Marc M¨¢rquez ense?a m¨²sculo en Misano
El piloto de Honda se la juega para imponerse a Petrucci en la ¨²ltima vuelta de un d¨ªa lluvioso; Dovizioso acaba tercero y ahora comparte el liderato
Dos chicos con las mismas aficiones. Dos amantes del motocross, rapid¨ªsimos tambi¨¦n con motos grandes y en circuitos de asfalto. Dos j¨®venes con un mismo sue?o. Pero, dos tipos tan distintos que pretenden llegar a la corona uno por caminos de piedras, otro por carreteras de peaje. Pero, dicen, todos los caminos llevan a Roma. A Alca?iz, dentro de dos semanas, Marc M¨¢rquez y Andrea Dovizioso llegar¨¢n con los mismos puntos, 199, y el mismo n¨²mero de victorias, cuatro, despu¨¦s del derroche de coraje del espa?ol este domingo en Misano. En un d¨ªa lluvioso, en una pista poco comunicativa, nada amiga de los movimientos bruscos, el piloto de Honda acos¨® a Petrucci, en cabeza desde el s¨¦ptimo giro, hasta la ¨²ltima vuelta. Y atac¨®. Con una maniobra ganadora en la curva uno. Espect¨¢culo del bueno. Marca de la casa.
Quiz¨¢ alguien pensara que no ten¨ªa necesidad de terminar por delante de un piloto al que le saca un centenar de puntos en la general, teniendo, como ten¨ªa, a Dovizioso, su gran rival en este campeonato ahora mismo, unos metros por detr¨¢s. Pero, la mentalidad de un deportista como M¨¢rquez es siempre aspirar a m¨¢s. Pudiendo sacarle cinco puntos m¨¢s a Dovi, ?por qu¨¦ no intentar ganar la carrera? Y lo intent¨®. Aunque su moto anduviera d¨¢ndole bandazos de vez en cuando. Las tres ¨²ltimas vueltas fueron una persecuci¨®n agotadora para Petrucci, incapaz, finalmente, de cerrar todos los espacios despu¨¦s de haber intentado, un par de veces y en vano, distanciarse de esa insistente Honda.
Era la ¨²ltima vuelta. Y M¨¢rquez se gan¨® la zona buena apurando la frenada de la primera curva. Y all¨ª se meti¨®. Tuvo que defender el terreno durante las curvas dos y tres, muy seguidas, a izquierda y derecha; y no se supo seguro hasta que no super¨® el primer parcial y se distanci¨® cuatro d¨¦cimas del italiano. Quiz¨¢ alguien pensara que hab¨ªa sido un aut¨¦ntico milagro que no acabara en el suelo despu¨¦s de arriesgar tanto por no conformarse con un segundo puesto. Pero ¨¦l ya hab¨ªa testado d¨®nde estaban sus propios l¨ªmites durante el fin de semana. A golpes. M¨¢s de los deseados, claro. No es que tuviera la seguridad plena de que lo conseguir¨ªa. Pero su arte es intentarlo. Y en su cabeza una victoria lo vale todo.
Un domingo con 80 ca¨ªdas
Que la pista este domingo no estaba para juegos lo sab¨ªan los pilotos de MotoGP antes de formar en la parrilla pasado el mediod¨ªa. Lo hab¨ªan visto por las pantallas de televisi¨®n. Y lo hab¨ªan comprobado los pilotos de Moto3 y de Moto2, las carreras que precedieron a la de MotoGP. En la categor¨ªa de las motos peque?as acabaron la prueba apenas 15 pilotos de 31 que formaron en la parrilla de salida; en la categor¨ªa intermedia les pas¨® a otros 15 de 32, entre ellos la mayor¨ªa de los aspirantes al podio mundialista: el l¨ªder del Mundial, Morbidelli, Oliveira y Pasini, que ten¨ªa la pole; Alex M¨¢rquez, ve¨ªa las carreras por la tele despu¨¦s de una ca¨ªda sufrida el viernes. Y, curioso, no perdi¨® ni una posici¨®n en la clasificaci¨®n. Como si nada le hubiera pasado. Entre las dos categor¨ªas se produjeron 46 ca¨ªdas en total, ya que m¨¢s de uno se cay¨® hasta en dos ocasiones, por ejemplo Enea Bastianini, el chico de la pole en Moto3 y, adem¨¢s, natural de Rimini, a escasos kil¨®metros del circuito.
Era, en definitiva, un d¨ªa de perros. En una pista dif¨ªcil de por s¨ª. Con un asfalto que ha ofrecido poco agarre en seco y que este domingo ofreci¨® menos seguridad todav¨ªa en mojado. Dif¨ªcil entender hasta d¨®nde doblar la mu?eca derecha, cu¨¢nto inclinar; dif¨ªcil controlar la moto para no salirse de la raya, para no tocar la pintura, tan resbaladiza; dif¨ªcil intentar mantener el ritmo, sin pasarse y sin bajarlo demasiado, que las gomas se enfr¨ªan r¨¢pido en estas condiciones. En MotoGP habr¨ªa otras nueve ca¨ªdas: 53 entre todas las carreras, que sumadas a las de los entrenamientos de la ma?ana dar¨ªan 80 ca¨ªdas en todo el domingo. Y un total de 140 durante el fin de semana, demasiado para un circuito del Mundial. Demasiado para un trazado que fue reasfaltado hace tres a?os.
