La locura del Barcelona puede con el Valencia
Desde el remonte frente al PSG, el equipo azulgrana juega al abordaje y con eso le bast¨® para superar a un Valencia en inferioridad num¨¦rica durante una parte entera
Al Bar?a le ha dado un ataque de locura, como si tuviera que marcar seis goles a cada partido, embrujado todav¨ªa por su remonte contra el PSG. La excitaci¨®n es m¨¢xima en el Camp Nou, una sensaci¨®n extra?a en un equipo que pis¨® la cima del mundo desde la cordura, racional por excelencia, acusado a veces de excesivamente quieto, muy cambiado desde la cat¨¢strofe de Par¨ªs. Nadie dir¨ªa que ya se acab¨® el duelo de Champions. El Bar?a ataca igual contra 10 que ante 11, lo mismo le da que el partido vaya 0-1 que 2-2 o 3-2, como si no pudiera parar, v¨ªctima de la prisa en Europa y en la Liga.
Se ha convertido el Barcelona en un equipo a corto plazo cuyo horizonte es el Bernab¨¦u, escenario del clasico el 23 de abril, el partido que puede resolver la Liga. As¨ª que hasta entonces juega dos choques trepidantes cada jornada, el suyo y el del Madrid, a fin de poder llegar al campo del l¨ªder con opciones de revalidar el t¨ªtulo tras asegurarse la final de Copa y sobrevivir en Europa. Hay que afrontar cada encuentro como si fuera el ¨²ltimo, circunstancia que de momento invita al t¨¦cnico a arriesgar con el equipo del 6-1. No es extra?o por tanto que haya tanto v¨¦rtigo en el Camp Nou.
Aunque el 3-4-3 con rombo resulte familiar en el Camp Nou desde los tiempos de Cruyff, no parece un plan muy pensado, ni es consecuente con el perfil de la plantilla, ni tampoco tiene que ver aparentemente con la cultura de La Masia. La cuesti¨®n, sin embargo, es que funcion¨® como revulsivo en Europa. Luis Enrique supo activar al equipo y la hinchada recuper¨® la fe cuando advirti¨® que se hab¨ªan acabado las rotaciones: nadie tiene dudas sobre cu¨¢les son los titulares por m¨¢s extra?o que parezca jugar sin laterales y, adem¨¢s, con Rafinha en el puesto de falso 7, dos asuntos que dejan a la intemperie la banda derecha del Bar?a.
Rakitic, que no es Sergi Roberto y mucho menos Dani Alves, tuvo que recogerse a menudo como lateral, o cl¨¢sico 2. La inestabilidad defensiva condicion¨® el despliegue del Bar?a por las veloces transiciones del Valencia. Muy bien resguardados, los muchachos de Voro contraatacaban r¨¢pido por los costados y presionaban bien la salida del bal¨®n de los azulgrana, que se mostraban intensos, concentrados y esforzados cada vez que pasaban la divisoria y apuntaban a Diego Alves. El partido ten¨ªa ritmo y las situaciones de riesgo se suced¨ªan en las porter¨ªas, tambi¨¦n en la de Ter Stegen.
Espl¨¦ndido Ter Stegen
El meta estuvo espl¨¦ndido en un tiro de Carlos Soler y en un mano a mano con Munir, habilitado por el saque de porter¨ªa de Alves. La jugada acab¨® en saque de esquina y acto seguido en el 0-1. Los azulgrana no paran de encajar goles desde el bander¨ªn de c¨®rner: ya van cuatro desde el Villamar¨ªn. El Valencia fue igual de certero que el Betis y el Deportivo despu¨¦s de que Mangala cabeceara el centro de Parejo. La respuesta del Bar?a fue casi instant¨¢nea por parte de Luis Su¨¢rez, convertido en el jugador bandera del Barcelona.
Un saque de banda permiti¨® al pillo Neymar habilitar al uruguayo ante la inopia de Garay. El 9 dej¨® correr la pelota y sin control previo la cruz¨® de rosca al poste izquierdo y a la red. El Bar?a se cogi¨® de la zamarra del charr¨²a, tan poderoso como virtuoso, imparable en el desmarque y en la manera de atacar los espacios, y arrambl¨® al Valencia. El 2-1 lleg¨® despu¨¦s de que Luis Su¨¢rez, validado por Messi, sorprendiera por la espalda a Mangala y forzara la expulsi¨®n del central y un penalti que no perdon¨® el 10. A punto de alcanzar el descanso, el partido parec¨ªa quedar a pedir de boca para el Barcelona. Ocurri¨® que el Valencia, incluso desde la inferioridad, persever¨® en picar el flanco derecho del Bar?a. Carlos Soler ley¨® el desmarque de Gay¨¢ y su centro lo empuj¨® Munir: 2-2.
Voro retir¨® entonces a Orellana para dar entrada a Abdennour y defender con cuatro zagueros mientras los azulgrana no paraban de atacar, ni siquiera despu¨¦s que Messi metiera el 3-2. El 10 se cambi¨® la pelota de pie para armar el tiro con la derecha ante Alves. El tanto, sin embargo, nada cambi¨® porque si no empat¨® Munir fue porque le reban¨® el cuero Piqu¨¦. No hab¨ªa quien pusiera un momento de control y pausa en el Bar?a.
Los azulgrana no se corrigieron con los cambios sino que continuaron entregados a un peligroso intercambio de golpes hasta el pen¨²ltimo minuto de partido cuando Andr¨¦ Gomes se estren¨® como goleador tras una jugada maravillosa de Neymar. Ambicioso, por no decir voraz, y nada riguroso ni acad¨¦mico, el Bar?a jug¨® con fuego, concedi¨® demasiado campo y bal¨®n al Valencia, que incluso en una situaci¨®n de inferioridad se permiti¨® poner en escena a Zaza, convencido de que pod¨ªa empatar por la generosidad del Bar?a. El correcalles dur¨® m¨¢s de media hora por la falta de punter¨ªa de los chicos de Luis Enrique.
El gol de Andr¨¦ Gomes fue como un sedante despu¨¦s de una noche para no dormir, como si el Bar?a quisiera recuperar en dos d¨ªas el tiempo perdido durante meses, seguro de que si los partidos se deciden por las ocasiones y no por el juego puede ganar tambi¨¦n la Liga. A ver qu¨¦ pasa en Granada sin Messi, que forz¨® la quinta tarjeta. Los C¨¢rmenes no es el Camp Nou. Ahora mismo est¨¢ convencido de que la mejor defensa es un buen ataque desde lo del 6-1.
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