Radwanska aparta a Muguruza del Masters
Garbi?e cede ante la polaca (7-6 y 6-3, en 1h 36m) y con dos derrotas pierde toda opci¨®n de acceder a las semifinales. Su tropiezo y el triunfo de Kuznetsova contra Pliskova le eliminan matem¨¢ticamente
Se cumpli¨® el peor c¨¢lculo posible. Es decir, antes de saltar a la pista en el turno nocturno para abordar a Agnieszka Radwanska e intentar seguir a flote, Garbi?e Muguruza ya sab¨ªa que Svetlana Kuznetsova le hab¨ªa derrotado a Karolina Pliskova (3-6, 6-2 y 7-6), y luego ella cedi¨® contra una jugadora que a la que le das un poco te quita mucho. Veredicto final: adi¨®s semifinales y adi¨®s a la Copa de Maestras, de sopet¨®n. Una desilusi¨®n. Perdi¨® su segundo encuentro la hispano-venezolana?(7-6 y 6-3, en 1h 36m) y por lo tanto agot¨® el cr¨¦dito, aunque todav¨ªa le queda por disputar un ¨²ltimo partido en el Grupo Blanco, el viernes, ya intrascendente para sus intereses.
Perdi¨® Muguruza porque Radwanska es muy buena y una rival de lo m¨¢s traidora. Medirse a la polaca es algo as¨ª como como afrontar un cara a cara con Hannibal Lechter, el maquiav¨¦lico can¨ªbal que protagoniza El Silencio de los Corderos. Es todo buenas formas, inmaculado lenguaje ten¨ªstico. Teje un juego silencioso que aparentemente no hace da?o, pero que al final destruye. Probablemente sea la jugadora m¨¢s lista del circuito, porque a falta de tiros y servicio, plantea un brete psicol¨®gico desde el principio con peloteos largos y estudiados, sedosos, hasta que conduce a la contraria lentamente hacia la trampa. Lo sab¨ªa Muguruza, pero como suele ocurrir en las pel¨ªculas de miedo, esta acudi¨® hacia la habitaci¨®n que deber¨ªa haber evitado, en lugar de abandonar la casa del man¨ªaco y salir pitando.
No es Garbi?e de las que se asustan, as¨ª que fue directamente a por el objetivo. Sin embargo, al otro lado se encontr¨® a la n¨²mero tres, hormig¨®n armado. El arranque ya fue en falso, porque cerr¨® el primer juego sin conseguir un solo punto, en blanco. Aunque est¨¢ en un periodo de pulido y correcci¨®n, de ampliar el registro para saber desenvolverse cuando no domina y debe ir a remolque, su naturaleza le conduce siempre a ir hacia adelante. Garbi?e siempre quiere dominar e imponer; en el fondo, la esencia de su tenis es de v¨ªa ¨²nica. La embestida es su patr¨®n. Pero desde hace un tiempo sus adversarias le conocen bien y le tientan. Y ella, chica visceral, a la que le recorre la sangre latina por todo el cuerpo, entra al trapo con facilidad.
En el primer parcial, Radwanska le puso a prueba una y otra vez. Le desgast¨® en el peloteo y le tir¨® una dejada liftadita tras otra para que se enmara?ase en sus adentros, para que dudase. La propuesta de la polaca fue muy clara: Garbi?e, sube a la red. Y la hispano-venezolana no se achanta: de acuerdo, acepto. Muy err¨¢tica con la volea, fall¨® una vez tras otra. En concreto, en el primer set solo atin¨® nueve veces de 18 intentos y en el c¨®mputo global se qued¨® en 12 de 37. Demasiada ofrenda. A pesar de todo, lleg¨® a disponer de 5-4 y servicio a su favor, pero Radwanska sali¨® del aprieto y mantuvo el esquema, que acab¨® descentrando a Muguruza en el tie-break (7-1).
