Stu Bannatyne, adicto a la Volvo Ocean Race

Lo primero que llama la atenci¨®n de Stu Bannatyne es su altura, m¨¢s dos metros. Tiene las manos grandes, y visto de espalda, parece un armario empotrado. Pocos deportistas pueden presumir de tener? la experiencia de este gigante de la navegaci¨®n oce¨¢nica, considerado uno de los mejores regatistas del mundo. Con un impresionante historial, Suart Bannatyne (Auckland, Nueva Zelanda, 1971) no necesita presentaci¨®n entre los aficionados.

El neozeland¨¦s ha participado y ganado algunas de las pruebas m¨¢s importantes de la vela oe¨¢nica internacional, incluyendo siete Volvo Ocean Race, ocho Fastnet Race, tres Transpac y 11 Sydney-Hobart. A partir del pr¨®ximo 22 de octubre desde Alicante, tomar¨¢ parte en la salida de la que ser¨¢ su octava campa?a en la Volvo Ocean Race. Bannatyne es uno de las tres ¨²nicos navegantes que han ganado?tres veces la vuelta al mundo a vela, en la que ha roto el r¨¦cord de velocidad en cinco ocasiones.

El kiwi ser¨¢ jefe de guardia del Dongfeng Race Team, el equipo francochino patroneado por el franc¨¦s Charles Caudrelier, que participa en la 13? edici¨®n de la vuelta al mundo a vela. ¡°Amo la vela oce¨¢nica. He doblado el cabo de Hornos siete veces y para m¨ª la mejor forma de navegar es hacerlo en el oc¨¦ano Ant¨¢rtico¡±, es su declaraci¨®n de principios. Bannatyne mantiene una especial relaci¨®n con el oc¨¦ano Sur, uno de los lugares del planeta donde la navegaci¨®n se hace m¨¢s dif¨ªcil. En esta edici¨®n, la Volvo Ocean Race recorrer¨¢ el triple de millas por el oc¨¦ano Ant¨¢rtico: m¨¢s de 12.500 millas por el g¨¦lido oc¨¦ano, donde se generan algunas de las depresiones meteorol¨®gicas m¨¢s extremas del planeta con vientos que pueden alcanzar los 70 nudos (130 km/h). Y es en lugares como este donde mejor sabe desenvolverse el neozeland¨¦s. Su experiencia en llevar el barco al l¨ªmite es un valor para cualquier equipo y hace de ¨¦l uno de los profesionales m¨¢s solicitados. Elegido New Zealand Yachtsman of the Year en 2009, quienes han navegado alguna vez con ¨¦l destacan la seguridad y confianza que transmite. Es un muy hombre tranquilo, pero tambi¨¦n sabe tomar decisiones con rapidez.

Momentos inolvidables

Bannatyne est¨¢ casado y tiene cuatro hijos, Ana 15, Luc¨ªa 14, Felicidad 11 y Angus 9. Comenz¨® a navegar a los 8 a?os en Paremata Boating Club cerca de Wellington. Junto con sus dos hermanos, era habitual ver al joven Stu dando bordos en su Optimist. Despu¨¦s llego el salto a la clase Lasers y su primer viaje al extranjero para participar en los ISAF Youth Worlds en Canad¨¢. Creci¨® sin tener un ¨ªdolo de la vela. Lo que m¨¢s le interesaba era las regatas oce¨¢nicas y los Juegos Ol¨ªmpicos, donde descubri¨® la forma en que Paul Elvstr?m navegaba.

Despu¨¦s de terminar su grado de Ingenier¨ªa Mec¨¢nica en la Universidad de Auckland viaj¨® a Inglaterra para participar en el circuito europeo de regatas. All¨ª, en 1993, su compatriota Grant Dalton buscaba incorporar dos tripulantes al New Zealand Endeavour para competir en la Whitbread Round the World Race (precedente de la Volvo Ocean Race). Fue su gran oportunidad. Bannetyne debut¨® con 22 a?os. Era inexperto pero entusiasta. A bordo del NZ Endeavour aprendi¨® mucho sobre la prueba m¨¢s dura y exigente de las regatas oce¨¢nicas. Vivi¨® uno de los momentos inolvidables de su carrera con el subid¨®n de adrenalina que sinti¨® durante un cambio de vela a medianoche en la proa del barco con 35 nudos de viento. Gan¨® su primera Whitbread, la prueba le enganch¨® y de inmediato comenz¨® a buscar una nueva oportunidad.

