El ADN abre la Operaci¨®n Puerto a m¨¢s implicados
Una veintena de ciclistas y una decena de atletas, identificados en Lausana gracias a las investigaciones policiales de los ¨²ltimos 15 a?os. Sus nombres a¨²n no son p¨²blicos
En el laboratorio antidopaje de Lausana (Suiza), se identifica desde hace meses a qu¨¦ deportistas pertenecen dos centenares de bolsas de sangre requisadas al grupo de Eufemiano Fuentes en 2006, durante la Operaci¨®n Puerto. Dentro de pocas semanas, seg¨²n fuentes de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el organismo que supervisa el proceso, se conocer¨¢n los nombres, una treintena de deportistas, a los que ya se podr¨¢ considerar oficialmente beneficiarios de los m¨¦todos de dopaje sangu¨ªneo organizados por el m¨¦dico canario a medias con el hemat¨®logo madrile?o Jos¨¦ Luis Merino Batres. Solo entonces, casi 11 a?os despu¨¦s de su desencadenamiento, podr¨¢ considerarse cerrada la Operaci¨®n Puerto.
Los t¨¦cnicos del laboratorio han usado el ADN de deportistas sospechosos para comprobar que la sangre les pertenece. Solo as¨ª, cruzando las muestras m¨ªnimas necesarias de ADN y de sangre, se ha podido alcanzar un buen resultado. Para elaborar la lista de sospechosos, para concluir que de la treintena de deportistas identificados una veintena son ciclistas cuyos nombres ya han circulado desde hace a?os y el resto atletas, la AMA ha efectuado un trabajo de inteligencia en el que ha digerido b¨¢sicamente las actas del juicio de 2013 a Eufemiano Fuentes y sus colaboradores. Otro elemento ha podido ser, sin embargo, m¨¢s importante, sobre todo para concluir que si Fuentes dopaba principalmente a ciclistas (y a la atleta Marta Dom¨ªnguez, conocida como Urco en sus listas), Merino Batres, en coordinaci¨®n con otros m¨¦dicos, se ocupaba de las transfusiones sangu¨ªneas de varios atletas a los que ¨¦l llamaba ¡°los suyos¡± y Fuentes ¡°los atletix¡± y cuya sangre compart¨ªa almacenamiento. La mayor¨ªa de ellos estaban entrenados por Manuel Pascua Piqueras, como han podido concluir del an¨¢lisis de todas las investigaciones policiales que precedieron y culminaron en la Operaci¨®n Puerto y en las que la prosiguieron. Su encadenamiento permite elaborar una historia paralela del atletismo en Espa?a plena de nombres conocidos y repetidos.
Rafael Cort¨¦s Elvira a¨²n recuerda que cuando, en 1987, lleg¨® por primera vez a su despacho de director general de Deportes en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), se encontr¨® en un caj¨®n un folio de la federaci¨®n de atletismo firmado por Eufemiano Fuentes con la anotaci¨®n ¡°proyecto de experimentaci¨®n con ciclopentanoperhidrofenantreno¡±. ¡°Yo soy qu¨ªmico y enseguida lo entend¨ª. Esa mol¨¦cula es la base de los esteroides¡±, dice Cort¨¦s. ¡°Le echamos a Eufemiano de la Residencia Blume y de todos los puestos que ocupaba. Solo con eso¡±. Del organigrama de la federaci¨®n de atletismo desapareci¨® el m¨¦dico canario en 1989, cuando tom¨® posesi¨®n como presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola. Junto con ¨¦l se despidi¨® a Manuel Pascua, miembro del staff t¨¦cnico de la federaci¨®n y una de las personas que m¨¢s le ense?¨®. Desde sus puestos, amparados por la federaci¨®n, ambos colaboraban en ensayos de lo que eufem¨ªsticamente denominaban ¡°preparaci¨®n biol¨®gica de los deportistas¡±. Aun fuera de la estructura de la federaci¨®n, su poder dentro del atletismo se mantuvo. Y sus actividades. Pascua, como otros entrenadores, organiz¨® su cuadra de atletas, cuyas necesidades atend¨ªan Eufemiano Fuentes y otros m¨¦dicos.