No est¨¢ hecho de la misma pasta el otro l¨ªder del Mundial, Dovizioso, segundo, en realidad, porque cuenta con menos segundos puestos que el espa?ol. Sosegado. De los que pilota m¨¢s con la cabeza que con el coraz¨®n, nada que ver con el campe¨®n espa?ol. El piloto de Ducati no le quit¨® ojo a M¨¢rquez en toda la carrera. No se despeg¨® de ¨¦l. Se hab¨ªa mantenido siempre en el l¨ªmite del segundo, controlando las distancias, hasta que a falta de siete giros empez¨® a ver c¨®mo aquel acosaba a Petrucci. Este, que hab¨ªa hecho una remontada espectacular, tan competitivo sobre mojado como acostumbra, se hab¨ªa encontrado de repente al frente del meollo (esta vez m¨¢s meollo que nunca) tras la ca¨ªda de Lorenzo ¨Cmajestuosa la salida, impresionante el ritmo en los primeros giros, tanto, que se cay¨® en la vuelta siete tras un despiste tonto y cuando rodaba un segundo y pico m¨¢s r¨¢pido que los dem¨¢s¨C, y tom¨® el testigo. No fue que el piloto de Ducati no pudiera seguirles en aquellos ¨²ltimos minutos. No quiso hacerlo. No quiso poner en riesgo la tercera plaza del podio. As¨ª que baj¨® el ritmo y dej¨® que M¨¢rquez se peleara con Petrucci. Pasara lo que pasara, el campeonato seguir¨ªa estando tan abierto como hasta ahora. No era d¨ªa para jugar, pens¨®.
Corr¨ªan pr¨¢cticamente a ciegas. Y as¨ª es muy f¨¢cil equivocarse. No es que el trabajo realizado durante el fin de semana no sirviera para nada. Las horas encima de la moto, las conclusiones despu¨¦s de horas de entrenamiento (con un chasis nuevo, con aquel cambio en la electr¨®nica que parec¨ªa ir mejor, con el carenado est¨¢ndar o con el nuevo, m¨¢s aerodin¨¢mico), nunca se tiran a la basura. Sin embargo, los tiempos marcados el viernes y el s¨¢bado, las referencias de frenada o el estudio del rendimiento de los neum¨¢ticos no serv¨ªan ya para mucho. Era domingo. Hab¨ªa que competir. Y la temperatura hab¨ªa bajado considerablemente (25 grados al mediod¨ªa el s¨¢bado, 18 el domingo a la misma hora). Y llov¨ªa a c¨¢ntaros. Ni rastro del amable sol que acompa?¨® las jornadas anteriores. Corr¨ªan considerablemente m¨¢s lentos, hab¨ªa que frenar bastante antes, y calzaban las gomas rayadas, especiales para el asfalto mojado.
Las ca¨ªdas se hab¨ªan sucedido desde primera hora de la ma?ana. En el entrenamiento matinal M¨¢rquez se fue al suelo por tercera vez este fin de semana. Y van 20 ca¨ªdas esta temporada, un r¨¦cord personal que sigue subiendo como el buen pan. ?l, piloto hecho con masa madre, aut¨¦ntico como pocos, asume que dif¨ªcil como es la moto de este a?o, debe apurar hasta besar el suelo para ser consciente de los l¨ªmites de la misma. Solo as¨ª podr¨¢ ganar el t¨ªtulo, piensa. Aunque tenga que recorrer caminos rurales y sin asfaltar. Como hizo el a?o pasado. Llegada la hora de la carrera, mojado o seco el asfalto, pareci¨® haberse aprendido la ruta.
Salv¨® los muebles, otro d¨ªa m¨¢s, Maverick Vi?ales, el tercer aspirante al t¨ªtulo, que termin¨® cuarto. M¨¢s cauto que sus rivales al inicio de la prueba, perdi¨® distancia con estos en los primeros giros, cuando rod¨® algo m¨¢s lento. Todav¨ªa le cuesta ser competitivo en los d¨ªas lluviosos. Las mejoras probadas en la electr¨®nica de su Yamaha parecen ayudarle a sentirse m¨¢s c¨®modo y tener confianza con las gomas, pero necesitaba algo de tiempo para adaptarse. Despu¨¦s de algunas vueltas (nueve) logr¨® rodar en los mismos tiempos que M¨¢rquez y Dovizioso, y aunque nunca pudo acercarse a ellos, ni ganar posici¨®n alguna, tampoco dej¨® que Miller, Crutchlow o Pirro le comieran espacio. Se queda a 16 puntos en la general. Que nadie olvide c¨®mo le tem¨ªan este invierno.
La decepci¨®n, sin embargo, fue Pedrosa, que no pudo trabajar bien a tan baja temperatura y en un asfalto con tan poco agarre. Acab¨® 14?. Y su candidatura va desinfl¨¢ndose. Sus rivales fallan poco. Y ense?an m¨²sculo demasiado a menudo. No tiene m¨¢s que mirar a la derecha de su box, en el lado del 93 de M¨¢rquez.
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