La dif¨ªcil paz de Ramos y Piqu¨¦

Las tensiones pol¨ªticas del pa¨ªs se han instalado en la concentraci¨®n de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol, en el complejo de Las Rozas, donde chicos de diferentes ideas y procedencias andan empe?ados en establecer un orden de convivencia para competir al m¨¢ximo nivel posible el pr¨®ximo viernes en Alicante, ante Albania, en un partido que podr¨ªa significar la clasificaci¨®n de Espa?a para el Mundial de Rusia de 2018.

Gerard Piqu¨¦ y Sergio Ramos encabezan las facciones m¨¢s marcadas en un largo proceso de divergencias que no acaba de cerrarse. Ambos han superado los 30 a?os, ambos son iconos del Bar?a y del Madrid, y ambos pasar¨¢n a la historia como jugadores irrepetibles. En el camino, el exseleccionador Vicente del Bosque observ¨® que ambos han trascendido su condici¨®n de futbolistas. Para lo bueno y para lo malo. Sabedores de que representan culturas y comunidades diversas, han optado por definirse como referentes de posiciones antag¨®nicas. M¨¢s leales a su papel social que deportivo, muchas veces se han marcado las distancias en perjuicio del equipo. Ahora no hacen una excepci¨®n. M¨¢s bien al rev¨¦s. La brecha se profundiza.

Ramos y Piqu¨¦ son la mejor pareja de centrales del mundo. Tambi¨¦n constituyen la principal fuente de preocupaci¨®n del seleccionador, Julen Lopetegui, consciente de que la estabilidad de Espa?a en las jornadas que clausurar¨¢n la fase de clasificaci¨®n depender¨¢ de que los dos defensas centrales establezcan un nivel m¨ªnimo de sinton¨ªa.

Si hasta ahora el desencuentro se produc¨ªa por divergencias deportivas, o de car¨¢cter, en la ¨²ltima semana Ramos y Piqu¨¦ expresan visiones contradictorias en el ¨¢mbito pol¨ªtico. Piqu¨¦ se posicion¨® en favor del refer¨¦ndum ilegal convocado por los independentistas catalanes y luego arremetiendo contra el empleo de la violencia por parte de la polic¨ªa; Ramos guard¨® silencio hasta que ayer, tras la comida, peg¨® un fotomontaje en su cuenta de Instagram en el que se le ve coronado como capit¨¢n sobre un mapa del territorio nacional estampado en una bandera de Espa?a.

Ante la ausencia de Casillas por decisi¨®n t¨¦cnica desde hace un a?o, y de Iniesta por lesi¨®n, el liderazgo del equipo recae en el tri¨¢ngulo que forman Ramos, Piqu¨¦ y Busquets. Los tres son insustituibles por recorrido y por categor¨ªa. Pero Ramos es, nominalmente y por veteran¨ªa, el capit¨¢n, y as¨ª desea hacerlo constar en un momento en el que Piqu¨¦ le ha arrebatado el centro de la escena. El esfuerzo de Lopetegui por conciliar las posturas ha sido notable en los ¨²ltimos d¨ªas. Del ¨¦xito o del fracaso de su intento depender¨¢ el destino del equipo en el Mundial, considerando que el pase a la fase final est¨¢ pr¨¢cticamente consumado.

En caso de turbulencias Del Bosque dec¨ªa: ¡°Hay que dejar el agua correr¡±. El laissez faire del entrenador que gan¨® el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012 fue la f¨®rmula adecuada en un tiempo en el que Casillas, Puyol, Iniesta y Xavi amalgamaban un consejo de capitanes con a?os de amistad y aventuras en com¨²n. Ese orden ya no existe.

Un nuevo escenario

No es la primera vez que el equipo logra la unidad que requiere la competici¨®n despu¨¦s de un periodo de conflictos. Pero el escenario actual es rotundamente distinto. La crisis soberanista abierta en Catalu?a y el posicionamiento de Piqu¨¦ como activista en favor del refer¨¦ndum atrajo a elementos de ultraderecha al entrenamiento del lunes, en el que los futbolistas oyeron todo tipo de insultos contra su compa?ero contestatario y tambi¨¦n contra su entrenador. Julen Lopetegui fue objeto de ataques verbales por raz¨®n de su origen vasco, mientras le exig¨ªan a gritos que despidiera al defensa del Bar?a.

¡°Lo que pas¨® en el entrenamiento del lunes es intolerable¡±, se quej¨® ?lvaro Odriozola, un debutante que se comporta como si llevase a?os instalado en Las Rozas. Seguro de s¨ª mismo, el lateral derecho de la Real tambi¨¦n declara sin dudarlo que el equipo atraviesa por una situaci¨®n extra?a.

Lopetegui se muestra preocupado por la escalada de tensi¨®n dentro y fuera del campo. En v¨ªsperas de recibir a Italia en el Bernab¨¦u, el t¨¦cnico articul¨® un discurso de unidad para hacer frente a la resistencia del p¨²blico m¨¢s enardecido contra Piqu¨¦. Persuadi¨® a la plantilla de que deb¨ªa hacerse fuerte en la adversidad y el grupo arrop¨® a Piqu¨¦ en una semana que culmin¨® en la apoteosis del 3-0. Ahora el problema se repite y se duplica. La selecci¨®n espera m¨¢s ruido y m¨¢s hostilidad en Alicante, y la cohesi¨®n interna para resistirlo no parece tan clara. Puesto tambi¨¦n a tuitear, ayer Lopetegui pidi¨® ayuda a la hinchada: ¡°Necesitamos el apoyo de Alicante y su gran afici¨®n para dar un paso clave hacia el Mundial¡±.