En su tercer intento, a bordo del Illbruck de John Kostecki, volvi¨® a conseguir el triunfo en 2001-2002. Parec¨ªa que esta podr¨ªa haber sido su ¨²ltima participaci¨®n. Durante la segunda etapa entre Ciudad del Cabo y Sidney, despu¨¦s de dos semanas en el oc¨¦ano Ant¨¢rtico y tras varios d¨ªas de ce?ida (navegando en contra del viento), Bannatyne enviaba un mensaje: creo que en el futuro buscar¨¦ mi dosis de adrenalina en alguna otra parte que no sea en los 50? sur. NO BORRAR ESTE MENSAJE y por favor, ense?¨¢dmelo si empiezo a hablar de volver a correr otra Volvo Ocean Race. Sin embargo, parece que en las regatas oce¨¢nicas los malos recuerdos se desvanecen mucho m¨¢s r¨¢pido que los buenos. Y como resumi¨® el sueco Roger Nilson cuando se embarcaba en su s¨¦ptima vuelta al mundo, ya con 60 a?os, es muy dif¨ªcil rechazar volver a la Volvo si alguien te ofrece la oportunidad. Es una adicci¨®n.

La tragedia golpea la regata

En la siguiente edici¨®n, en 2005-2006, la organizaci¨®n hab¨ªa anunciado una importante novedad, no exenta de pol¨¦mica. Un nuevo modelo de barco, el Volvo Open 70, que supon¨ªa un cambio radical de dise?o. El VR70 era una generaci¨®n de embarcaciones proyectadas para ser las m¨¢s r¨¢pidas del mundo, algo que llam¨® la atenci¨®n del neozeland¨¦s e hizo que volviera a la competici¨®n. Bannatyne se embarc¨® en Movistar espa?ol para su cuarta circunnavegaci¨®n. Mientras navegaba hacia Melbourne durante la tercera etapa pudo seguir en directo el nacimiento de su tercer hijo Felicity gracias a una conexi¨®n v¨ªa sat¨¦lite con el hospital.

Pero para el barco espa?ol esta edici¨®n estaba siendo toda una pesadilla, desde el primer d¨ªa tuvo problemas: seis aver¨ªas en siete etapas. Durante la s¨¦ptima etapa entre Nueva York y Portsmouth, a 307 millas (568 Km.) de tierra firme, la rotura en la uni¨®n de la quilla con el casco acab¨® con el Movistar en el fondo del oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Sus 10 tripulantes, entre ellos el neozeland¨¦s Bannatyne, tuvieron que abandonar el barco. El ABN 2 holand¨¦s, con el cad¨¢ver de Hans Horrevoets a bordo, cambi¨® su rumbo y acudi¨® al rescate del equipo espa?ol que hab¨ªa lanzado un mensaje de socorro. El equipo que d¨ªas antes hab¨ªa perdido la vida de uno de sus tripulantes salv¨® la de 10 navegantes.

En 2008-2009 gan¨® su tercera Volvo a bordo del Ericsson 4 de Torbn Grael. El Ericsson fij¨® un nuevo r¨¦cord de 596.6 millas navegadas en 24 horas mientras la regata estrenaba el modo oculto, que permit¨ªa a los equipos realizar apuestas t¨¢cticas desapareciendo durante 12 horas del parte de posiciones. En su ¨²ltima participaci¨®n, tras entrenar al Team Alvimedica, se uni¨® al equipo en la quinta etapa entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itaja¨ª (Brasil), la m¨¢s dura de la regata, donde consigui¨® que el barco fuera el m¨¢s r¨¢pido de la flota.

Si no fuera un profesional de la vela probablemente estar¨ªa trabajando en la industria naval del dise?o. Estudi¨® Ingenier¨ªa Mec¨¢nica con el objetivo de dise?ar plataformas, estructuras y otros elementos de los barcos de regata. A medida que se va haciendo mayor reconoce que le gusta pasar m¨¢s tiempo trabajando con los dise?adores en estas ¨¢reas. Para su amigo y compa?ero Daryl Wislang, "la clase de Stu no se limita al agua. Es alguien a quien todos los j¨®venes (marineros o no) pueden admirar, no solo como deportista sino tambi¨¦n como persona".

Media vida en la VOR

Desde su primera participaci¨®n en 1993, la regata ha cambiado mucho, pero para ¨¦l a¨²n sigue teniendo los ingredientes que la hacen ¨²nica. En esta edici¨®n vuelve para intentar mejorar el rendimiento del equipo francochino que en la pasada edici¨®n super¨® todas las expectativas al conseguir el tercer lugar en la general. Y como Charles Caudrelier, patr¨®n del Dongfenf Team Race dijo durante la presentaci¨®n oficial del equipo, eligi¨® a Bannatyne porque quer¨ªa tener el m¨¢ximo de experiencia a bordo. Y tambi¨¦n, porque seg¨²n las estad¨ªsticas, todo barco ganador de la Volvo Ocean Race siempre ha tenido un kiwi a bordo, y Stu es kiwi.