Enrique Mart¨ªn: ¡°El f¨²tbol est¨¢ perdiendo el arraigo¡±

Muchos lo recordar¨¢n como ese t¨¦cnico que interrumpi¨® una jugada en una banda de Legan¨¦s, metiendo la pierna y haciendo como que la cosa no iba con ¨¦l, pero por encima de todo Enrique Mart¨ªn Monreal (Pamplona, 60 a?os) es un hombre de f¨²tbol y un interlocutor aut¨¦ntico. Hace dos a?os, su amor por Osasuna casi le cuesta la vida por una angina de pecho. D¨ªas despu¨¦s estaba de nuevo en el banquillo, evitando por segunda vez un descenso que hubiera supuesto la desaparici¨®n de la entidad, y la campa?a pasada logr¨® ascender al equipo navarro con una pandilla de canteranos.

Este curso, la directiva le recompens¨® esperp¨¦nticamente, con un despido fr¨ªo y fulminante, v¨ªa telef¨®nica, cuando solo hab¨ªan transcurrido 11 jornadas y Osasuna hab¨ªa sumado la ¨²nica victoria que figura en su casillero. Hoy d¨ªa, aunque no haya vuelto a pisar El Sadar ni a ver un partido de los rojillos ("solo los goles de los res¨²menes"), contempla todo desde la barrera, redescubriendo el f¨²tbol con un viaje tras otro. Esta noche, su Osasuna, colista del campeonato, recibe en El Sadar (20.45, Movistar+ Partidazo) al Real Madrid.

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Pregunta. Si le menciono el concepto de f¨²tbol moderno, ?qu¨¦ le viene a la cabeza?

Respuesta. Pues que todo est¨¢ tan mercantilizado¡­ Hay much¨ªsimo dinero alrededor y en unos pocos a?os veremos una liga europea, eso seguro. Es lo que interesa. No s¨¦ c¨®mo quedaremos el resto, pero lo cierto es que el romanticismo que exist¨ªa se ha ido evaporando. Lo ideal ser¨ªa que hubiese un equilibrio, pero eso es imposible ahora, as¨ª que tiene mucho m¨¦rito sobrevivir en este mundillo siendo un club como el que somos, con un club que es nuestro, de su gente.

P. Osasuna es uno de los pocos clubes que no es una sociedad an¨®nima. ?Se imagina que el club deje de pertenecer a sus aficionados y caiga en el futuro en manos de alg¨²n inversor extranjero?

R. No lo s¨¦, qui¨¦n sabe. Tambi¨¦n tengo claro que hay que evolucionar y que la vida te va llevando de un lado a otro. Hace 20 o 30 a?os todo era distinto. Ahora todo es marketing, publicidad, ingresos... A m¨ª no me sorprender¨ªa que alg¨²n d¨ªa Osasuna acabe convirti¨¦ndose en una sociedad an¨®nima. En ese sentido quiz¨¢ yo soy muy rom¨¢ntico, pero... Para eso, aqu¨ª en Navarra tal vez seamos un poco diferentes, pero quiz¨¢ no debemos obcecarnos con que esto sea as¨ª siempre. Somos muy nuestros en ese sentido y seguro que costar¨ªa salir de una din¨¢mica como la de ahora.

P. En Pamplona jam¨¢s se comprendieron las formas de su despido y que el mismo director deportivo que apost¨® por usted est¨¦ ahora en el banquillo. ?Tiene alguna l¨®gica?

R. Hay un topicazo que dice que cuando los directivos tienen que echar a alguien se apoyan en eso de: el f¨²tbol es as¨ª. Yo no pienso que el f¨²tbol sea as¨ª, sino que lo hacemos as¨ª. Al final es una justificaci¨®n barata de gente que no tiene la naturalidad que hay que tener, que no puede, no quiere o no se atreve a afrontar la realidad. Es lo que percibo y no lo digo solo por Osasuna, sino por el f¨²tbol en general.

P. ?Por qu¨¦ su m¨¦todo era v¨¢lido de inicio y de repente ya no val¨ªa?

R. Yo particularmente siento que Osasuna debe tener un modelo muy concreto. Siempre he pensado que este club es mucho m¨¢s que un club, porque aqu¨ª existe un sentimiento de pertenencia muy grande, mucha identificaci¨®n. No estaba previsto el competir para ascender, con lo cual la plantilla en Segunda era ya para lo que era, que era para mantener la categor¨ªa, pero al final los chicos compitieron muy bien y fueron superando dificultades. El problema es que exist¨ªa un planteamiento muy definido, pero en el kil¨®metro cinco se cambi¨® de opini¨®n y a partir de ah¨ª, todo evolucion¨® de forma diferente. Hasta ah¨ª puedo leer yo. Se parti¨® con una idea y despu¨¦s se tom¨® otro camino. Las cosas son as¨ª.

