Mat¨ªas Ola, el nadador argentino que une los oc¨¦anos del mundo
El tucumano de 32 a?os se prepara para conquistar la isla de Manhattan a pura brazada
En los ¨²ltimos a?os, diversos estudios cient¨ªficos confirmaron que el nombre de una persona influye en su destino. En la historia de la humanidad es conocido el caso de Abraham, que en hebreo significa ¡°padre de multitudes¡± y en Argentina tambi¨¦n hay unos cuantos casos: la exjueza Mirtha Esley, el periodista de espect¨¢culos Luciano Chimento, una dise?adora de jardines bautizada como Rosina Campo de Olivo, el obstetra Daniel Cesaris y una empleada dom¨¦stica llamada Concepci¨®n Gallardo Limpia. Pero el caso m¨¢s emblem¨¢tico puede ser el del nadador de aguas abiertas Mat¨ªas Ola, quien est¨¢ a punto de marcar otro hito en su historia personal.
Este viernes, a la hora en que Buenos Aires transita su hora pico y miles viajan apretujados en subtes y buses, Mat¨ªas se lanzar¨¢ a las aguas del r¨ªo Hudson para dar la vuelta a la isla de Manhattan, en Nueva York, sin traje de neopreno. La traves¨ªa es en el marco de su proyecto Unir el mundo, con el que ya llev¨® su mensaje de paz a Medio Oriente, el Magreb y las Islas Malvinas, entre otros sitios.
¡°Las traves¨ªas que hago suponen un concepto totalmente diferente al que tiene un nadador de competici¨®n. Cuando me encuentro ante una nueva oportunidad de nadar en cualquier lugar del mundo, pienso en la cantidad de personas que est¨¢n motiv¨¢ndose a ser mejores d¨ªa a d¨ªa, simplemente por seguir este mensaje. Tambi¨¦n, es una forma de mostrar que desde Argentina estamos a favor de la paz y unidad en el mundo¡±, dijo en di¨¢logo con EL PA?S desde Nueva York. Sin embargo, no todos est¨¢n ¨¢vidos de escuchar su mensaje.
En marzo de 2015, Mat¨ªas y la nadadora brit¨¢nica Jackie Cobell unieron a nado las islas Malvinas, con el objetivo de fraternizar a dos culturas que est¨¢n en permanente provocaci¨®n. ¡°Fueron seis kil¨®metros sumergidos en una temperatura de cinco grados, una experiencia muy linda que hicimos en dos horas y 37 minutos. En todo momento record¨¦ a la gente que dio su vida en la guerra, por eso nuestro mensaje fue muy neutral y nunca hubo una intenci¨®n de generar algo patri¨®tico pero Malvinas fue uno de los lugares donde me sent¨ª m¨¢s limitado a actuar con libertad¡±, recuerda Mat¨ªas, ¡°El pueblo es muy chico, se divulg¨® muy r¨¢pido la noticia y el gobierno de las islas estaba en completo desacuerdo con lo que est¨¢bamos haciendo. Ellos dec¨ªan que no necesitaban un mensaje de paz porque viv¨ªan en paz, entonces no nos dieron ning¨²n tipo de apoyo y nos pon¨ªan polic¨ªas para seguirnos todo el tiempo¡±.
Mat¨ªas naci¨® hace 32 a?os en la provincia de Tucum¨¢n, una regi¨®n a la que llaman ¡®el jard¨ªn de la Rep¨²blica¡¯ dado que all¨ª se gest¨® la independencia argentina de la corona espa?ola. Es un sitio seco y con temperaturas que en verano pueden arder. ¡°Reci¨¦n aprend¨ª a nadar a los 21 a?os. Antes de eso estaba en la universidad y mi apellido era para risa porque todos dec¨ªan que era un doble saludo: ¡®Hola Ola¡¯, me dec¨ªan. Cuando empec¨¦ a ser nadador, sin pensarlo, di un giro sobre la forma en como relacionan mi apellido. As¨ª que ahora digo que nadar hasta me hizo bien psicol¨®gicamente¡±, recuerda.
Tanto le gust¨® nadar que a los seis meses de haber aprendido, estaba federado, aunque la competencia contra nadadores que entrenan desde ni?os era muy desigual. ¡°Comenc¨¦ a investigar por redes sociales a los nadadores de aguas abiertas y ah¨ª descubr¨ª la nataci¨®n de aventura, una disciplina sin competencia y que permite llevar un mensaje o un fin solidario. Ah¨ª naci¨® mi idea de unir el mundo¡±. Su idea, ahora, es completar el reto de los siete oc¨¦anos, un desaf¨ªo que s¨®lo pudieron superar siete atletas. Para ello deber¨¢ completar los canales de Moloka¡¯i, Catalinas, Tsugaru, de la Mancha y del Norte (en Escocia) y los estrechos de Gibraltar y de Cook.
El nadador se ha acostumbrado al fr¨ªo a puro entrenamiento en la Patagonia argentina. As¨ª es que, adem¨¢s de Malvinas, no tuvo inconvenientes en lanzarse a las aguas del estrecho de Gibraltar, el de B¨®sforo y el de Bearing, el Golfo de Jordania, el mar de Bismarck en Indonesia, el Canal de Beagle y, hace 20 d¨ªas, intent¨® cruzar el canal de Moloka¡¯i, en Haw¨¢i, pero a diez kil¨®metros de la meta sufri¨® fuertes corrientes marinas que le hicieron nadar casi cuatro horas en el mismo lugar hasta que, junto con su equipo, decidieron dejarlo para otra oportunidad.
Las olas no son el ¨²nico enemigo que Mat¨ªas Ola tiene en el agua: ¡°He tenido experiencias de picadura de medusas y de encontrarme con tiburones. A veces me expongo demasiado, pero voy acompa?ado por un equipo que me apoya en todo momento. Para este tipo de faunas tenemos dispositivos electr¨®nicos que ahuyentan¡±.
El nado al alrededor de la Isla de Manhattan es un reto que persiguen muchos grandes nadadores del mundo para conseguir el t¨ªtulo de la Triple Corona, que implica superar, adem¨¢s, el cruce a nado del canal de la Mancha y el de Santa Catalina, en California, el desaf¨ªo que le espera para fines de mes. Pero a Mat¨ªas no lo mueve la competencia: ¡°Mientras el mensaje se difunda es lindo lo que hacemos. M¨¢s all¨¢ de que me apasiona nadar, a m¨ª me gusta mucho lo que logro generar con el mensaje¡±.
Son, en total, 47 kil¨®metros que le demandar¨¢n entre nueve y 10 horas de nado continuo. La provisi¨®n de alimentos y l¨ªquidos se hace mediante kayaks, cada 20 o 30 minutos. ¡°Dicen que el rio Hudson es el m¨¢s contaminado que existe y que hay una parte en el que muchos atletas vomitan por la suciedad, pero voy a estar preparado tanto para eso como para afrontar el cansancio. Cuando asalta lo emocional, es bueno pensar en el sacrificio que hiciste, en tu familia y en cuanto te has preparado, porque el esfuerzo no s¨®lo es m¨ªo¡±, cierra Mat¨ªas, el amigo de las olas.
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