El Granada resiste ante el Betis
Tablas en el derbi andaluz en un partido fren¨¦tico, donde los de Paco J¨¦mez aguantaron casi toda la segunda mitad con uno menos y fallaron un penalti ante un conjunto b¨¦tico con m¨¢s ocasiones
No fue un partido normal. Pudo resultar conmovedor el esfuerzo de Betis y Granada, plasmado en un n¨²mero impresionante de llegadas a una y otra ¨¢rea, pero tambi¨¦n result¨® llamativo la gran cantidad de errores que ambos equipos tuvieron en sus endebles planteamientos defensivos. Pudo ganar el Betis, que igual¨® un 0-2 y goz¨® de ocasiones hasta en el descuento, cuando Mandi se qued¨® solo ante Ochoa. Tambi¨¦n pudo hacerlo el Granada, con un penalti a favor con el 2-2 en el minuto 79 donde surgi¨® la figura impresionante de Ad¨¢n en el lanzamiento de Ponce y el posterior remate de Atzili en su despeje.
Acab¨® todo en empate como colof¨®n al desorden, a la feliz noche de ?lex Alegr¨ªa en su doble estreno goleador con el Betis, como tambi¨¦n gracias al valiente planteamiento de Paco J¨¦mez y el sacrificio del Granada para aguantar con uno menos casi toda la segunda mitad. Sin duda, el empate sabe mejor a los visitantes, por su situaci¨®n delicada y por su inferioridad num¨¦rica. El Betis fue un equipo demasiado alocado, impulsado por Musonda, pero con una defensa d¨¦bil. Tuvo una primera media hora lamentable y luego mejor¨®, aunque sigue siendo un conjunto sin empaque y poco oficio. Poyet err¨® en los cambios salvo en el Musonda y a los suyos les falt¨® esa pizca de suerte necesaria para rematar la faena. Entre goles, penaltis y expulsiones no hubo calidad para plasmar en gol tanta llegada, tanta velocidad mal entendida y tanto desorden. El partido, no cabe duda, result¨® emocionante, aunque deja ese inevitable sabor amargo en ambos conjuntos. Los dos tuvieron cerca la victoria, los dos se deben conformar con un punto agridulce.
Resulta complicado que el Betis acumule dos triunfos seguidos. El cuadro de Poyet ven¨ªa de ganar en Valencia y en una primera media hora lamentable volvi¨® a desatar la ira de sus aficionados. El Granada, con un planteamiento muy atrevido y una excelente presi¨®n en campo contrario, pas¨®, literalmente, por encima de su rival. Marc¨® dos golazos y acumul¨® un buen n¨²mero de acercamientos a la meta de Ad¨¢n, que ya empez¨® a dar muestras de su seguridad. Poyet, en su ¨²nica decisi¨®n potable, meti¨® en el campo a Musonda a los 37 minutos. ?lex Alegr¨ªa hizo el 1-2 y el Betis aument¨® su intensidad, algo imprescindible cuando se requiere un triunfo en Primera. Lleg¨® un largo periodo de dominio b¨¦tico, que utiliz¨® el recurso del bal¨®n en largo para poner en apuros el d¨¦bil entramado defensivo del Granada.
El Betis fue encadenando una ocasi¨®n tras otra y en tres minutos Vezo vio dos amarillas que dejaron en inferioridad a su equipo. Era el minuto 54. Con tanto tiempo por delante, el triunfo verdiblanco se hac¨ªa inevitable. Empat¨® ?lex Alegr¨ªa despu¨¦s de una buena combinaci¨®n entre Musonda y Piccini. Con el estadio hecho una fiesta, Mandi envi¨® al larguero en un gran remate de cabeza. Entonces lleg¨® otra jugada clave del encuentro. El Granada sorprendi¨® en un contragolpe en inferioridad a los b¨¦ticos y Ad¨¢n hizo penalti. El meta b¨¦tico dibuj¨® una soberbia parada en el lanzamiento de Ponce y despu¨¦s en el despeje ante Atzili. Luego lleg¨® la locura. Ochoa se agigant¨® frente a Rub¨¦n, que no marc¨®, y el Betis fue acumulando ocasiones hasta en el descuento, cuando Mandi err¨® un gol incre¨ªble solo dentro del ¨¢rea. Fue el final de un partido de patio de colegio, con dos equipos rotos y defensas infames. Demasiado desorden y poca calidad. Mientras, Dabi Ceballos se preguntaba en el banquillo por qu¨¦ su t¨¦cnico, Poyet, no le dio ni un minuto cuando m¨¢s lo necesitaba su equipo.
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