La selecci¨®n mexicana de f¨²tbol americano que pidi¨® dinero en la calle para jugar un Mundial
El equipo exclusivo de mujeres de M¨¦xico debe solventar sus propios gastos para competir, por primera vez, a nivel internacional
A Paola Reyna le insist¨ªan en que era un deporte para hombres. El f¨²tbol americano, seg¨²n algunos de sus amigos, era una actividad ajena para una mujer. ¡°Esto es de machorras, ?no?¡±, escuch¨®. Tambi¨¦n en su familia le desanimaban. ¡°Si quieres que te pegue, yo te pego gratis¡±, bromeaba su madre. Sus t¨ªas eran m¨¢s incisivas ¡°?Ay! Tan bonita t¨². En vez de dedicarte a leer o a gimnasia est¨¢s ah¨ª en los golpes¡±. Eso curti¨® el coraje de Paola.
Ella es una de las 45 jugadoras de la selecci¨®n femenina de f¨²tbol americano. Este mes, el s¨¢bado 24, compiten por primera vez en el campeonato mundial de la categor¨ªa. Pero el equipo mexicano no ten¨ªa dinero para viajar a Canad¨¢. A tres semanas de que empezara el torneo, la Federaci¨®n Mexicana de F¨²tbol Americano les notific¨® que ellas deb¨ªan pagar sus propios boletos de avi¨®n. Las deportistas, vestidas con todo y uniforme, decidieron salir a las calles a pedir dinero. Otras m¨¢s se dedicaron a vender camisetas y gorras por Internet. Todo lo posible para no dejar escapar la oportunidad de jugar contra Estados Unidos y Australia.
¡°Se supone que la Conade [Comisi¨®n Nacional de Cultura F¨ªsica y Deporte] tiene asignado un presupuesto que a su momento era de un mill¨®n de pesos. El presupuesto no era suficiente para cubrir los gastos de las jugadoras¡±, explica Paola Reyna, jugadora defensiva. Cada jugadora, seg¨²n una estimaci¨®n, ten¨ªa que pagar de 15.000 a 20.000 pesos (1.000 d¨®lares) para el billete de avi¨®n.
El equipo tuvo que hacer ruido para que les hicieran caso. Publicaron en sus redes sociales una carta para pedir que les dejaran jugar un mundial. Y funcion¨®. Lograron que se les prometiera el dinero, por lo menos, para viajar a Canad¨¢. Lo que sobre, si es que hay, ser¨¢ utilizado para el hospedaje, transporte terrestre y alimentaci¨®n.
¡°Nos peg¨® esta situaci¨®n. Nos desconcentr¨®. Est¨¢bamos enfocadas en el campo. De repente fue un cubetazo de agua fr¨ªa¡±, comparte Paola Reyna, egresada de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). ¡°Para las jugadoras es m¨¢s que un pasa tiempo. Esto no es algo de tiempo de sobra. Hay que buscar c¨®mo prepararnos. M¨¢s all¨¢ de los entrenamientos tenemos preparaci¨®n extra de gimnasio y t¨¢ctica¡±.
El equipo mexicano se form¨® desde el a?o pasado cuando la Federaci¨®n realiz¨® un torneo nacional. De all¨ª seleccionaron a las mejores 45. La instituci¨®n pidi¨® solicit¨® al m¨¢ximo organismo mundial (International Federation of American Football, IFAF) su inclusi¨®n al torneo.
Estas chicas han esquivado los impactos y porrazos dentro del campo, pero no el del machismo. ¡°Hemos roto varios paradigmas. Hay mucha gente que apoya el f¨²tbol americano femenil. No hemos tenido el apoyo de las selecciones varoniles. Siempre va a haber gente que no tenga la capacidad de visualizar m¨¢s all¨¢ de un g¨¦nero. Hemos luchado por ello¡±, comenta Reyna.
Las jugadoras dejar¨¢n de pedir dinero por la capital de M¨¦xico. Han podido hablar con el presidente de su federaci¨®n, Jorge Orobio, para asegurar su in¨¦dita participaci¨®n en el campeonato mundial. Tambi¨¦n resolvieron el asunto de los uniformes, el cual ha sido el problema de la delegaci¨®n de M¨¦xico en competencias internacionales. El ¨²ltimo episodio lo vivieron los atletas mexicanos en los Juegos Ol¨ªmpicos del a?o pasado quienes tuvieron que comprar uno propio, de acuerdo a sus necesidades, para competir.
Este equipo femenino volver¨¢ a lo suyo, a los entrenamientos en campo, de inmediato. ¡°Somos mujeres fuertes y que nos gusta el americano. Estamos orgullosas de estar en este lugar. Romper paradigmas tontos y, sobre todo, abrir espacios a nuevas generaciones que representen a M¨¦xico¡±, concluye Reyna.?
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