Nairo e Izagirre, la locura de dos ciclistas anima un d¨ªa en las carreras
Escapadas de generosidad y grandeza de dos corredores en la Ruta del Sur y la Vuelta a Suiza
Cuando le alcanzaban, el pelot¨®n lanzado llegaba a toda velocidad como una exhalaci¨®n, Nairo Quintana se baj¨® de la bicicleta y orin¨® tranquilo al sol caluroso del sur de Francia en la cuneta. A Gorka Izagirre le cogieron a c¨¢mara lenta, durante la penosa ascensi¨®n a un puerto suizo con lluvia g¨¦lida, y el grupito que le alcanz¨®, en el que iba su hermano Ion, le pas¨® despacito cerca ya de la cima, y ¨¦l, casi exang¨¹e, sigui¨® pedaleando sin fuerzas, solo pensando en llegar a la meta. La conducta il¨®gica de dos corredores, la locura podr¨ªa llamarse jocosa del escalador colombiano, el ataque de hero¨ªsmo del todoterreno vasco, transformaron dos etapas cualesquiera de dos carreras de un d¨ªa de junio olvidable sin lamento el d¨ªa siguiente en dos momentos de ciclismo que se recordar¨¢n las noches de invierno.
Al mayor de los hermanos Izagirre y a Quintana, los dos que tuvieron el d¨ªa inesperado, les unir¨¢ en julio, durante el Tour, el v¨ªnculo que une a los jefes con sus gregarios. Gorka Izagirre es quiz¨¢s su hombre en el Movistar al que quiere siempre a su lado, el ciclista que sabe que le dar¨¢ todo, como lo comprob¨® hace dos a?os el d¨ªa del Giro y la nieve en el Gavia y el Stelvio en el que el vasco convenci¨®, abrig¨®, aliment¨® al colombiano, y le dio de beber, antes de que este lanzara su ataque definitivo en el descenso y luego le acompa?¨® hasta el pie del ascenso final.
Cuando atac¨® en Suiza y se escap¨® de un pelot¨®n que no parec¨ªa tener las ideas muy claras descendiendo tranquilo el Klausenpass, Izagirre sab¨ªa que ni pod¨ªa ganar la etapa, pues la gran fuga de 13 se encontraba a m¨¢s de siete minutos, ni, seguramente, tampoco podr¨ªa dar un gran golpe en la general, en la que se encontraba solo a 24s del l¨ªder, porque, aunque contara con el apoyo de su compa?ero S¨¹tterlin, que se descolg¨® de la fuga para acompa?arle, quedaban casi 50 kil¨®metros y para la meta, al final de un dur¨ªsimo puerto de primera. Gorka se escap¨® porque no ten¨ªa nada que perder ni nada que ganar, lo que presta una l¨®gica de impecable generosidad deportiva a su aventura desinteresada, el sentido del sinsentido, fatiga por fatiga, sin m¨¢s, y suspense gratis para todos. En Amden gan¨® la etapa Weening, un escalador holand¨¦s, y se puso l¨ªder su compatriota Kelderman. Quedan dos d¨ªas de alta monta?a m¨¢s, viernes y domingo, y una contrarreloj en las que su hermano Ion, cuarto en la general, a 34s, pelear¨¢ por alcanzar el podio. Tras la gran paliza, Gorka, ahora noveno, seguramente ceder¨¢.
Mientras Contador afina su forma para el Tour en los Alpes italianos, como Nibali, Froome en los Alpes franceses y Aru en Sestriere, Quintana baj¨® el domingo de Colombia para correr desde el jueves en la Ruta del Sur, la carrera que tanto le gusta en los Pirineos franceses. Son cuatro d¨ªas que pretende que sean de intensidad m¨¢xima, tambi¨¦n este jueves, de casi 200 kil¨®metros bastante llanos tras un comienzo con un puerto de segunda. Por eso, quiz¨¢s, por probarse tras mes y medio sin competir, para dar vida a un d¨ªa de tedio, para disputar cansado el viernes la contrarreloj y para, tambi¨¦n, cuidar su vanidad con un ataque de generosidad tambi¨¦n sin sentido, el colombiano favorito del Tour entr¨® como un desesperado m¨¢s en la fuga del d¨ªa, en el kil¨®metro cuatro, la fuga condenada, y en compa?¨ªa del franc¨¦s Jauregui anduvo escapado 150 kil¨®metros llanos. Cumplido su trabajo a la intensidad requerida, se dej¨® alcanzar y termin¨® tranquilo, an¨®nimo como su centenar de compa?eros de pelot¨®n en una llegada al sprint tras un puente sobre el Tarn en la que Coquard, el franc¨¦s que no se arruga, derot¨® a D¨¦mare, el franc¨¦s de la Mil¨¢n-San Remo.
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