Karag acierta y el Atleti es campe¨®n
Acisclo Karag, nacido en Filipinas en 1891, fue m¨¦dico y periodista. Su firma ya era conocida desde antes de la guerra. En los sesenta, cuando yo era un chaval, ten¨ªa una cita fija con los lectores los jueves en Marca,donde pronosticaba, con general acierto, los resultados del domingo.
Pero lo grande ven¨ªa cuando, a varias jornadas del final de la Liga, anunciaba el veredicto final: el campe¨®n, los descendidos, el orden de todos. El d¨ªa se esperaba con avidez y se consideraba palabra papal. Pocos se atrev¨ªan a discutirlo. Los hinchas del campe¨®n se crec¨ªan, los de los descendidos se abat¨ªan.
Esta era la temporada 65-66, ¨²ltima del Metropolitano. El Atl¨¦tico iba bien. El Bar?a empez¨® muy mal, el Madrid, regular tirando a mal. En un par de oportunidades lleg¨® a ser l¨ªder el Pontevedra del Hai que Roelo, la segunda tras ganar al Atl¨¦tico en Pasar¨®n. Pero el Atl¨¦tico volver¨ªa a coger la cabeza. Iba fuerte.
Empez¨® haci¨¦ndolo a seis jornadas del final, luego a ocho, despu¨¦s a diez y ahora ?con doce jornadas por jugar!
El Bar?a mejor¨® a partir de una victoria 1-3 en el Bernab¨¦u, acabando ya la primera vuelta, pero ven¨ªa muy de atr¨¢s. El Madrid tambi¨¦n mejor¨® tras esa derrota, que fue causa de la aparici¨®n de Vel¨¢zquez y de la titularidad de De Felipe, con lo que se conformaba lo que ser¨ªa el equipo ye-y¨¦.
Tras la jornada 18 (el campeonato ten¨ªa 30) el Atl¨¦tico es primero, con 26 puntos, le siguen el Madrid con 25, el Pontevedra, con 22 y el Bar?a, que crece, con 21, los mismos que Zaragoza, Valencia y Athletic de Bilbao.
Es entonces cuando, el 14 de enero, Karag dictamina: el Atl¨¦tico, campe¨®n con 45 puntos, el Madrid, segundo con 43. Para los madridistas, una bomba f¨¦tida. El Madrid hab¨ªa ganado de tacada las cinco ligas anteriores. Y ahora hab¨ªa encontrado por fin el equipo tras relegar a la suplencia a los casi cuarentones Santamar¨ªa y Puskas.
Karag hab¨ªa adelantado mucho su pron¨®stico. Empez¨® haci¨¦ndolo a seis jornadas del final, luego a ocho, despu¨¦s a diez y ahora ?con doce jornadas por jugar! S¨®lo iban tres de la segunda vuelta.
En Madrid se discut¨ªa en las calles, en los bares, en las oficinas, en los autobuses, y desde luego en los colegios. Karag basaba sus pron¨®sticos en un ¨ªndice de performance que atribu¨ªa a cada equipo y que, de tantas vueltas que di al asunto, supe descifrar, para asombro m¨ªo y de mis compa?eros. Me sent¨ª Einstein al descubrir que ese ¨ªndice sal¨ªa de la suma de dos divisiones: la de puntos conseguidos entre partidos jugados y la de goles a favor entre goles en contra. Luego, confrontaba partido a partido los ¨ªndices de performance de los contendientes, con un ¨ªndice corrector para el de casa y de ah¨ª extra¨ªa el resultado, partido a partido, jornada a jornada.
En Madrid se discut¨ªa en las calles, en los bares, en las oficinas, en los autobuses
El 30 de enero, recibe al Atl¨¦tico en el Bernab¨¦u, el Madrid ya le ha igualado en cabeza. Una pancarta reza: ¡°El 30 de enero, el Madrid el primero; a final de temporada, el Penta gana. Recuerdos, Karag¡±. (El ¡°Penta¡± era el Madrid. As¨ª se le conoc¨ªa desde sus cinco Copas de Europa, a la que estaba a punto de a?adir la sexta).
Gan¨® el Madrid, 3-1. Fue mejor, m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s joven, m¨¢s ambicioso. El Atl¨¦tico dio imagen de estar gastado. El Madrid cogi¨® la cabeza con dos puntos de ventaja.
