Pouille destierra a Nadal de Nueva York
El franc¨¦s, de 22 a?os y con un futuro prometedor, elimina en los octavos al n¨²mero cinco: 6-1, 2-6, 6-4, 3-6 y 7-6 (despu¨¦s de 4h 06m). El espa?ol no ha logrado pasar de la cuarta ronda en los grandes este a?o
Qu¨¦dense con su nombre: Lucas Pouille. El franc¨¦s, un tenista hasta ayer an¨®nimo para el gran p¨²blico, pero en el 25? escal¨®n del circuito de la ATP a sus 22 a?itos, probablemente dar¨¢ mucho que hablar. De momento, en la franja vespertina de Nueva York, se deshizo en los octavos de Rafael Nadal, que ya lo advert¨ªa en la previa: el franc¨¦s, pulido en la acad¨¦mica pedrera de su pa¨ªs, un compendio de buenas formas, golpes incisivos y recursos variados, es bueno, muy bueno. Al final, despu¨¦s de sudores fr¨ªos, 6-1, 2-6, 6-4, 3-6 y 7-6 (despu¨¦s de 4h 06m) a favor del franc¨¦s, que en los cuartos se medir¨¢ a su compatriota Gael Monfils (6-3, 6-2 y 6-3 a Marcos Baghdatis).
En la grada, el rostro tenso de Ra¨²l Gonz¨¢lez Blanco, excapit¨¢n del Real Madrid y afincado ahora en Nueva York, simbolizaba lo comprometido del momento. Pouille, sin comerlo ni beberlo, hab¨ªa asestado una bofetada brutal. 28 minutos de avalancha nada m¨¢s arrancar. Nadie lo esperaba, a excepci¨®n del propio Pouille, claro, confiado a m¨¢s no poder, apretando el gatillo una vez y otra tambi¨¦n. Se llev¨® el galo el primer set en un abrir y cerrar de ojos, y de ah¨ª la cara del antiguo portador del 7 blanco. Tambi¨¦n, la del damnificado, Nadal, que en esta temporada de subidas y bajadas no ha ido m¨¢s all¨¢ de esta cuarta ronda en los Grand Slams.
Por m¨¢s que supiera del peligro de su rival, torc¨ªa una y otra vez el gesto, incr¨¦dulo, pregunt¨¢ndose: ?Pero c¨®mo demonios ha podido poner la bola ah¨ª, besando la l¨ªnea, desde ese ¨¢ngulo? El de Manacor se qued¨® de piedra en ese parcial de inicio, pero ya se sabe, es Nadal, el campe¨®n de titanio, el hombre que por m¨¢s inclemencias se le advengan nunca huye, sino que afronta todas ellas y habitualmente las vence. Pero no esta vez, porque Pouille jug¨® a las mil maravillas y se las hizo pasar canutas.
Dio fe de ello Ra¨²l, pu?os prietos, revuelto en el box junto a Miguel ?ngel, el t¨ªo de Nadal con el que comparti¨® selecci¨®n y dirimi¨® cl¨¢sicos. O a los hijos del 7, gritando a pulm¨®n pleno para animar a su ¨ªdolo. O a Toni, roy¨¦ndose las u?as sin parar. O a Yannick Noah y Cedric Pioline, prendados con lo que estaba haciendo su diamante de la Copa Davis. O a muchos espectadores que, absortos por lo que estaba haciendo ese muchacho franc¨¦s, visera rosa hacia atr¨¢s y que ya dobleg¨® a Roberto Bautista un par de d¨ªas antes, se interrogaban: ?Pero c¨®mo demonios¡? Pues as¨ª fue, un dolor, martirio de tarde para el mallorqu¨ªn.
