Un paquete sospechoso para sir Bradley Wiggins

Hace unas semanas, unos hackers ¡ªrusos seg¨²n los que sufrieron su ataque¡ª entraron en los archivos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para dar transparencia al opaco mundo de las autorizaciones de uso terap¨¦utico, documentos que permiten a deportistas enfermos o lesionados tomar sustancias prohibidas para curarse.

Gracias a ellos se pudo confirmar que Chris Froome, por ejemplo, hab¨ªa recibido permiso para curarse una pulmon¨ªa dos a?os seguidos con pastillas de prednisolona (y le fue tan bien el corticoide, que no solo cur¨® la tos insidiosa, sino que gan¨® con ellas la Dauphin¨¦ de 2013 y el Romand¨ªa de 2014). Y tambi¨¦n, por los documentos privados que los generosos piratas hicieron p¨²blicos, se supo que su compa?ero en el Sky fundacional sir Bradley Wiggins se hab¨ªa inyectado tres dosis de Kenacort intramuscular 40mg en v¨ªsperas de los Tours del 11, que abandon¨® por ca¨ªda, y del 12, que gan¨®, y del Giro del 13, que abandon¨® empapado, respectivamente, para curar la rinitis y la disnea que le produc¨ªa la alergia al polen.

Con ser ambas noticias negativas para las reputaciones del Sky, el equipo que lleg¨® para revolucionar el ciclismo y sus h¨¢bitos medievales con su enfoque cient¨ªfico-t¨¦cnico del rendimiento y su atenci¨®n al detalle y su negaci¨®n publicitada del dopaje, o peor puede que a¨²n no haya llegado.

El Daily Mail public¨® ayer que la UKAD (la agencia brit¨¢nica antidopaje) estaba investigando a Wiggins y al Sky por un hecho ligado a las magn¨ªficas inyecciones de Kenacort retard, cuyos efectos ben¨¦ficos contra el mal se alargan durante tres semanas. El Mail informa de que el 12 de junio de 2011 un misterioso paquete lleg¨® al autob¨²s del Sky estacionado en la cima de La Toussuire, donde acababa de terminar el Dauphin¨¦ con la victoria de Wiggins. El mensajero era Simon Copes, entonces responsable de ciclismo femenino en la federaci¨®n brit¨¢nica y actualmente director del equipo de promesas de que patrocina Wiggins. Lo recibi¨® Richard Freeman, el entonces m¨¦dico del Sky que ahora trabaja en la federaci¨®n brit¨¢nica. Seg¨²n el rotativo, cuando Wiggins volvi¨® al autob¨²s desde el podio, se encerr¨® con el m¨¦dico y el paquete en un cuarto privado del veh¨ªculo.

La autorizaci¨®n para inyectarse Kenacort la solicit¨® Freeman a Mario Zorzoli, el m¨¦dico de la UCI, 17 d¨ªas despu¨¦s, el 29, tres d¨ªas antes del comienzo del Tour en el Pasaje del Gois, y solo cuando, as¨ª lo han declarado, Wiggins le dijo que no pod¨ªa respirar por la alergia. Zorzoli se la concedi¨® inmediatamente, y tambi¨¦n en 2012 y 2013.

La moda del Kenacort

La respuesta del Sky no ha sido la de simplemente preguntar ?y qu¨¦?, pues la informaci¨®n es meramente una suma de indicios sin pruebas concretas. Sir David Brailsford, la fuerza y la energ¨ªa y el cerebro del equipo, ennoblecido, como Wiggins, por sus ¨¦xitos ciclistas, ha preferido negarlo todo. Niega en el diario incluso que el autob¨²s se quedara en la meta despu¨¦s del podio.

Con una habilidad que recuerda a la de los protagonistas del viejo ciclismo, condenan Wiggins y Brailsford las acusaciones a la penumbra de lo ambiguo, como hicieron semanas antes con la pol¨¦mica por las autorizaciones de uso terap¨¦utico.

Pisando peligrosamente la l¨ªnea variable entre legalidad y ¨¦tica, alegaron entonces que hab¨ªan actuado dentro de la ley, que el reglamento permite el uso y que no hicieron nada prohibido. Sin embargo, en sus varias autobiograf¨ªas Wiggins ha contado que nunca ha estado enfermo, que nunca ha sufrido asma ni alergias, que nunca se ha pinchado.

Paralelamente, en las redes sociales, m¨¦dicos con pasado y ciclistas apestados por su pasado, como Floyd Landis, J?rg Jacksche o Michael Rasmussen, le han dado la bienvenida al club recordando c¨®mo en sus tiempos el Kenacort les permit¨ªa adelgazar r¨¢pidamente sin perder nada de fuerza, aumentando as¨ª el valor m¨¢s valioso para ganar el Tour, la relaci¨®n peso-potencia, y que antes de etapas clave ten¨ªa unos magn¨ªficos efectos estimulantes.