Solo te acuerdas del sentimiento y la historia cuando las cosas est¨¢n realmente jodidas

P. Los nuevos c¨®digos del f¨²tbol est¨¢n desnaturalizando a los clubes, ?no es as¨ª?

R. Se ha ido perdiendo arraigo de forma paulatina. El dinero es el culpable de muchas cosas. Al final te envuelve y te olvidas de todo. Solo te acuerdas del sentimiento y de la historia cuando las cosas se ponen realmente jodidas. Al final, en este club siempre hemos sido los de casa los que hemos tenido que partirnos la cara para salir adelante. Lo fundamental es la filosof¨ªa que tengas y defenderla hasta el final. Ah¨ª est¨¢n los ejemplos del Athletic, la Real o el Eibar, cada uno con sus connotaciones. Independientemente de la categor¨ªa en la que est¨¦s, debes respetar tu idea e ir con ella hasta el final.

P. En su caso, cay¨® con el ideario intacto.

R. Hoy soy mejor entrenador que ayer. Mi experiencia el a?o pasado fue apasionante, porque puse en pr¨¢ctica una l¨ªnea de gesti¨®n del grupo diferente, con las herramientas del coaching. Fue brutal. Puse en pr¨¢ctica una din¨¢mica diferente, porque no me he quedado anclado. Fue el primer a?o que la prob¨¦ y ascendimos a Primera Divisi¨®n. Hubo partidos en los que jugaron dos o tres juveniles. Todo esto desde el convencimiento. Hoy d¨ªa disfrutamos de Primera gracias a todo esto. Mi crecimiento personal ha sido muy grande y yo me he quedado muy a gusto. Ya me puedo morir tranquilo, aunque creo que a¨²n me queda bastante recorrido¡­

P. ?Pero no le queda una sensaci¨®n de impotencia y de poco tacto?

R. Cuando pasan cosas como las que he vivido yo con mi afici¨®n piensas: ?Y qu¨¦ m¨¢s me da que me hayan echado! Al final yo me voy a quedar con todos esos momentos, con todo lo que nos quiere y me quiere la gente. Ni queriendo hubiese salido de Osasuna como he salido. Lo normal es que los entrenadores se vayan a palos; no ganas y al final te silban y te echan, pero en este caso no ha habido ning¨²n reproche. Yo he tenido que luchar mucho. Me criticaban mucho que jugase con el 5-3-2, pero gracias a esa propuesta est¨¢n disfrutando de la Primera Divisi¨®n. Me siento muy satisfecho porque al final, ol¨¦, es el triunfo de una idea, de la convicci¨®n. Fue una apuesta y me dije: por mis santas narices que vamos a subir con este sistema. Me queda esa gran satisfacci¨®n.

Estoy plenamente convencido de que yo hubiera triunfado como extremo del Real Madrid

P. M¨¢s all¨¢ de la rescisi¨®n del contrato, una llamada telef¨®nica no parece la v¨ªa m¨¢s elegante para comunicarle su despido a un hombre que lo ha dado todo por Osasuna, ?no?

R. Son decisiones que toman los clubes¡­ A m¨ª me gustan los toros, pero cuando voy a la plaza en los Sanfermines me como mi bocata, me echo mis traguitos y estoy calladito. Hay gente que hace una serie de observaciones al torero y yo me digo: ?jo¨¦, qu¨¦ atrevimiento! Yo digo: ?Coge la capa, salta al ruedo y enfr¨¦ntate al toro! La sensaci¨®n que queda en este trayecto es que este toro hay que lidiarlo en la arena, no desde la barrera. Luego vino Joaqu¨ªn [Caparr¨®s], ten¨ªa otra idea y no cal¨®, por lo que fuera¡­ Cada uno que opine lo que quiera. El equipo compite y no tengo nada m¨¢s que decir. Yo solo miro hacia adelante.

P. ?Y ahora c¨®mo se puede reconducir Osasuna?

R. Lo importante es el modelo, independientemente de la categor¨ªa en la que est¨¦s. Mi idea es que a la base de aqu¨ª se le aporte alg¨²n ingrediente de fuera para que mientras se pueda sostener el crecimiento de los que vienen de abajo. Esa ha sido siempre mi apuesta. Nuestra filosof¨ªa deber¨ªa ser esa, como la del Athletic, la Real o el Eibar, al que desde hace a?os se la ha tachado injustamente de jugar al pelotazo, y no es as¨ª. Yo he ido all¨ª con el Legan¨¦s y Xabi Alonso jugaba de mediocentro. A la gente le hab¨ªan metido esa idea en la cabeza y no era cierta. Yo me quedaba alucinado. El jugar de forma vertical no significa que no juegues al f¨²tbol. Aunque estuviera en Segunda B, Segunda o ahora en Primera, siempre ha mantenido el mismo concepto.

