El excelso Federer se corona en Indian Wells

Algunos, no pocos, atrevidos ellos, dec¨ªan no hace mucho que Roger Federer tal vez hubiera hecho bien en recoger sus trastos e irse a casa para disfrutar de un dulce retiro, all¨ª en las monta?as suizas, pl¨¢cidamente estirado en el sof¨¢, contemplando con perspectiva la fastuosa obra que ha ido construyendo a lo largo de 20 a?os de carrera. Sin embargo, aquellos, no pocos, insensatos a tenor de los hechos y los resultados, no tuvieron demasiado en cuenta la verdadera dimensi¨®n del suizo, quien al derrotar a Stan Wawrinka en la final de Indian Wells (6-4 y 7-5, en 1h 19m) volvi¨® a decir que no, que de ning¨²n modo, que a ¨¦l le queda cuerda para rato y que se puede ser excelso en la longevidad, porque sencillamente es un tenista irrepetible.

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Rumbo hacia las 36 primaveras, Federer sigue redescubri¨¦ndose y reinvent¨¢ndose, disfrutando y haciendo disfrutar. Su ¨²ltimo triunfo en el desierto californiano poco tiene que ver con los de a?os atr¨¢s, porque esta vez lo ha ganado con una versi¨®n bien distinta, disfrazado de pistolero y sin desperdiciar fuerzas ni munici¨®n. Diferente v¨ªa, sin peloteos ni enredos, pero igualmente seductora, porque el suizo conserva la esencia y contin¨²a ganando, aunque hoy d¨ªa su ¨¦xito se fragua sobre todo en el rev¨¦s y no en la derecha.

Con el de ayer, son ya 90 los t¨ªtulos que contabiliza, por lo que se sit¨²a m¨¢s cerca de Ivan Lendl (94), el segundo jugador m¨¢s laureado de la historia tras Jimmy Connors (109). La victoria frente a Wawrinka, adem¨¢s de su quinto trofeo en Indian Wells, el 25 de un Masters 1000, le concedi¨® el honor de convertirse en el tenista m¨¢s veterano que gana un torneo de segunda categor¨ªa, sucediendo al estadounidense Andre Agassi (34 y tres meses en Cincinnati 2004). Y la cosa no queda ah¨ª, porque la sublime actuaci¨®n en el Valle de Coachella le permitir¨¢ desbancar a en la sexta posici¨®n del ranking a Rafael Nadal.

As¨ª se expresa el presente del genio, que arranc¨® el a?o en la decimosexta posici¨®n y ahora vuelve a divisar la cumbre del circuito. Y es que ahora mismo no existe un jugador mejor, o desde luego no m¨¢s competitivo. Mientras el n¨²mero uno del mundo, Andy Murray, no termina de cogerle el pulso al a?o, y Novak Djokovic sigue transmitiendo dudas y m¨¢s dudas, ¨¦l va perfil¨¢ndose de nuevo como un ganador feroz y decidido. Ninguno, ni Murray, ni Djokovic ni tampoco Nadal, al que derrot¨® en la final de Melbourne y apabull¨® en los octavos de este ¨²ltimo evento, han demostrado estar por encima del suizo, que rubric¨® este ¨²ltimo premio con un poder¨ªo y una suficiencia como no se le recordaban.

12-1: solo una derrota en 2017

No hay mejor presente que el de Federer, agarrado al carpe diem, vencedor esta temporada en todos los pulsos contra jugadores del top-10 (6-0) y con un balance extraordinario de 12 victorias y una sola derrota, un mal d¨ªa en Dub¨¢i. El resto, todas actuaciones formidables y sin peros, como la que protagoniz¨® ante Wawrinka. Este resisti¨® lo suyo, hasta el d¨¦cimo juego del primer set, pero cedi¨® el servicio y entreg¨® el parcial, de modo que la historia se le puso muy cuesta arriba. Enderez¨® despu¨¦s, con un break nada m¨¢s comenzar el segundo parcial ¡ªel primero que encajaba Federer en todo el torneo¡ª, pero el vencedor le rompi¨® el saque acto seguido y luego ampli¨® el recital para terminar descorchando el champ¨¢n. Otra vez, la segunda en 2017.

Se repiti¨® la imagen de nuevo. El de Basilea, como si fuera un novato hambriento, elevando los brazos hacia el cielo ante los 17.000 espectadores que abarrotaban la central. En primera fila, el legendario Rod Laver, ganador de 11 grandes; un hombre que a sus casi 80 a?os coge a la que puede el avi¨®n para deleitarse con el suizo. Ya no se antoja algo espor¨¢dico ver a Federer alzar trofeos. Mientas otros hubieran cogido los b¨¢rtulos y hubiesen regresado ya al cant¨®n, ¨¦l sigue al frente como nadie.