Espa?a sucumbe ante la magia eslovena
La selecci¨®n espa?ola, desfigurada y sobrepasada por juego, rapidez y punter¨ªa, se desploma con estr¨¦pito ante el recital de Doncic, Dragic y compa?¨ªa, y tendr¨¢ que luchar por la medalla de bronce
Eslovenia, un equipo tan maravilloso y desacomplejado como su l¨ªder Dragic y como su joya de 18 a?os, Doncic, fulmin¨® a Espa?a, la escuadra que ha mandado en Europa con mano de hierro durante los ¨²ltimos tiempos. El equipo del serbio Igor Kokoskov, un entrenador forjado en Estados Unidos, en la ¨®rbita de la NBA, venci¨® con todas las de la ley, con un recital de juego arm¨®nico y letal, bien concebido y mejor ejecutado, y con una tromba de triples, 10 al descanso, 14 al final.
La imponencia de los hermanos Gasol?qued¨® difuminada en un partido para olvidar por parte de todo el equipo espa?ol. Necesitaba de la mejor versi¨®n m¨¢s feroz de sus torres. Se quedaron a medias; Navarro, fuera de foco; Sergio Rodr¨ªguez, sin el repr¨ªs que le caracteriza; San Emeterio, Sastre, Juancho... todos acabaron hechos trizas por el vapuleo esloveno.
ESPA?A, 72; ESLOVENIA, 92
Espa?a: Ricky (13), Navarro (0), San Emeterio (6), Marc Gasol (12), Pau Gasol (16) ¨Cequipo inicial-; Sergio Rodr¨ªguez (9), Willy Henang¨®mez (6), Sastre (3), Oriola (2) y Juancho Hernang¨®mez (5).
Eslovenia: Dragic (15), Blazic (7), Doncic (11), Randolph (15), Vidmar (12) ¨Cequipo inicial-; Rebec (0), Nikolic (7), Prepelic (13), Zagorac (5), Dimec (7) y Cancar (0).
Parciales: 19-25, 26-24, 12-24 y 15-19.
?rbitros: Maranho (Brasil), Sahin (Italia) y Rosso (Francia).
Sinan Erden de Estambul. 3.571 espectadores. Semifinal del Eurobasket.
La ca¨ªda fue dur¨ªsima para el equipo de Scariolo, tan poco habituado a ser objeto de semejantes vapuleos, ganador de tres de los ¨²ltimos cuatro Europeos, el ¨²ltimo en Francia con una demostraci¨®n de poder¨ªo abrumador. Espa?a no hab¨ªa deslumbrado a lo largo del presente campeonato, pero hab¨ªa resuelto con solvencia todos sus encuentros. Tambi¨¦n Eslovenia. Pero se albergaban muchas m¨¢s dudas sobre un equipo que, pese a su buen hacer y a su recital en los cuartos de final ante Letonia, no est¨¢ curtido en situaciones tan cercanas a la cumbre.
Nada le arredr¨®, al contrario. Dragic meci¨® el juego y Doncic impuso su talento en todos los rincones de la cancha, con una estad¨ªstica cercana al triple doble: 11 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias. Una confirmaci¨®n de su fuste de estrella. La victoria fue todo lo coral que merec¨ªa la solidaria y brav¨ªsima concepci¨®n del juego de los verdes, con Muric, Prepelic, Vidmar y por supuesto Randolph, todos con n¨²meros destacados. Eslovenia, un pa¨ªs que hab¨ªa producido generaciones de muy buenos jugadores, no hab¨ªa ganado nunca una medalla. Ahora, tal vez cuando menos se esperaba, ya la tiene. Ya est¨¢ en la final, y con la pinta de los equipos grandes de verdad, y admirable como pocos.
Espa?a despeg¨® con tibieza y se fue deslizando hacia el abismo en uno de los peores d¨ªas que se le recuerdan. En muy contadas ocasiones hab¨ªa sucumbido de tal manera. Le faltaron piernas y colmillo para frenar el aluvi¨®n de triples. Cinco jugadores eslovenos se repartieron los seis que clavaron en el primer cuarto, Prepelic se a?adi¨® al festival nada m¨¢s empezar el segundo y Doncic poco despu¨¦s. Eslovenia jugaba con desparpajo, mov¨ªa el bal¨®n con rapidez, encontraba jugadores en posiciones abiertas, relativamente liberados. Y la defensa espa?ola no se pod¨ªa centrar en uno en concreto. Eran muchos, hasta siete, los que demostraban una punter¨ªa fenomenal.
La ventaja eslovena se abri¨® hasta los ocho puntos (19-27), justamente en el momento en el que Sergio Rodr¨ªguez anot¨® el primer triple para Espa?a. Acab¨® con una terrible sequ¨ªa que amenazaba con desfigurar el ataque espa?ol, por m¨¢s flema que le echaran cuantos acumularon hasta siete fallos iniciales seguidos desde la m¨¢xima distancia.
Espa?a no se encontraba a gusto. Solo Ricky Rubio movi¨® con alguna agilidad el marcador en los primeros compases. Se trataba de castigar la defensa de Dragic, y lo hizo. Pero le costaba afinar la mirilla al ataque espa?ol o encontrar alternativas. Con Sergio y Ricky en la cancha, con Juancho emparejado con Doncic, y sobre todo con una mejora sustancial en el rebote, Espa?a despabil¨®. Lim¨® parte de la ventaja eslovena (35-37). Pero la defensa del equipo de Scariolo segu¨ªa concediendo demasiados tiros abiertos y los eslovenos no paraban de bombear su marcador a base de triples (38-47).
El juego se convirti¨® por momentos en un toma y daca en el que cada p¨¦rdida de bal¨®n supon¨ªa autom¨¢ticamente una canasta del rival, y cada peque?a ayuda de m¨¢s en defensa la aprovechaban los bases, Dragic y Ricky, para regalar canastas a los hombres altos, Pau Gasol y Vidmar. Eslovenia mandaba al descanso (45-49), con 10 de 15 en triples frente a la pobre estad¨ªstica espa?ola con 2 de 12. Espa?a compens¨® una parte de ese desequilibrio con los tiros libres que forz¨® sobre la defensa eslovena.
Pero lo peor para el equipo espa?ol estaba por llegar. Su inicio en el tercer cuarto fue fat¨ªdico. Fall¨® sus cinco primeros tiros y perdi¨® un bal¨®n, concedi¨® canastas al contrataque y el resultado fue que el equipo esloveno se adue?¨® por completo de la escena. Abri¨® una brecha enorme (55-73) y empez¨® a acariciar la idea de dejar el asunto medio zanjado, cada vez m¨¢s difuminada la posibilidad de un vuelco. As¨ª sucedi¨®. Eslovenia lleg¨® a dominar por 21 puntos (67-88) y solo le falto dar la vuelta al ruedo para redondear una actuaci¨®n excepcional. El equipo espa?ol, roto, hundido, entreg¨® la cuchara.
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