Los nuevos ¡®pap¨¢s¡¯ del golf

Fue en el a?o 2000, y en otro US Open, cuando Tiger Woods grab¨® para la historia uno de sus devastadores r¨¦cords: 15 golpes de ventaja sobre el segundo clasificado para ganar el grande estadounidense, la mayor renta conocida en la era moderna. Eran los tiempos de la tiran¨ªa de Tiger, que ahora, a los 41 a?os, mira desde la camilla de rehabilitaci¨®n en qu¨¦ se ha convertido el deporte que ¨¦l gobern¨®. Hoy nadie da un golpe sobre la mesa, todos opositan a un grande. La victoria el domingo del estadounidense Brooks Koepka en el US Open de Erin Hills supone el octavo triunfo consecutivo de un golfista diferente en un major, y el s¨¦ptimo seguido que celebra un primerizo en cuanto a coronas del Grand Slam.

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Brooks Koepka gana un US Open ¡®light¡¯

Sergio Garc¨ªa, el metr¨®nomo

Koepka venci¨® con 16 bajo par, marca que iguala el r¨¦cord en el torneo de Rory McIlroy en 2011, y uni¨® su nombre a Jason Day, Danny Willett, Dustin Johnson, Henrik Stenson, Jimmy Walker y Sergio Garc¨ªa como los siete nuevos pap¨¢s de un grande en las siete ¨²ltimas citas. La ensalada es variada. Tan pronto se doctora un jugador como el espa?ol despu¨¦s de m¨¢s de 70 grandes rozando el gol, como un novatillo como Koepka, al que solo contemplaba una victoria en el circuito estadounidense (Phoenix, 2015). Este US Open demostr¨® otra vez que los galones no son lo que eran. Por primera vez desde que en abril de 1986 se estableci¨® el r¨¢nking mundial, los tres primeros clasificados del mundo (el viernes lo eran Dustin Johnson, Rory McIlroy y Jason Day) no pasaron el corte en un grande.

El n¨²mero uno ha dejado de ser una propiedad exclusiva. Entre 2000 y 2010, solo Vijay Singh abri¨® alg¨²n breve par¨¦ntesis en el reinado de Tiger Woods. Entre 2010 y 2017, por el trono han pasado nueve golfistas: Lee Westwood en dos etapas, Martin Kaymer, Luke Donald (en cuatro intervalos), McIlroy (en siete), el propio Tiger, Adam Scott, Jordan Spieth (cuatro), Jason Day (tres) y ahora Dustin Johnson.

Golfistas como McIlroy y Spieth amagaron con establecer un mandato s¨®lido, pero ninguno se ha consolidado como un rey incontestable. Son extraordinarios jugadores, s¨ª, pero no son Tiger, alguien que ya luchaba contra la historia. La sombra de Woods es todav¨ªa muy alargada en un circuito que es otro desde su ausencia. Desde que Tiger gan¨® su ¨²ltimo grande, precisamente un US Open, en 2008, se han disputado 36 torneos del Grand Slam. En 23 se ha impuesto un primerizo, lo que refleja c¨®mo la ca¨ªda del Tigre ha permitido que muchos otros jugadores asomen la cabeza y se multipliquen sus opciones de triunfo, no solo en los campeonatos mayores, mientras siguen sacando r¨¦dito de la revoluci¨®n econ¨®mica que supuso Woods.

La victoria de Koepka en el US Open le ha lanzado al d¨¦cimo puesto mundial, haciendo bajar un escal¨®n a Jon Rahm, que en su primer curso profesional ya se codea con la nobleza. Sergio Garc¨ªa es quinto, y la quinta nacionalidad diferente (EE?UU, Jap¨®n, Irlanda del Norte, Australia, Espa?a) entre el quinteto de cabeza. Y ah¨ª hay otra novedad. Hideki Matsuyama, segundo, ha izado la bandera nipona m¨¢s alto que nunca en la historia del r¨¢nking. Puede que ese sea el siguiente paso en este golf abierto de hoy: un japon¨¦s ganando un grande.