El padre de Jordi Cruyff
El acto m¨¢s humilde que uno puede hacer en la vida es ser hijo de Johan Cruyff y dedicarse al f¨²tbol
El acto m¨¢s humilde que uno puede hacer en la vida es ser hijo de Johan Cruyff y dedicarse al f¨²tbol. Hay otros gestos igual de relevantes: pintar con el apellido Picasso, escribir siendo hijo de James Joyce, querer arbitrar como un genio cuando tu padre se llama Mateu Lahoz, hacer un decreto contra inmigrantes con el peso ilustre del apellido Trump. As¨ª no s¨®lo se contraviene la delicada reclamaci¨®n de Freud de matar al padre o, yendo un poco m¨¢s lejos, de seguir los pasos de Edipo: adem¨¢s de matar al padre, acostarse con la madre. Lo que se hace es prolongar un legado simb¨®lico que se desvirt¨²a de forma natural: cuando uno nace a la sombra de un gigante el primer impulso es salir corriendo. Quedarse es una tarea de elegidos; quedarse haciendo lo mismo tiene un punto suicida.
El progreso, entre otras cosas, consiste en que cada generaci¨®n supere a la anterior. Ocurre que muchas veces eso es imposible porque en la anterior hubo alg¨²n colgado que lo puso todo patas arriba, por ejemplo Johan Cruyff. Por eso que haya hijos as¨ª, dispuestos no s¨®lo a perder contra su padre con naturalidad sino a asumir la representaci¨®n de todo lo que fue, y el universo que cre¨® e hizo girar alrededor de ¨¦l, es un gesto hermoso que hace preguntar: ?har¨ªa yo lo mismo? ?Sucumbir¨ªa yo al apellido y me resignar¨ªa a responder las preguntas que ¨¦l ya no puede contestar?
Cumplido el primer aniversario de la muerte de Johan Cruyff, su hijo Jordi ha dicho que le resulta extra?o hablar de ¨¦l en pasado. Para quien encarn¨® el futuro en todas sus formas es dif¨¬cil colocarle un tiempo verbal diferente. Y si como familia es dif¨ªcil, imaginen en el campo de f¨²tbol, donde Cruyf aparece representado detr¨¢s de ideas de juego que surgen directamente de sus postulados revolucionarios. Ayer, en una larga entrevista en El Peri¨®dico, Jordi Cruyff lo resumi¨® as¨ª: ¡°Eusebio, de lateral derecho, Goiko, de lateral zurdo, y Koeman de central. Era de locos, pero ¨¦l dec¨ªa: ¡®Si ellos tienen un delantero, con dos defensas es suficiente¡¯. En un momento te llaman loco. Y cuando las cosas van bien, te catalogan como genio¡±.
La diferencia entre el loco y el genio est¨¢ en quienes te perciben como loco y quienes lo hacen como genio: con Cruyff es f¨¢cil saber qui¨¦n conduce en direcci¨®n contraria. Pero el ni?o, el ni?o Cruyff. ?Es coraje, es resignaci¨®n? Uno puede dedicarse a algo sabiendo que no ser¨¢ el mejor. Pero qu¨¦ conflicto es ¨¦se de saber que no ser¨¢s nunca el mejor porque el mejor ya fue tu padre.
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