¡°Michael Jordan me dijo: ¡®Estoy orgulloso de que seas el ¨²ltimo relevista¡±
Epi se enter¨® un d¨ªa antes de que iba a ser el portador final de la antorcha, y ensay¨® a medianoche con Antonio Rebollo
¡°Indurain, Ballesteros, Arantxa S¨¢nchez Vicario, Angel Nieto, Estiarte¡ Se hablaba de un grupo de deportistas muy importantes. Y s¨ª, yo ten¨ªa la ilusi¨®n de ser el ¨²ltimo relevista. Pero se acercaba el momento y nadie me dec¨ªa nada. De manera que pens¨¦: ¡®Pues no est¨¢ ocurriendo ?no? No parece que vaya a ser yo¡±. El d¨ªa 24 de julio, a las seis de la tarde, cuando quedaban poco m¨¢s de 24 horas para la ceremonia de inauguraci¨®n de los Juegos de Barcelona 92, el director de la Villa Ol¨ªmpica le pidi¨® a Juan Antonio San Epifanio, Epi (Zaragoza, 1959), que acudiera a su despacho. ¡°Te han elegido¡±, le comunic¨®. ¡°Di un salto de alegr¨ªa, aquello era fant¨¢stico¡±, recuerda Epi.
¡°Aquella misma noche vinieron a buscarme a la Villa Ol¨ªmpica en un coche. Me escap¨¦ a hurtadillas, por as¨ª decirlo. Y fuimos al ensayo general, sobre las doce de la noche. En la zona solo est¨¢bamos Herminio Men¨¦ndez [tres medallas ol¨ªmpicas entre Montreal y Mosc¨² y pen¨²ltimo relevista] y yo. Se ensay¨® todo el recorrido de la antorcha tres veces¡±. All¨ª se encontraba tambi¨¦n Antonio Rebollo, el arquero al que Epi le pas¨® la llama para lanzar la flecha que prendi¨® el pebetero en una imagen asombrosa que pas¨® a la historia. Este martes se cumplen 25 a?os.
La ¨²nica petici¨®n de Epi fue que le facilitaran un walk-man con la m¨²sica que iba a sonar desde que Herminio entraba en el estadio hasta que ¨¦l prend¨ªa la flecha de Rebollo. ¡°Se extra?aron. ?Para qu¨¦ lo querr¨¢?, se preguntaban. Pues menos mal que lo consegu¨ª. Dorm¨ª con los cascos puestos, memorizando la m¨²sica. Durante el trayecto se esperaba que ocurrieran varias cosas que iban a ralentizar mi marcha. No fue as¨ª. Fue m¨¢s r¨¢pido de lo previsto. Tuve que ir m¨¢s despacio. Cuando llegu¨¦, mostr¨¦ la antorcha con parsimonia, como unos 25 segundos, cuando se esperaba que iban a ser 10. Menos mal que hab¨ªa memorizado la coreograf¨ªa. As¨ª pude pasarle la llama a Rebollo en el momento preciso¡±.
Ser el ¨²ltimo relevista, para Epi, es lo m¨¢s grande que le puede pasar a un deportista. ¡°La ilusi¨®n es participar, si consigues una medalla ya es maravilloso. Y si adem¨¢s tienes la oportunidad de llevar la ¨²ltima antorcha, con la que todo el mundo se siente muy identificado, es un orgullo, algo incre¨ªble y m¨¢s sabiendo que el siguiente portador espa?ol va a ser¡ ?Qu¨¦ se puede tardar un siglo, 50 a?os, 70? No s¨¦. Adem¨¢s estaba en mi ciudad, la que me acogi¨® deportiva y humanamente porque vine cuando ten¨ªa 15 a?os y llevo ya 43 y es donde jugu¨¦ toda mi vida, con el Bar?a. Y ser el ¨²ltimo relevista te da a conocer en todo el mundo¡±.
La actuaci¨®n de la selecci¨®n de baloncesto fue decepcionante. Epi se encontraba en el tramo final de su carrera. Anunci¨® su retirada una vez concluidos los Juegos. Lo reconsider¨® despu¨¦s de que se lo pidiera Lolo Sainz, relevo de Antonio D¨ªaz Miguel tras el fiasco. Un a?o despu¨¦s, Epi super¨® el r¨¦cord de internacionalidades en poder del legendario Nino Buscat¨®, con 222 partidos, y lo llev¨® hasta 239, una plusmarca vigente, aunque este verano probablemente sea superada por Juan Carlos Navarro, que suma 237. Epi consigui¨® la medalla de plata en Los ?ngeles, en 1984. Entonces se enfrent¨® a un joven Michael Jordan, uno de los encargados de someterle al marcaje dos contra uno con el que la selecci¨®n de Bobby Knight asfixi¨® a la pieza clave del ataque espa?ol. En 1992, cuando Espa?a se enfrent¨® al Dream Team, Jordan se acerc¨® a Epi, le abraz¨® y le coment¨®: ¡°Estoy orgulloso de que hayas sido el ¨²ltimo relevista¡±. El Dream Team no dorm¨ªa en la Villa. ¡°Yo manten¨ªa una relaci¨®n de amistad con Magic Johnson¡±, cuenta Epi. ¡°Le hab¨ªa hecho de cicerone en unos cl¨ªnics un a?o antes por varias ciudades espa?olas¡±.
Tras los Juegos, Epi don¨® la antorcha del ¨²ltimo relevo al Museo del FC Barcelona. ¡°El cambio del deporte espa?ol desde aquellos Juegos fue impresionante. Se demostr¨® que las posibilidades econ¨®micas ayudan mucho a que todo mejore. Ven¨ªamos de una ¨¦poca, cuando empec¨¦, en que dif¨ªcilmente pod¨ªas sobrevivir con lo que ganabas con el baloncesto. Te daba para subsistir correctamente, pero no para ahorrar. Ya desde que se estableci¨® la candidatura, hubo becas. Eso ayud¨® a que se profesionalizara el deporte. El ¨¦xito en Barcelona fue tremendo. Tambi¨¦n ayud¨® que Espa?a se hab¨ªa incorporado a la Comunidad Europea y empez¨® a recibir ayuda, a tener m¨¢s comercio exterior y eso, en definitiva, significa m¨¢s dinero. Y con dinero dispones de m¨¢s medios: entrenadores, m¨¦dicos, masajistas, cambias las canchas, los estadios... Eso al final hace que el deportista llegue arriba. Y eso tambi¨¦n ayud¨® a cambiar la mentalidad. Se pas¨® del ¡®voy a intentar estar entre los cinco primeros¡¯, a ¡®voy a por el oro¡±. Un cambio trascendental.
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