Muere Verbruggen, el hombre que globaliz¨® el ciclismo en sus a?os negros

1991-2005. La forma m¨¢s directa de valorar la vida y la carrera de Hein Verbruggen, fallecido v¨ªctima de una leucemia la madrugada de hoy, mi¨¦rcoles 14 de junio, a los 75 a?os, la ofrece las fechas, la ubicaci¨®n exacta de los 15 a?os que estuvo al frente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI). Son los a?os EPO, los a?os Armstrong, su ascenso, ca¨ªda y esc¨¢ndalo, los a?os en los que el ciclismo deja de ser un deporte de miseria para entrar en la modernizaci¨®n y el marketing con grandes pasos, los a?os del caso Festina, de los controles de hematocrito, del r¨¢nking de puntos UCI y de la Copa del Mundo, competici¨®n que agrupaba a todas las grandes cl¨¢sicas y que fue un adelanto del ProTour y del WorldTour, las grandes ligas que nacieron tambi¨¦n de su visi¨®n. Fueron los a?os de la entrada del ciclismo profesional en los Juegos Ol¨ªmpicos, de la llamada globalizaci¨®n y de los grandes pulsos a que someti¨® la UCI, hasta su llegada, una peque?a oficina de bur¨®cratas y ¨¢rbitros, a los organizadores de las grandes carreras, el Giro y el Tour y a los responsables de los mejores equipos.

Que fue un hombre con una visi¨®n, el elogio que m¨¢s se ha o¨ªdo tanto por parte de sus partidarios como de sus muchos detractores, lo deja claro una afirmaci¨®n innegable: el ciclismo actual es m¨¢s parecido al que ¨¦l dej¨® en 2005, cuando en Madrid forz¨® la elecci¨®n del irland¨¦s Pat McQuaid para sucederle en el cargo, que el que ¨¦l se encontr¨® cuando lleg¨® al cargo en 1991 procedente de la antigua FICP (Federaci¨®n Internacional de Ciclismo Profesional), una de las dos patas de la UCI. Que su situaci¨®n sea mejor o peor es m¨¢s discutible. Fue un hombre de ideas claras y procederes sinuosos.

Aunque hab¨ªa sido ciclista de joven, Verbruggen entr¨® en las oficinas del ciclismo cuando Mars, la marca de chocolatinas para cuyo marketing trabajaba, empez¨® a patrocinar al equipo belga Flandria. Entr¨® poco despu¨¦s en la FICP para demolerla y asaltar la UCI. Su filosof¨ªa era la de la ¨¦poca, la que marc¨® la transformaci¨®n de todos los deportes: para tomar una decisi¨®n el sentido ¨¦tico, con ser importante, siempre deb¨ªa ser secundario frente al factor business.

Que la primera retirada de Lance Armstrong, desde el podio de su s¨¦ptimo Tour, coincidiera con la jubilaci¨®n de Verbruggen al frente de la UCI (dej¨® el puesto tras ser nombrado por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional responsable de la comisi¨®n de control de los Juegos de Pek¨ªn 2008), podr¨ªa ser una coincidencia. O no. Durante el largo proceso que acab¨® con la demonizaci¨®n del corredor norteamericano, la UCI debi¨® investigar varias acusaciones. La m¨¢s importante se?alaba que Verbruggen hab¨ªa recibido 100.000 d¨®lares del norteamericano para tapar un positivo de EPO en el Tour de Suiza de 2001. Verbruggen siempre lo desminti¨®, aunque asegur¨® que la figura de Armstrong, su capacidad de atracci¨®n y la forma en que hab¨ªa abierto el mercado de Estados Unidos hab¨ªan sido fundamentales para el desarrollo del ciclismo. Tambi¨¦n fue investigado Verbruggen por recibir ciertas cantidades de empresarios japoneses para conseguir que el keirin (especialidad de vel¨®dromo muy seguida en Jap¨®n) fuera incluido en el programa ol¨ªmpico.