Viaje a las entra?as de la Vuelta
La intendencia, los detalles, la intrahistoria y el d¨ªa a d¨ªa de un equipo profesional en una gran carrera por etapas
Hace una semana, al final de segunda etapa de la Vuelta, Gianni Meersman levantaba los brazos sobre la l¨ªnea de meta de Baiona (Vigo) y en la radio del Etixx-Quick Step resonaba el grito del director deportivo del equipo Rik van Slycke: ¡°?Siiii! Gran trabajo chicos, fant¨¢stica carrera, sois los mejores¡±. Era una alegr¨ªa compartida por todos, desde Davide Bramati, sentado a su lado, y el resto de los directores; hasta los asistentes, t¨¦cnicos, masajistas, mec¨¢nicos y conductores que esperaban unos metros m¨¢s all¨¢, en el autob¨²s, el lugar m¨¢s sagrado para un equipo.
Una victoria es el momento cumbre, la euforia se apodera de todos los que viven y trabajan en la retaguardia, que se funden en abrazos efusivos entre sonrisas inquebrantables mientras reciben los cumplidos de los colegas de otros equipos que pasan a su lado. Cuando llegan los ciclistas, toca trabajar, la euforia se aten¨²a pero la alegr¨ªa se mantiene. Entre felicitaciones y comentarios sobre los ¨²ltimos kil¨®metros, se preparan los rodillos para que los corredores relajen las piernas y se reparten bebidas y toallas. En pocos minutos, todos est¨¢n en el autob¨²s y el equipo se moviliza camino al hotel, se van tres coches, una furgoneta y el autob¨²s. En una calle donde unos minutos antes hab¨ªa cientos de personas y veh¨ªculos, se queda solo un coche del Etixx-Quick Step esperando a Gianni Meersman y al jefe de prensa, inmersos en el protocolo de podio y entrevistas que tiene que pasar el vencedor de la etapa.
Una victoria es el momento cumbre, la euforia se apodera de todos los que viven y trabajan en la retaguardia
Cuando el triunfador del d¨ªa lleg¨® al hotel, el primer abrazo fue con los mec¨¢nicos, que trabajaban en su cami¨®n, literalmente un taller sobre ruedas, para tener las bicicletas limpias y a punto para la etapa del d¨ªa siguiente. En la misma zona tambi¨¦n aguardaba el equipo de cocineros, ya trabajando en su cami¨®n cocina, donde cada d¨ªa preparan toda la comida que ingieren los ciclistas, desde el desayuno hasta la cena. Los compa?eros y el resto del staff esperaban en sus habitaciones. Esa noche hubo celebraci¨®n. Pero despu¨¦s de la cena, como cada d¨ªa, tratamiento de masaje y pronto a la cama. Todav¨ªa ten¨ªan por delante 19 d¨ªas de carrera.
La ma?ana
Doce horas antes, a las ocho de la ma?ana (antes de que se levantaran los corredores) todo un equipo de gente ya trabajaba entre la neblina ma?anera de Allariz (Ourense). El mismo asistente que es el primero en recibir a los ciclistas justo al final de la etapa, por la ma?ana prepara el equipaje, limpia los coches y organiza, junto a los fisioterapeutas y masajistas, la bebida y el avituallamiento que repartir¨¢n entre los ciclistas durante el d¨ªa. Mientras se corre cada etapa, ¨¦l conduce cientos de kil¨®metros, sorteando la carrera, para poder repartir bidones entre los corredores y llegar a la meta antes que ellos.
Los directores y los ciclistas se enclaustran en el autob¨²s, el sacro lugar donde nacen las victorias
Los mec¨¢nicos, que el d¨ªa anterior lavaron y engrasaron las bicicletas, por la ma?ana, antes de ir en carrera en el coche de equipo atentos a cualquier pinchazo o aver¨ªa, vuelven a trabajar con ellas para garantizar que todo funcione a la perfecci¨®n. Cuando los corredores se levantan, todo est¨¢ pr¨¢cticamente listo para un nuevo d¨ªa en la Vuelta. Tras el desayuno, solo queda organizar los coches, cargar las bicicletas y recoger el ¨²ltimo equipaje, el de los ciclistas.
Al llegar a la zona de salida, mientras los mec¨¢nicos descargan las bicicletas, los directores y los ciclistas se enclaustran en el autob¨²s, el sacro lugar donde se estudia la etapa, donde tienen lugar las reuniones importantes, donde se encuentra la concentraci¨®n y las conjuras y donde se olvida todo lo que no tenga que ver con la carrera. Es el sitio donde nacen las victorias.
Quick-Step, heredero del hist¨®rico Mapei
La empresa belga Quick-Step, fabricante de suelos laminados, vin¨ªlicos y parqu¨¦, entr¨® en el ciclismo en 1999 de la mano de Mapei, en un equipo donde Davide Bramati, actual director deportivo del Etixx-Quick Step, gan¨® una etapa en la Vuelta del a?o 2000. En 2003, Quick-Step fund¨® su propio equipo, que este a?o cumple 18 a?os. Lo que naci¨® de una pasi¨®n exacerbada por el ciclismo, ha terminado siendo una potente identificaci¨®n entre la marca y el deporte. "Adem¨¢s de la generaci¨®n de marca, el ciclismo es la forma m¨¢s adecuada para a?adir cierta emoci¨®n a nuestro producto, en Quick-Step vivimos los valores del ciclismo", explica Sophie Hautekeete, responsable de relaciones p¨²blicas y patrocinios de Quick-Step. Los buenos resultados y la afici¨®n al ciclismo en los pa¨ªses en los que se comercializan los suelos de Quick-Step han afianzado la apuesta por el ciclismo de la compa?¨ªa belga.
La t¨¢ctica, dise?ada en el hotel y trasladada a los corredores en el bus, se lleva a cabo en la etapa desde el coche de equipo, la oficina de los directores, el lugar en el que sufren, se ponen nerviosos, gritan y, sobre todo, cuando hay una victoria, se alegran y se emocionan.
Tras un largo d¨ªa de trabajo, unos sobre la bicicleta y otros en el coche, el comedor de cada hotel, a la hora de la cena, es el lugar donde se ponen las bases del buen ambiente del equipo, de una relaci¨®n que muchas veces va m¨¢s all¨¢ de lo profesional y que es fundamental para conseguir resultados. Davide Bramati es el que lleva la voz cantante, se r¨ªe constantemente, comenta los Juegos Ol¨ªmpicos que est¨¢n emitiendo por televisi¨®n y bromea con los corredores sobre las c¨¢maras que llevar¨¢n al d¨ªa siguiente en la bicicleta. Comanda un grupo de gente que se encuentra a gusto trabajando juntos. Entre los directores, m¨¦dicos, asistentes, mec¨¢nicos y el resto del staff que hay en la Vuelta crean un ambiente ameno, distendido, en el que los corredores se sienten a gusto y confiados para dar el m¨¢ximo en la carretera.
La jornada de la primera victoria del equipo en La Vuelta, termin¨® con un brindis tras la cena. Unas palabras de agradecimiento, unos gritos de guerra y unas risas resumen todo el trabajo que hay detr¨¢s de un triunfo en una etapa de la Vuelta a Espa?a. Luego vino otro y, este domingo, tercera victoria parcial y liderato para David de la Cruz. Y todav¨ªa queda m¨¢s de la mitad de la carrera, cada d¨ªa una nueva oportunidad de volver a ganar.
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