Garbi?e tiene esa nobleza y ese halo rom¨¢ntico de las boxeadoras, pero el c¨®digo pugil¨ªstico exige?tambi¨¦n templanza
Volvi¨® a ocurrirle algo muy parecido a lo que le sucedi¨® en el estreno, contra la checa Pliskova. Tuvo a mano la primera manga ¨Cbreaks por doquier, hasta seis¨C y al no sellarla regresaron los fantasmas. No obstante, si lo del lunes ante la checa fue una cuesti¨®n de mente, en esta ocasi¨®n fue puramente t¨¦cnica. Garbi?e no retuvo m¨¢s que un 48% de los puntos jugados con sus primeros saques y un 46% con los segundos, y sus 37 errores no forzados ¨Cpor solo 12 de Radwanska¨C decidieron el pulso de este mi¨¦rcoles. Sin pa?os calientes: la de Cracovia fue mejor y punto, as¨ª que cualquier opci¨®n se esfum¨®.
Se despidi¨® matem¨¢ticamente Muguruza de su segunda aventura en Singapur y qued¨® el poso de que la temporada, una noria para ella, un d¨ªa en lo m¨¢s alto y otros peleada consigo misma, se le ha hecho tal vez demasiado larga. En este 2016 ha conquistado Roland Garros y ha tenido el n¨²mero uno muy cerca, pero despu¨¦s del bombazo en Par¨ªs la l¨ªnea ha sido descendente y acabar¨¢ en el octavo escal¨®n del ranking. Sentada en la banqueta, con la mirada perdida y en soledad, tiene Garbi?e esa nobleza y ese halo rom¨¢ntico de las boxeadoras, porque a pesar de que sabe que sus nudillos van a romperse contin¨²a peg¨¢ndole duro al saco. Ella percute, percute y percute, pero el c¨®digo pugil¨ªstico tambi¨¦n exige templanza. Muchas veces, m¨¢s vale un buen crochet en la mand¨ªbula que una secuencia de pu?etazos al lomo.
¡°HAB?A QUE TENER CALMA Y ME HA COSTADO¡±
Garbi?e abandon¨® el Singapor Indoor Stadium bien superada la medianoche, con un sabor amargo porque el broche al a?o no ha sido el esperado. En concreto, despu¨¦s de que alzase el trofeo de Roland Garros ha alternado 12 victorias y 11 derrotas. "No s¨¦ por qu¨¦ la gente tiene que esperar que despu¨¦s de lo de Par¨ªs fuera a ganar todos los torneos. Cada jugadora es como es. Intento siempre dar lo mejor que tengo, pero no estoy pensando todo el rato en las victorias y las derrotas despu¨¦s de los partidos", expres¨®.
Incidi¨® Muguruza en el buen juego de su rival, que el a?o pasado ya le elimin¨® en Singapur, aunque en las semifinales. "Te hace pensar y correr. Es muy s¨®lida, falla muy poco", transmiti¨® primero, en ingl¨¦s. "Nos hace a todas lo mismo. Nos deja bolas inc¨®modas y hay que estar tranquila para saber d¨®nde colocarlas y d¨®nde volear. No creo que yo haya ca¨ªdo en la trampa, sino que ella juega as¨ª, muy bien. Contra ella hay que tener calma y me ha costado¡±, prolong¨® luego, ya en espa?ol.
Ahora, en su mente est¨¢ la idea de pasar p¨¢gina cuanto antes y centrarse en 2017. "Quiero hacer una buena pretemporada e intentar empezar lo m¨¢s fuerte posible, en Australia. ?Un objetivo? A¨²n no s¨¦ cu¨¢l ser¨¢ el objetivo. Seguir mejorando, sinceramente", zanj¨® Garbi?e, que una vez finalice el torneo asi¨¢tico se someter¨¢ a un tratamiento m¨¦dico en el tobillo izquierdo para paliar una inflamaci¨®n que se produjo hace dos semanas en Linz (Austria).
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