No dio respiro Pouille. Derecha, rev¨¦s, liftados, cortados. Tiros planos, o m¨¢s combados. Cambios de alturas. Control emocional. Pelotas profundas, a los v¨¦rtices o directamente a los pies, sin tiempo para reaccionar. Frente a todo ese arsenal, Nadal se levant¨®. Frente al alud, reacci¨®n. Acci¨®n-reacci¨®n. Devolvi¨® el golpe y equilibr¨®, vuelta a empezar entonces. Pero el panorama no cambi¨®. Pouille, p¨¦treo y controlado, nada que ver con los malos modos y las ni?er¨ªas de no pocos de sus compa?eros de quinta, sigui¨® erre que erre. Pam-pam-pam.
No ced¨ªa. Exprimi¨® a Nadal, quien tuvo que bregar durante casi 10 minutos para no entregar el tercer juego y seguir enganchado al tercer set. Pero ni aun as¨ª. ?Pero c¨®mo demonios¡? Le exig¨ªa Pouille en cada punto al m¨¢ximo, porque al m¨¢s m¨ªnimo resquicio se la hac¨ªa con astucia y mucha templanza, con la mente sumamente fr¨ªa. Manejaba con inteligencia el saberse por delante en el marcador, el tener a Nadal a remolque. Caray con el franc¨¦s, que, dicho sea de paso, ya le hab¨ªa demostrado al espa?ol el curso pasado, sobre la tierra de Montecarlo, que va para muy buen jugador, que probablemente sea algo m¨¢s que un proyecto.
De la refriega ten¨ªstica sali¨® un precioso partido, con puntos art¨ªsticos. Un t¨² a t¨² de altos quilates
Total, que de la refriega ten¨ªstica entre los dos sali¨® un precioso partido, con cadencia y puntos art¨ªsticos, con alternativas. Tenso e igualad¨ªsimo. Un t¨² a t¨² de altos quilates. En la cuarta manga lleg¨® el primer momento delicado. Ah¨ª, 2-1 adverso en sets, un nudo en la garganta porque Pouille apret¨® y lleg¨® a disponer de 2-2 y 0/30 a su favor, y si el balear hubiese perdido ese servicio la historia se hubiera puesto fea, fea, fea. En esa circunstancia tan poco halag¨¹e?a, Nadal emergi¨® y firm¨® cuatro puntos consecutivos. Y, acto seguido, rompi¨® el saque del franc¨¦s, ya un poquito m¨¢s nervioso, muy inoportuna su doble falta.
A esa altura cambi¨® la tendencia. Nadal se hizo grande, logr¨® otra rotura y condujo el pulso al quinto set. En este, Pouille, de nombre Lucas, nombre a tener en cuenta para un futuro no tan lejano, nunca perdi¨® la fe ni el juego. Propuso un m¨¢s que plausible envite al bicampe¨®n espa?ol y much¨ªsima resistencia, como si llevara toda la vida en la ¨¦lite. 5-4, 5-5, 6-5, 6-6... y tie-break. En la muerte s¨²bita, demarraje del galo (4-1) y heroicidad de Nadal, que salv¨® cuatro bolas de partido. Pero no hubo forma. Finalmente (7-9) se inclin¨® ante Pouille. Magn¨ªfico ¨¦l, hijo de la escuela francesa. Soberbios los dos. Por eso la gran ovaci¨®n de Nueva York.
RESULTADOS DE OCTAVOS (4-5 DE SEPTIEMBRE)
Cuadro masculino: Lucas Pouille, 6-1, 2-6, 6-4, 3-6 y 7-7 a Rafael Nadal; Novak Djokovic, 6-2, 6-1 y 6-4 a Kyle Edmund; Jo-Wlfred Tsonga, 6-3, 6-3, 6-7 y 6-2 a Jack Sock; Gael Monfils, 6-3, 6-2 y 6-3 a Marcos Baghdatis.
Cuadro femenino: Angelique Kerber, 6-3 y 7-5; Caroline Wozniacki, 6-3 y 6-4 a Madison Keys; Roberta Vinci, 7-6 y 6-2 a Lesia Tsurenko; Anastasija Sevastova, 6-4 y 7-5 a Johanna Konta.
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