La vieja f¨®rmula de Lendl
Tras romper con Mauresmo, el escoc¨¦s Murray (triple 6-3 a Berdych) se reencuentra con el t¨¦cnico que rompi¨® su grillete mental y le condujo hacia sus mayores ¨¦xitos: "Me ense?¨® a gestionar la presi¨®n"
Por conciliaci¨®n, por la maternidad, por la escasez de tiempo; tambi¨¦n, porque la personalidad de Andy Murray, argumentaba hace dos meses Am¨¦lie Mauresmo, cuando ella y el escoc¨¦s concluyeron su v¨ªnculo profesional, era demasiado compleja y lo que parec¨ªa tan bonito no lo era tanto, y le costaba horrores controlar las emociones del chico. Por lo que sea o fuere. El caso es que ese v¨ªnculo pionero ¨Cpor eso de que un deportista de primer nivel sentara en su banquillo a una mujer¨C lleg¨® a su fin y el n¨²mero dos del mundo, flamante finalista de Wimbledon despu¨¦s de batir a Tomas Berdych (triple 6-3, en 1h 58m), comenz¨® un casting para aliarse con un nuevo t¨¦cnico y deriv¨® en un nombre: Ivan Lendl.
?Y por qu¨¦ el checo, nacionalizado estadounidense, ganador de ocho t¨ªtulos del Grand Slam y exn¨²mero uno en los ochenta, durante 270 semanas? ?Por qu¨¦ ¨¦l? Ofrece la respuesta Murray: ¡°Yo jugaba con much¨ªsima presi¨®n encima. Para m¨ª eso fue dif¨ªcil durante muchos a?os, porque cuando iba a competir siempre estaba pendiente de todo lo que se comentaba sobre m¨ª. Era dif¨ªcil, pero ahora ya no me afecta¡±, comentaba a este peri¨®dico el escoc¨¦s en una tarde de mayo, en Madrid; ¡°era muy dif¨ªcil gestionar toda esa presi¨®n; cada uno lo hace de modo diferente. A m¨ª lo que me ayud¨® de verdad fue trabajar con Lendl, porque ¨¦l ten¨ªa much¨ªsima experiencia y le hab¨ªa pasado lo mismo que a m¨ª: perdi¨® sus primeras cuatro finales del Grand Slam, como yo. ?l sab¨ªa lo que eso significaba y lo que eso supon¨ªa, as¨ª que eso me ayud¨®¡±.
Cuando finaliz¨® su sociedad con Mauresmo, Murray lo tuvo muy claro. Hab¨ªa sido Lendl el que hab¨ªa destruido el grillete mental que le atenazaba, que hasta 2012 le impidi¨® levantar un trofeo en consonancia con su categor¨ªa ten¨ªstica. De la mano del checo (56 a?os), el de Dunblane conquist¨® el oro ol¨ªmpico en Londres (2012) y el US Open, y a partir de ah¨ª espant¨® todos los fantasmas. Lendl le ense?¨® el camino y despej¨® el miedo, y el brit¨¢nico comenz¨® a volar m¨¢s y m¨¢s alto. Vino despu¨¦s la destrucci¨®n de otra barrera, la de que un jugador de Las Islas volviera a gobernar en Wimbledon (2013). ¡°Era muy duro para m¨ª. Me ven¨ªa a la cabeza que hab¨ªan pasado 75 a?os sin que un brit¨¢nico hubiese ganado este torneo¡±, relataba en el encuentro madrile?o.
?l, como yo, perdi¨® sus primeras cuatro finales de Grand Slam. Ten¨ªa la experiencia y me ayud¨® Andy Murray
El ingl¨¦s Jamie Delgado, que ejerc¨ªa de segundo y asesora a Murray desde hace tiempo, sustituy¨® de forma interina a Mauresmo, a la espera de que el tenista diese con el relevo. Este se reuni¨® con Lendl (finalista de Wimbledon en 1986 y 1987) y a principios de junio formalizaron un pacto para volver a formar un d¨²o, con el condicionante de que el preparador viajar¨ªa con ¨¦l un n¨²mero limitado de semanas durante la temporada. ¡°Conf¨ªo en ¨¦l, conf¨ªo mucho en ¨¦l; ya solo con su presencia y con que est¨¦ ah¨ª lado, en el box, me transmite mucha seguridad y confianza¡±, desprende ahora Murray, al que su nuevo tutor le ha modificado algunas rutinas. ¡°Sol¨ªa ir a la cama a media noche y ahora lo hago hacia a las 22:30 u 23 m¨¢ximo¡±, contaba hace poco en una columna para la BBC.
Tiene el escoc¨¦s la jugosa oportunidad de volver a coronarse en casa y seguir creciendo. Finalista en Australia y Roland Garros este a?o, en Londres no estar¨¢ de por medio Novak Djokovic, descabalgado en la tercera ronda por Sam Querrey. La del domingo ser¨¢ la primera final de Wimbledon desde 2002 (entonces, David Nalbandian-Lleyton Hewitt) en la que no intervendr¨¢n ni Roger Federer, ni Rafael Nadal ni Nole. S¨ª lo har¨¢ Murray, y lo har¨¢ con Lendl y el aval de la vieja f¨®rmula.
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