincones de Europa por el italiano Di Biasi. Jugadores de perfil medio que se apa?an de maravilla como grupo.
Payet vuelve a lucirse
Albania no ha sido el de un equipo de relleno que se haya colado por la gatera en la ampliada cartelera de esta Eurocopa. El f¨²tbol permite hacer realidad sue?os como el alban¨¦s, un modesto m¨¢s que se ve capaz de improvisar la gloria. Porque glorioso es que resistiera lo que resisti¨® ante Francia. Primero cuando le equilibr¨® el partido por juego, luego, ya con la mayor combusti¨®n local, cuando mantuvo el tipo sin desplomarse, con orden. Y hasta pudo verse en los cielos cuando Memushaj remat¨® al poste en el minuto 52. Una tiritona se sinti¨® en toda Francia.
De vuelta del descanso, ya con Pogba por el inoperante Martial, les bleus?cogieron otra marcha. No fue un derroche de lucidez, pero recuperado el 4-3-3, Payet tuvo m¨¢s participaci¨®n. Nadie mejora mejor a esta Francia con m¨¢s m¨²sculo que ingenio. Fue el propio Payet quien desde un costado, ya en posici¨®n menos centrada, asisti¨® a Pogba, otra vez sin ninguna relevancia, cuyo zapatazo se desvi¨® un palmo. Con otro ritmo, Francia al menos tuvo otra pujanza, mayor fervor. Coman se activ¨® y Giroud ten¨ªa m¨¢s sustento para su juego a¨¦reo, lo ¨²nico que le distingue. Y en el mejor momento de los azules, otro enredo de Deschamps. Para estupor general retir¨® a Coman en su mejor momento de la noche. Para sorpresa global limpi¨® a Giroud justo cuando acababa de producir las dos grandes ocasiones galas, dos cabezazos, uno alejado del gol por un dedo y otro al poste derecho de Berisha. Con tanto traspi¨¦ del pizarrero, la fortuna se ali¨® de nuevo con Francia y Griezmann, uno de los marcados por Deschamps, resolvi¨® la papeleta. Payet, con otro golazo, con recorte, amago y tiro en comba dentro del ¨¢rea, sentenci¨® lo que para los albaneses hubiera sido un Marsellazo en toda regla, su gran Maracanazo.
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