FC Barcelona, esclavos del tridente
Irregular e inestable, el equipo de Luis Enrique no encuentra soluciones a las ausencias de sus delanteros y afronta un exigente calendario en la Liga
Los n¨²meros actuales del Bar?a en la Liga remiten a los tiempos de Frank Rijkaard, por los puntos y por el marcador del Camp Nou, y abren el recurrente debate sobre la dependencia de Messi. Han perdido dos partidos (Celta y Alav¨¦s) y empatado otros dos (Atl¨¦tico y M¨¢laga) de los 12 disputados, y en los cuatro la participaci¨®n del argentino ha sido parcial o nula, como el s¨¢bado en el Camp Nou. Ocurre que de los 10 puntos cedidos, siete han sido en su propio estadio y tres en cancha contraria (Bala¨ªdos) despu¨¦s de visitar San Mam¨¦s, Mestalla y Pizju¨¢n. No aprovechan los azulgrana el factor campo y tuvieron dificultades para batir tambi¨¦n al Granada por 1-0.
Al Barcelona le cuesta enfrentar a los contrarios que defienden con una l¨ªnea de cinco, como dispuso Juande Ramos, y dif¨ªcilmente es capaz de ganar un partido por la v¨ªa ¨¦pica, simbolizada en Piqu¨¦, un coloso cuya aportaci¨®n ofensiva ante el M¨¢laga result¨® tan est¨¦ril como en Vigo. Los barcelonistas tiraron hasta 54 centros, r¨¦cord hist¨®rico desde 2005, y ninguno fue rematado a la red, pese a que dispar¨® hasta 28 veces sobre el portal del soberbio Kameni. Paco Alc¨¢cer, in¨¦dito desde el minuto 10 al 41, no fue la soluci¨®n, su ansiedad y desmoralizaci¨®n resultaron contagiosas hasta para Neymar. No est¨¢ acostumbrado el equipo a jugar con un ariete como el delantero del Valencia, que ahora mismo corre el riesgo de sentirse in¨²til y perdido, como si no fuera precisamente un jugador apto para el Bar?a.
El equipo de Luis Enrique est¨¢ concebido para atacar con el tridente que forman Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar. O, en caso contrario, se despliega a partir de los movimientos de Messi. Y, en su ausencia, se remite a la pegada de Su¨¢rez. Ausentes el uruguayo y el argentino, no encontr¨® recursos colectivos ni individuales ¡ªagravados por la lesi¨®n de Iniesta¡ª, tampoco t¨¢cticos, para abatir al M¨¢laga. El Bar?a no se quedaba a cero en su estadio desde la visita precisamente del equipo andaluz en 2015. El virus FIFA, manifiesto tambi¨¦n en la visita del Alav¨¦s, le ha afectado tanto como las lesiones, que han condicionado las rotaciones de Luis Enrique.
Los azulgrana escarmentaron la pasada temporada, cuando el desplome de abril amenaz¨® el doblete, y aspiran a resistir ahora para estar en plena forma cuando se disputen los t¨ªtulos, circunstancia que obliga a no hacer m¨¢s concesiones en la Liga despu¨¦s de que la diferencia con el Madrid haya aumentado a cuatro puntos despu¨¦s del derbi del Calder¨®n.
Al Bar?a, sin embargo, le aguarda un calendario exigente: el domingo visita Anoeta, donde no gana desde 2007, y despu¨¦s recibe al Madrid y al Espanyol, con una visita de por medio a Pamplona. Neymar, adem¨¢s, est¨¢ apercibido de sanci¨®n, despu¨¦s de que Luis Su¨¢rez cumpliera el ciclo de cinco tarjetas contra el M¨¢laga.
Los rivales exigir¨¢n la mejor versi¨®n de un equipo que ahora mismo es irregular e inestable, discontinuo, capaz de protagonizar buenos y malos momentos en el partido m¨¢s dif¨ªcil, como pas¨® en Manchester y Sevilla. A veces le ha faltado finura, en otras contundencia, tambi¨¦n ha estado falto en ocasiones de profundidad y velocidad, y mayoritariamente da la sensaci¨®n de que juega siempre como si en el campo estuviera el tridente, incluso los d¨ªas en que no act¨²an Messi ni Luis Su¨¢rez. No es una cuesti¨®n solamente de identidad ni de estilo, sino que los tres delanteros han simplificado para bien ¡ªcasi siempre¡ª y tambi¨¦n para mal el f¨²tbol del Bar?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.