Las relaciones menos visibles de Pascua sufrieron la luz policial en 2005, con la Operaci¨®n Mamut, en la que se grabaron varias conversaciones en las que Pascua solicitaba sustancias prohibidas (EPO, IGF1, hormona de crecimiento y ¨®xido n¨ªtrico) a Bartolom¨¦ Cobo, uno de los detenidos, administrador ¨²nico de una sociedad que distribu¨ªa medicamentos originales y falsificados. Para entonces, Pascua ya figuraba de nuevo en el cuadro t¨¦cnico de la federaci¨®n, para la que Odriozola le hab¨ªa recuperado en 2003. Con Cobo, un hilo fecundo para la investigaci¨®n, se relacionaban tambi¨¦n m¨¦dicos. Uno de ellos era Eufemiano Fuentes; otro, Miguel ?ngel Pera¨ªta, quien da entrada en el relato a Merino Batres ya en el a?o 2000. Pera¨ªta, seg¨²n los investigadores, figuraba como Top Doc en un intercambio de emails sobre los efectos de los anabolizantes con un t¨¦cnico alem¨¢n que entrenaba a varias atletas que hab¨ªan dado positivo. Todas ellas pasaban por Madrid por la consulta de Pera¨ªta, que las enviaba a hacerse an¨¢lisis al laboratorio de Merino Batres. Todos los elementos de la trama ya estaban relacionados. Algunos desparecieron del radar policial con el paso del tiempo, mientras que en sucesivas operaciones (Grial, en 2009, y Galgo, en 2010) entran personajes nuevos, como el m¨¦dico Walter Viru.
Operaci¨®n Galgo
Pascua fue detenido el mismo d¨ªa que Marta Dom¨ªnguez el 9 de diciembre de 2010 durante la Operaci¨®n Galgo. Ese d¨ªa, Odriozola habl¨® destrozado a la prensa. ¡°Yo pens¨¦ que Pascua hab¨ªa cambiado de verdad¡±, dijo. Pascua respondi¨® al interrogatorio de la Guardia Civil. Identific¨® las claves que en sus papeles proteg¨ªan la identidad de los atletas a los que suministraba sustancias dopantes: Eugenio Barrios, Alemayehu Bezabeh, Miguel Quesada, Nuria Fern¨¢ndez, Reyes Est¨¦vez¡ Pistas para los t¨¦cnicos de Lausana que buscan en las bolsas de sangre rastros del pasado.
Un investigador del CSIC ayud¨® en la importaci¨®n de dopaje
La Operaci¨®n Mamut, en 2005, naci¨® con la investigaci¨®n en una imprenta que falsificaba cartonajes para medicamentos falsos ¡ªanabolizantes y hormonas del crecimiento, fundamentalmente¡ª que fabricaba una banda en una ba?era. Desde all¨ª, la Guardia Civil lleg¨® a Bartolom¨¦ Cobo, el due?o de una tienda de suplementos nutritivos del centro de Madrid. Cobo hab¨ªa vivido unos a?os en Australia y de all¨ª importaba al por mayor, directamente del laboratorio de productos veterinarios Gropep, IGF-1, insulinelike growth factor, un factor de crecimiento tan eficaz e indetectable como la hormona del crecimiento, uno de los productos dopantes m¨¢s usados por Eufemiano Fuentes y Manuel Pascua.
Para superar sin problemas los tr¨¢mites aduaneros en el aeropuerto de Barajas, Cobo contaba como aval con la firma de un neur¨®logo del Consejo Superior de Invetigaciones Cient¨ªficas (CSIC) que investigaba con IGF-1, al que consideraba un producto con un gran potencial para tratar enfermedades neurol¨®gicas, desde el parkinson al Alzheimer. Una de sus publicaciones relata el ¨¦xito del IGF-1 para mejorar a los pacientes que sufr¨ªan ataxia cerebelosa, una enfermedad degenerativa y sin cura.
Tal era su fe en el producto que convenci¨® en su momento a una asociaci¨®n de enfermos para que reclamaran su aprobaci¨®n a Sanidad, que liberalizaran su importaci¨®n como medicamento y hasta se propuso, a medias con el importador, para construir, con capital israel¨ª, otra fuente del producto, una f¨¢brica en Espa?a. El investigador utilizaba con sus ratas una parte de lo importado. El resto pasaba al mercado negro. Llegaba a deportistas mediante venta directa, embellecido con los cartonajes de la f¨¢brica desmantelada, o a trav¨¦s de entrenadores, como Pascua, con contactos.
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