El Baskonia vence al Fenerbah?e en el momento m¨¢s oportuno

El Baskonia recuper¨® su imagen donde mejor se recupera el juego: ante rivales dif¨ªciles y en canchas presuntamente imposibles. El Fenerbahce fue su particular b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s. Obradovic, tan ducho en la materia, una instituci¨®n que cumpl¨ªa 57 a?os, no ha encontrado esta temporada la manera de ganar al Baskonia. No lo hizo cuando el conjunto vitoriano estaba plet¨®rico, en a primera vuelta, y no lo hizo hoy, en su pabell¨®n, cuando el Baskonia mostraba una anemia en su juego que le dejaba en el alambre de la clasificaci¨®n. En ambos casos, top¨® con la misma piedra: el poder¨ªo baskonista en el rebote y la inspiraci¨®n de sus directores de orquesta. Da gusto seguir el vuelo de la batuta de Larkin o los solos de Beaubois, un jugador que disfruta asumiendo responsabilidades. Pero, adem¨¢s, en esta ocasi¨®n, se sum¨® al coro un presunto secundario, Rafa Luz, inspirado como un maestro, sosteniendo al equipo en ataque y en defensa, acertando con el aro.

Todo a pesar de Bogdanovic, un talento natural, un jugador que no corre, flota, y encesta como si metiera el hilo en el ojo de una aguja en vez de una pelota en la canasta. Pero es uno solo, por grande que sea. Solo Datome le eximi¨® de algunas responsabilidades porque Bennett no es ni por asomo el que pod¨ªa ser y Vesely se carg¨® pronto de personales que le frenaron en los rebotes.

Aun as¨ª nadie tuvo ganado ni perdido el partido en ning¨²n momento, aunque la jerarqu¨ªa la adquiri¨® el Baskonia tras los primeros cinco minutos de desorden colectivo. Fue Rafa Luz quien impuls¨® al conjunto vitoriano, con Larkin y Beaubois reflexionando en el banco. Gracias a su acierto, su control y la presi¨®n en toda la cancha, el Baskonia tom¨® la delantera que pr¨¢cticamente no abandon¨®, aunque la goma se acortaba y se ensanchaba con grave riesgo de rotura.

Al descanso se fue el Baskonia con ocho puntos y al inicio del tercer cuarto alcanz¨® su m¨¢xima ventaja (12 puntos) que eran muchos o pocos seg¨²n sea el color del cristal del partido. Bogdanovic asumi¨® el reto, Obradovic intensific¨® la defensa, la agresividad del equipo y el Fenerbahce recort¨® la distancia en el rebote, una herida por la que sangraba el equipo turco. Al Baskonia le faltaba la aportaci¨®n de Voigtmann, muy despistado y generalmente equivocado.

Pero cuando lleg¨® la presi¨®n final del Fenerbahce, aparecieron las manos fr¨ªas de Beaubois y Larkin, junto al trabajo silencioso pero eficaz de Tillie. El partido se fue al desenlace ag¨®nico. No le tembl¨® el pulso al Baskonia que resisti¨® el acoso, defendi¨® su renta y le endilg¨® otra derrota al Fenerbahce. En el d¨ªa de su cumplea?os, el Baskonia le apag¨® las velas a Obradovic.