Herrer¨ªn salva al Athletic
El conjunto de Ziganda comenz¨® bien pero acab¨® dependiendo del portero ante el Hertha
Lo que empez¨® en los pies de Aduriz acab¨® en las manos de Herrer¨ªn. Y las manos fueron m¨¢s importantes que los pies, contradiciendo la propia denominaci¨®n del f¨²tbol. Ocurre cuando el importante es el portero y los dem¨¢s, actores de reparto. Y el Athletic que ayer se estrenaba en Berl¨ªn en la fase de grupos de la Europa League, tras dos sufridas eliminatorias previas, comenz¨® agarrado a su delantero centro, Aduriz, y su lugarteniente, Muniain, y acab¨® colgado de los guantes de su portero Herrer¨ªn, que repel¨ªa disparos de Plattenhardt, de Ibisevic, de Kalou, como un ilustrado espantador de moscas.
Ante el Hertha, el Athletic tampoco encontr¨® su perfil. Se le vio de frente, en una primera mitad poderosa que miniaturiz¨® a su oponente (salvo en el tramo final) malgastando ocasiones de Aduriz y Muniain, con el portero como ¨²nica barrera, pero ¨¢gil como un junco. Jugaba el Athletic con el paso firme de quien se siente seguro. Muniain, de media punta, le da juego interior, paredes, sorpresas m¨¢s all¨¢ de la cl¨¢sica jugada: pase, centro, remate. Lgo por cierto que falla en el segundo asunto. No hubo ni un solo centro al ¨¢rea, por parte de extremos o laterales, que mereciese un aplauso, uno solo. A cambio, el Hertha parec¨ªa un equipo demasiado rutinario, apelando a la experiencia de Kalou o Ibisevic, y confiando en el desgaste rojiblanco (hoy de negro). Pero de la exuberancia de uno, el Athletic, y la abulia del otro, el Hertha, no surgi¨® nada concreto. Sue?os de uno frente a modorra del otro.
Y se le vio al Athetic de espaldas, en la segunda mitad. Por razones que se desconocen, el conjunto de Ziganda tiende al letargo. Y tras volver del vestuario, fue un Athletic mustio que engrandeci¨® al rival, que poco ten¨ªa, hasta porporcionarle tres ocasiones que Herrer¨ªn convirti¨® en respuestas heroicas. Apareci¨® la profundidad de los laterales del Hertha y la inteligencia de Kalou para encontrar huecos que solo una defensa mustia pod¨ªa ofrecerle. Y e salv¨® el Athletic, como antes se hab¨ªa salvado el Herta. M¨¢s concretamente, a uno lo salv¨® Herrer¨ªn y al otro Kraft. Entre el uno y el otro porteros transcurri¨® mucha rutina, bastante monoton¨ªa y un 0-0 que merece y desmerece a ambos. Dir¨¢ el Athetic que otro partido sin perder y otro sin encajar gol, y un punto fuera de de casa. Y dir¨¢ bien. Pero jug¨® mal. O poco, para ser m¨¢s exactos.
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