Alex Pella, la vuelta al mundo en 40 d¨ªas

La vuelta al mundo en 40 d¨ªas, no aquellos 80 del viaje de Phileas Fogg en la novela de Julio Verne. Para ser concretos: 26.412 millas (42.500 kil¨®metros) en 40 d¨ªas, 23 horas, 30 minutos y 30 segundos. Es el tiempo que ha tardado el IDEC Sport en completar la circunnavegaci¨®n m¨¢s r¨¢pida que existe. Y adem¨¢s de llevarse el trofeo Julio Verne, ha batido un r¨¦cord. El trimar¨¢n ha cruzado la meta la ma?ana de este jueves entre el faro Cr¨¦ac¡¯h, en la isla francesa de Ouessant, y el de Lizard, en Inglaterra. Lo ha logrado con una embarcaci¨®n ligera, 31 metros eslora, y un equipo corto: cinco navegantes y el patr¨®n: Francis Joyon, de 60 a?os de edad y la satisfacci¨®n del deber cumplido. Probablemente solo ¨¦l ten¨ªa clar¨ªsimo que lo pod¨ªa conseguir, especialmente despu¨¦s de haberse quedado tan cerca de lograrlo a finales de 2015, cuando no pudo superar los registros de Lo?ck Peyron (45 d¨ªas, 13 horas, 42 minutos y 53 segundos). Entre sus tripulantes, un espa?ol, Alex Pella, un barcelon¨¦s de 44 a?os al que se rifan en la Breta?a francesa.

Joyon, cuyo principal rival era el Spindrift Racing de Dona Bertarelli (hermana de Ernesto Bertarelli), que llevaba m¨¢s tiempo prepar¨¢ndose para disputar la contrarreloj oce¨¢nica, con mayor presupuesto y una embarcaci¨®n mejor, apost¨® por Pella (Bernard Stamm, Gw¨¦nol¨¦ Gahinet, S¨¦bastien Audigane y Cl¨¦ment Surtel han formado el resto de la tripulaci¨®n), por recomendaci¨®n de un amigo com¨²n y casi sin pesta?ear.

El navegante catal¨¢n, de dilatada experiencia pero poco ¨¦xito en Espa?a, asume su trayectoria y las dificultades que se ha encontrado por el camino sin rencor alguno. ¡°Mi actividad no tiene reconocimiento en Espa?a ni en Catalu?a, la vela no tiene el mismo tratamiento que en Francia, ni el mismo apoyo popular; aqu¨ª tiene una vertiente sociocultural brutal, no se ve solo como un deporte¡±, explica, todav¨ªa emocionado por que hayan ido a celebrar el triunfo de su equipo unas 3.000 personas a su llegada a puerto. ¡°Aqu¨ª la gente me para por la calle, eso en Espa?a ser¨ªa impensable¡±, a?ade.

Pella qued¨® cuarto, junto a Pepe Ribes, de la Barcelona World Race del 2010-2011. Y se impuso en la Ruta del Ron de 2014 tras un intento frustrado por enrolarse en la Vend¨¦e Globe: no pudo encontrar patrocinadores para que el proyecto resultara rentable. Sin embargo, aunque no logr¨® participar en la regata m¨¢s salvaje, se convirti¨® en el primer no franc¨®fono en ganar una regata en solitario en aquella Ruta del Ron en la que se impuso a otros 42 regatistas.

Para lograr el r¨¦cord y ser digno del Trofeo Julio Verne hay que batir otros r¨¦cords por el camino. El IDEC Sport lo hizo en su traves¨ªa. Bati¨® los r¨¦cords de velocidad en dos de los tres grandes cabos, el de Leeuwin (Australia) y el de Horno (Chile). A ello les ayud¨® el meteor¨®logo del equipo, Marcel Van Triest, que se qued¨® en tierra, e iba informando de por d¨®nde se encontrar¨ªan las mejores condiciones. ?l les gui¨®, les ayud¨® a dise?ar la mejor navegaci¨®n en el menor tiempo posible. As¨ª, por ejemplo, lograron cruzar el Oce¨¢no ?ndico en solo seis d¨ªas. Y de nuevo batieron un r¨¦cord. Navegaron m¨¢s de 800 millas en 24 horas y alcanzaron velocidades de 40 nudos.

Fueron conscientes de que lo pod¨ªan lograr cuando alcanzaron el Cabo de Hornos. ¡°Llev¨¢bamos 26 d¨ªas e ¨ªbamos cuatro d¨ªas y medio por delante del r¨¦cord. No nos lo pod¨ªamos creer. Durante la traves¨ªa es dif¨ªcil percatarte, el ritmo es tan intenso...¡±, explica Pella.

Pese a la haza?a, Pella no es el primer espa?ol en ganar el Trofeo Julio Verne. El pionero fue Juan Vila, otro barcelon¨¦s, que fue considerado el mejor navegante del mundo. Lo logr¨® en 2012 junto a Lo?ck Peyron.

Engancharse a una borrasca y volar a 35 nudos

Explica Alex Pella que uno de los momentos en los que el ¨¢nimo de la tripulaci¨®n se vio m¨¢s afectado fue cuando se quedaron enganchados en el Ecuador, en la bajada del Atl¨¢ntico. ¡°Adem¨¢s, ve¨ªamos que el tiempo en el Cabo de Buena Esperanza no era nada bueno¡±. Pero, de pronto, cuenta, se les abri¨® una ventana justo delante. Enfilaron hacia el sur a 35 nudos de media. ¡°Te la juegas, vas a mucha velocidad durante muchos d¨ªas. Nos enganchamos a una borrasca desde mitad del Atl¨¢ntico, por el ?ndico y el Pac¨ªfico, hasta que llegamos a Nueva Zelanda, casi tres cuartos de nuestra vuelta al mundo¡±. Ese es el secreto del ¨¦xito de su circunnavegaci¨®n: ¡°La clave es ir a la velocidad que van las borrascas, unos 25 nudos, y aquella iba a 35. El ritmo a bordo era una locura. Era s¨²per complicado trabajar y hacer vida en el barco. Y solo consegu¨ªamos dormir porque est¨¢bamos muy cansados. No la soltamos hasta que no se deshizo¡±, recuerda.