Portugal-Francia | ¡°Es la final so?ada para nosotros¡±
M¨¢s de un mill¨®n de portugueses, la tercera comunidad de inmigrantes m¨¢s importante de Francia, contemplar¨¢n la final con el coraz¨®n dividido
La final entre Francia y Portugal tendr¨¢ un sabor especial para los miles de portugueses que desde el siglo pasado optaron por buscarse la vida en el pa¨ªs vecino. Algunos de ellos contemplar¨¢n el partido con el coraz¨®n dividido, pero lo cierto es que la gran mayor¨ªa, arraigados a sus or¨ªgenes, animar¨¢n a La Sele?ao en busca de su primera Eurocopa. La colonia portuguesa, con m¨¢s de un mill¨®n de inmigrantes, es la tercera m¨¢s importante del pa¨ªs, solo por detr¨¢s de la de Argelia y Marruecos, dos ex colonias del imperio franc¨¦s.
El dilema de estos portugueses es uno de los temas tab¨² en los locales de Par¨ªs. Paulo, un alba?il de 46 a?os que se march¨® de Braga a los 21 en busca de una vida mejor, lo tiene claro. "Francia me ha dado mucho, pero el domingo hablar¨¢n la sangre y el coraz¨®n. ?For?a Portugal!", exclama desde le Comptoir du Faubourg, una cafeter¨ªa de culto de la afici¨®n del Benfica. Micka?l, un camarero de 20 a?os, hijo de inmigrantes portugueses, tambi¨¦n animar¨¢ a los de Cristiano, su ¨ªdolo: "Si La Sele?ao no se hubiera clasificado para la final, claro que habr¨ªa apoyado a Francia pero Portugal son mis or¨ªgenes y eso no se cambia", comenta en perfecto franc¨¦s, mientras asegura que el f¨²tbol es una de las pocas cosas que le hacen recordar sus or¨ªgenes cuando est¨¢ en el pa¨ªs galo.
Muchos portugueses emigraron a Francia a partir de los a?os 60 huyendo de la dictadura de Salazar y de las guerras coloniales en busca de trabajo en un pa¨ªs que se encontraba en crecimiento. "La comunidad portuguesa edific¨® su mayor chabola en la localidad de Champigny-sur-Marne, al este de Par¨ªs. En ella convivieron hasta 12.000 personas", explica a France Pressela historiadora Marie-Christine Volovitch-Tavares. Otros campamentos, m¨¢s peque?os, salieron a la luz en Saint-Denis, junto al estadio en el que se celebrar¨¢ la final, y en Argenteuil. La mayor¨ªa de inmigrantes trabajaba entonces en las inmensas obras de la carretera de circunvalaci¨®n de Par¨ªs y en la edificaci¨®n de los barrios de los suburbios de la capital, las famosas banlieues. Hoy, m¨¢s de 50 a?os despu¨¦s, hay 600.000 portugueses en Francia seg¨²n un recuento del Instituto Nacional de Estad¨ªstic, cifra que aumenta a 1,2 millones si se incluye a los binacionales y a los hijos descendientes de inmigrantes.
Influyentes en el f¨²tbol
La magnitud de la comunidad portuguesa ha alcanzado tal volumen que su impacto se refleja en el deporte franc¨¦s. Muchos clubes de f¨²tbol de las grandes ciudades tienen lazos portugueses, como el Cr¨¦teil Lusitanos parisino de Tercera Divisi¨®n, el m¨¢s grande de ellos. Creado por un grupo de obreros de la localidad de Saint-Maur, su actual presidente, Armand Lopes, fue condecorado por los presidentes de Portugal y Francia. "Es la final so?ada para nosotros. Portugal no se ha mostrado muy eficiente en el torneo, pero Francia tambi¨¦n ha sufrido. Los dos se lo merecen", declara.
Como muchos de sus compatriotas, Armand Lopes ve injustas las cr¨ªticas sobre la trayectoria y el juego de los de Fernando Santos. Micka?l, el joven franco-portugu¨¦s, observa que ning¨²n rival consigui¨® eliminar a los suyos. "Merecimos estar en la final, para nada es un robo", sostiene. Pero Micka?l, al igual que Paulo, admiten que, pase lo que pase, se juntar¨¢n a la multitud que desfilar¨¢ en los Campos El¨ªseos para celebrar la victoria del ganador de la Eurocopa. "Porque el f¨²tbol es sobre todo una fiesta y los franceses son nuestros amigos", dicen.
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