Este Bar?a es una ruina

El Barcelona ten¨ªa que ganar s¨ª o s¨ª. Y perdi¨®. Era una de sus ¨²ltimas oportunidades de decir algo en la Euroliga y levantarse de la serie de tropezones que acumula esta temporada. Ten¨ªa enfrente el Galatasaray, un equipo que contaba por derrotas sus nueve desplazamientos en la Euroliga. Pero llegados a este punto, da igual la categor¨ªa del rival que se le ponga enfrente al Barcelona. Le puede ganar cualquiera. O m¨¢s bien, esta mediocre escuadra de Bartzokas, pierde ante el rival m¨¢s d¨¦bil que se tercie.

Se suceden los partidos y en lugar de observar alguna mejora, el Barcelona sigue hundi¨¦ndose como si hubiera encallado en una cancha de tierras movedizas. Pierde en la Liga y en la Euroliga, en casa y fuera, en Kaunas y ante el Bilbao, ante los buenos y ante el colista. Y el Palau se harta, como se hart¨® tras el encuentro ante el equipo turco, y dirigi¨® sus abucheos hacia los jugadores, hacia el banquillo y hacia el palco. Para recordar una crisis similar habr¨ªa que remontarse 40 o 50 a?os atr¨¢s. No se adivina juego colectivo, no aparecen los pesos pesados, ni Navarro, ni Rice, a duras penas Tomic.

Entre lo mal que jugaron unos y lo mal que jugaron los otros, el partido se convirti¨® en una sucesi¨®n de errores y en un ejercicio competitivo sin chispa. Koponen y Vezenkov mantuvieron con vida al Barcelona, que en muy contadas ocasiones dio alguna sensaci¨®n de un juego colectivo decente, a la altura de los m¨ªnimos que se demanda a una escuadra de su rango.

Los nervios afloraron en el Palau Blaugrana ya desde los primeros minutos. El entusiasmo y la fe de la afici¨®n azulgrana se diluyen sin remedio a medida que su equipo expone su galer¨ªa de los horrores. Empez¨® fallando los 15 triples que lanz¨® en los 17 primeros minutos. Hubo quien se lo tom¨® a rechifla cuando tambi¨¦n se suced¨ªan los errores desde la l¨ªnea de tiros libres. Un d¨ªa antes se supo que el club hab¨ªa impuesto una multa a la plantilla por su bajo rendimiento, otra evidencia de la inexplicable sucesi¨®n de desmanes que le atormentan.

Hubo quien vio muy cerca el precipicio cuando el Galatasaray, con apenas algunas acciones vistosas del estadounidense Tyus y un buen trabajo de fondo de su compatriota Schilb, se puso por delante en el marcador (20-24). Llegaron los primeros triples de Koponen y, con un parcial de 8-0, el Barcelona tom¨® aire en el descanso y se anim¨® en la reanudaci¨®n (36-28). Debut¨® el base estadounidense Xavier Munford fuera de onda, algo que tiene su l¨®gica. No es tan f¨¢cil de entender la desubicaci¨®n de Faverani, tambi¨¦n nuevo, pero ya con suficiente experiencia y partidos de azulgrana como para no sumar tal cantidad de errores como cometi¨®.

El Galatasaray volvi¨® a la carga en el ¨²ltimo cuarto. Tyus desbord¨® a Faverani y adelant¨® de nuevo a su equipo (52-56). Quedaban ocho minutos y la zozobra azulgrana flu¨ªa desde la cancha a la grada. Pero los errores se sucedieron de nuevo y el Galatasaray, con muy poco, acab¨® apoder¨¢ndose del juego y del marcador. Rice perdi¨® uno de los balones definitivos y el Barcelona fue a remolque por completo en los tres ¨²ltimos minutos. Su ¨²ltimo cuarto, desastroso, evidenci¨® su par¨¢lisis, su incapacidad para afrontar los momentos dif¨ªciles, momentos que se repiten semana tras semana para el peor Barcelona en much¨ªsimos a?os.