La jornada 22, 6 de febrero, nos trae la visita del Bar?a al Metropolitano. El Bar?a se ha situado ya a s¨®lo dos puntos del Atl¨¦tico. Llega el jueves. Se entrena en la Ciudad Deportiva del Madrid el viernes y el s¨¢bado (?ser¨ªa imaginable eso hoy?). Hay frases de cari?o para el viejo estadio y alguna esperanza de llegar a¨²n al t¨ªtulo. La reacci¨®n est¨¢ siendo formidable. Llaudet, presidente, explica la receta: ¡°Un poco de juventud, mucho de disciplina, mucho de hermandad y el resto, buena voluntad¡±.
El mismo d¨ªa, el Madrid visita al Espanyol, donde a¨²n juega Di St¨¦fano, por la ma?ana. Se televisa. Barcelonistas y Atl¨¦tico ven al Madrid empatar, lo que no es del todo bueno ni del todo malo para nadie.
Por la tarde, el Metropolitano revienta. Hay miles de madridistas el pie de guerra en la enorme gradona Este, desde donde animan al Bar?a tanto que el sonido del estadio est¨¢ repartido, como en una final de Copa. Gana el Bar?a 0-1 con gol, celebrad¨ªsimo en la gradona, del exmadridista Muller, rara avis. Muller era un medio franc¨¦s de exquisita t¨¦cnica al que un periodista catal¨¢n describi¨® as¨ª: ¡°Nunca hizo una falta, nunca fall¨® un pase, nunca tir¨® a puerta¡±. Las dos primeras eran verdad, la segunda, casi. Yo le recuerdo un gol con el Madrid y este con el Bar?a. No chutar¨ªa muchas m¨¢s veces. El Atl¨¦tico jug¨® mal, de nuevo sin energ¨ªa. Apenas lleg¨®. Queda como ¨²nico argumento la queja de un penalti claro de Eladio a Luis que el balear Rigo no pit¨®.
Ahora el Madrid es primero, con dos puntos sobre el Atl¨¦tico y el Bar?a. El pron¨®stico se tambalea. En su cr¨®nica de Marca, Antonio Valencia, subdirector del peri¨®dico, reconoce: ¡°(¡) el pron¨®stico ha sufrido un impacto grav¨ªsimo por debajo de la l¨ªnea de flotaci¨®n y comienza a irse a pique¡±. Tambi¨¦n escribe: ¡°El campe¨®n de invierno ha resultado como esas estatuas de nieve que el sol derrite conforme se acerca la primavera¡±.
El Atl¨¦tico se despidi¨® de su viejo y querido Metropolitano como campe¨®n de Liga
El entrenador atl¨¦tico, Balmanya, declara: ¡°Todo ha terminado. Me siento defraudado de mi labor, el equipo se hunde f¨ªsicamente¡±. Y un pellizco a sus chicos: ¡°Yo puedo controlar la preparaci¨®n de mis jugadores, no su descanso¡±.
El lunes los madridistas llegan en triunfo al trabajo o al colegio. ¡°?La Liga del Atleti ha durado lo que un pastel a la puerta de un colegio!¡±. ¡°?Si ser¨¢ malo el Atleti que hace fracasar a Karag!¡±.
Pero, tras empatar su siguiente salida, a Mallorca, el Atl¨¦tico lo gana todo. El Madrid tras alg¨²n tropiezo, pierde en el Camp Nou en la pen¨²ltima jornada. El Atl¨¦tico llega a la ¨²ltima dependiendo de s¨ª mismo. Tiene que ganar en Sarri¨¢ al Espanyol, en el que ser¨ªa ¨²ltimo partido de Liga de Di St¨¦fano, que ya ten¨ªa los 39 corridos. Griffa, el poderoso central del Atl¨¦tico, y ¨¦l, volv¨ªan a encontrarse. Los dos viejos condottieros me contaron al cabo de los a?os aquello. Griffa le dec¨ªa: ¡°Alfredito, vos no necesit¨¢s los puntos, no vay¨¢s a querer hacerles un favor a tus amiguitos¡. Si te acerc¨¢s por ac¨¢, te mato¡±. Di St¨¦fano le replicaba: ¡°Vos qu¨¦ ten¨¦s, Jorgito, ?un cementerio privado?¡±.
Gan¨® el Atl¨¦tico 0-2, con goles de Ufarte y precisamente Griffa. Campe¨®n, pues, el Atleti con 44 puntos, por 43 del Madrid y 38 del Bar?a. El orden que previ¨® Don Acisclo. Bajan Mallorca y Betis, los dos que anunci¨®. Todo ?a doce jornadas del final!
Karag fue un mago. Rara vez fallaba. Y para cuando eso ocurr¨ªa, ten¨ªa explicaci¨®n: ¡°No ha fallado el pron¨®stico, ha fallado el equipo¡±. Pero el Atl¨¦tico no le fall¨®. Se despidi¨® de su viejo y querido Metropolitano como campe¨®n de Liga.
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