Benzema contra el populismo

Mientras uno de los contrastados especialistas televisivos exig¨ªa la entrada inmediata de Morata, y lo exigi¨® hasta en una decena de ocasiones, Benzema y Cristiano hac¨ªan campe¨®n del mundo al Madrid. Es este, el de campe¨®n mundial, un t¨¦rmino algo ampuloso para un torneo de apariencia menor, que otorga al ganador un t¨ªtulo al que todas las aficiones quitan trascendencia excepto las de los equipos que lo disputan. El Madrid estuvo ayer a punto de perder la final del consabido Mundial de Clubes, lo que habr¨ªa provocado enorme rechifla en muchos puntos del planeta dado que el rival era el nunca bien ponderado Kashima japon¨¦s, ah¨ª es nada. Que se revel¨®, para sorpresa general, como un equipo valiente y mucho m¨¢s que decente. ¡°Muy dotados est¨¢n estos japoneses¡±, dec¨ªa Manolo Sanchis en la retransmisi¨®n. Sin entrar en tan proceloso terreno, es cierto que el Kashima hizo todo por destrozar los pron¨®sticos y llevarse el triunfo, pero choc¨® con un ¨¢rbitro que se qued¨® a un mil¨ªmetro de expulsar a Ramos, con la pegada de Cristiano y, sobre todo, con Benzema, ese futbolista indolente, ab¨²lico, gandul, extra?o, melanc¨®lico, algo ido y, por resumir en una palabra, ¨²nico.

Pero en este deporte nada tiene tanto valor como los goles. Por eso el premio al mejor jugador del partido no se lo llev¨® Benzema, que le hizo un homenaje al f¨²tbol, sino Cristiano, que le hizo un homenaje al gol. El portugu¨¦s firm¨® tres de los cuatro tantos que marc¨® el Madrid y cerr¨® as¨ª una de las semanas m¨¢s condecoradas de su vida, que comenz¨® el pasado lunes con su proclamaci¨®n como Bal¨®n de Oro. A este premio le pasa lo mismo que al Mundialito, que dependiendo de si lo gana el que nosotros queremos adquiere mayor o menor trascendencia. En la edici¨®n de este a?o ha sucedido que, seg¨²n las votaciones, existen 15 futbolistas en el mundo mejores que Modric. Y uno, obcecado como est¨¢ en que eso es imposible, lee y relee la lista de quienes han recibido m¨¢s votos que Modric. Y encuentra en ella a Payet, a Pogba, a Lewandovski, a Pepe, a Mahrez, a Vardy y un no parar de re¨ªr es aquello. Y viene al recuerdo lo ocurrido hace un a?o, cuando este galard¨®n lo otorgaban, am¨¦n de algunos acreditados periodistas, los seleccionadores y capitanes de las selecciones del mundo mundial. Sucedi¨® que el entrenador de Pakist¨¢n, de nombre Basheer Al Shamlan Mohammad Shamlan Mubarak, dio sus cinco puntos a Arjen Robben, lo cual demuestra que el siempre admirado se?or Basheer y todo lo dem¨¢s posee tan refinado gusto futbol¨ªstico como nulo criterio, pues el concurso premia al mejor jugador del a?o y Robben se pas¨® lesionado la mayor parte de aquel 2015.

Fue elegido Cristiano el mejor de la final porque, como tantas veces, los goles ganan al f¨²tbol. Y fue elegido Bal¨®n de Oro porque as¨ª lo consider¨® la inmensa mayor¨ªa de los periodistas a quienes se consult¨®. En realidad, uno no comparte que se otorguen premios individuales en un deporte colectivo. Pero uno y otro galard¨®n son tan justos o injustos como justa o injusta es la subjetividad. ?O es injusto que el periodista que votaba en Italia lo hiciera por Gareth Bale? Claro que siempre queda la posibilidad de echarle la culpa al populismo, que en estos tiempos se lleva mucho. Y para demostrarlo, lean lo que se escrib¨ªa hace unas fechas sobre el Bal¨®n de Oro a Cristiano: ¡°En un mundo en el que Donald Trump es elegido presidente de EE?UU puede pasar de todo. Incluso que Cristiano gane un Bal¨®n de Oro que no se merece. En la era del populismo y las campa?as medi¨¢ticas ya no importan ni los valores ni los argumentos¡±. Ay si Benzema fuera populista...