P. En este futbol de hoy d¨ªa, ?hasta cu¨¢ndo puede perdurar una filosof¨ªa como la del Athletic?

R. Ese modelo no se va a acabar nunca. Hay un convencimiento tan brutal de su sociedad, del aficionado e incluso del futbolista, que es imposible que eso se agote. Yo creo que un jugador del Athletic rendir¨ªa a menor nivel fuera. Los jugadores del Athletic tienen un plus motivacional. El a?o pasado, lo que sucedi¨® con nuestro equipo fue un chute emocional terrible a nivel provincial. Y no solo para la gente adulta, sino sobre todo para los ni?os. Entr¨® el sentimiento osasunista hasta lo m¨¢s hondo. No debemos perder eso, sino que debemos alimentarlo. Creo que hay una serie de ingredientes para alimentar eso. Yo tengo los m¨ªos, pero igual hay quienes entienden que no son los aconsejables¡­ Pasar¨¢ lo que tenga que pasar, pero al final volveremos a esta idea, seguro.

Es maravilloso ver a Neymar. Ya no hay jugadores valientes que buscan y encaran

P. Usted pudo haber jugado en el Real Madrid, pero sigui¨® ligado toda la vida a Osasuna. Eso ser¨ªa impensable actualmente, ?no?

R. El primer equipo que se interes¨® por m¨ª fue el Athletic de Clemente, pero el Madrid pagaba 100 millones de pesetas y daba hasta tres jugadores. La historia es que en aquella ¨¦poca el club estaba econ¨®micamente bien y exist¨ªa el derecho de retenci¨®n. Te aplicaban un 10% m¨¢s de lo que ganabas y te amarraban. Sucedi¨® as¨ª y es la espinita que a uno le queda, porque no todo el mundo tiene la posibilidad de vivir una experiencia as¨ª. Fue una pena, porque estoy plenamente convencido de que hubiera triunfado en el Madrid, sin duda. Ten¨ªa las condiciones. Jugaba por los dos costados, me gustaba encarar y llegar a la l¨ªnea de fondo para poner balones. As¨ª fabricamos un mont¨®n de goles entre Patxi Irigu¨ªbel, Echeverr¨ªa y yo.

P. Usted era un 11 de raza. ?Por qu¨¦ se est¨¢ extinguiendo la figura del extremo?

R. Ahora hay muy pocos jugadores que encaran. Hay excesivos ejercicios de control y pase, as¨ª que cuando ves a Neymar que viene, que recibe, que busca y dribla al lateral... ?buah!, es lo m¨¢s maravilloso que existe. Yo me identifico con eso, porque era delantero y los delanteros pensamos as¨ª, pero se ha perdido. Ya no quedan muchos valientes. Todo es muy previsible, muy encorsetado. El tema de la dichosa posesi¨®n... Lo bonito del f¨²tbol est¨¢ en eso, en el regate, la finta, el uno contra uno.

P. Para concluir. ?C¨®mo le dio por aplicar eso del coaching?

R. Es una forma de vivir. No es coger un libro y trasladarle al jugador el conocimiento, no. Se trata de proyectar tu pasi¨®n y de interpretar las circunstancias de otra manera, porque todo est¨¢ en la mente. Son herramientas para motivar a la gente joven y a todo tipo de personas. Se ofrecen una serie de par¨¢metros para que la persona de lo mejor de s¨ª, porque aunque no lo creamos, somo mucho m¨¢s v¨¢lidos de lo que pensamos todos. Cada uno con sus condiciones, pero repito, muy v¨¢lidos. A mis jugadores les pido que no piensen demasiado, porque no es bueno. Les digo que no hagan caso de lo que dicen los peri¨®dicos, que vayan siempre con la cabeza bien alta.

P. Y funcion¨®, vaya que si funcion¨®.

R. Fue incre¨ªble. Consegu¨ª empatizar igualmente con Otegui, un chaval de 16 a?os con las hormonas a mil revoluciones, que con Nino, un hombre de 35 y con dos hijos. El f¨²tbol es emoci¨®n al fin y al cabo, y hoy d¨ªa es tan esencial saber de t¨¢ctica y pizarra como gestionar el bloque humano.