Bakambu fulmina a un angustiado Girona
El equipo de Mach¨ªn paga los dos goles concedidos al inicio del partido
Al Girona se le escapan por muy poco los goles, los puntos y los partidos, v¨ªctima de la inexperiencia y, si se quiere, de aquellas cosas que solo se aprenden con el tiempo en Primera Divisi¨®n. Hoy es un muy buen novato que se bate con entusiasmo y acaba exhausto los partidos que tanto pelea tanto fuera como en Montilivi. Al Villarreal le alcanz¨® con dos goles fulminantes de Bakambu. Hoy es un equipo m¨¢s experto y cuajado que el Girona despu¨¦s que ambos compartieran la fase de ascenso cuando militaban en Segunda B en la temporada 1991-1992.
El Villarreal impuso su saber estar frente al entusiasmo del Girona, manso al inicio y derrengado al final, ca¨ªdo a las ¨²ltimas posiciones de la tabla despu¨¦s de encadenar tres derrotas consecutivas provocadas tambi¨¦n por un calendario exigente (Atl¨¦tico, Sevilla, Bar?a y Villarreal). Y a final de mes le visita el Madrid. La actuaci¨®n del equipo de Mach¨ªn fue tan meritoria como ingenua despu¨¦s de conceder dos tantos que marcaron la diferencia; si meter goles es una heroicidad para el Girona, remontar dos resulta imposible ante el plantel de Calleja.
Jug¨® el Villarreal con mucha comodidad durante un buen rato en Montilivi. El campo era amable, la temperatura ambiente resultaba pl¨¢cida y el adversario miraba m¨¢s que jugaba, demasiado contemplativo, todav¨ªa ensimismado con la resaca del ascenso, como si la elite tuviera que rendir pleites¨ªa a la admirada Girona. No hab¨ªan pasado veinte minutos y Bakambu ya hab¨ªa metido dos goles: 0-2. Los volantes del Villarreal tocaban sin presi¨®n en busca de la espalda de Juanpe y de la carrera de Bakambu y las ocasiones se suced¨ªan en el arco de Gorka.
No fall¨® el ariete en la recepci¨®n de dos pases preciosos y precisos de Trigueros y Fornals. Telegrafiaban sus jugadas los muchachos de Calleja y no encontraban el ant¨ªdoto los zagueros de Machin. Un delantero centro era m¨¢s resolutivo que tres centrales como Ramalho, Juanpe y Juanpe. No sab¨ªa el Girona si defender al futbolista contrario o a la pelota, dominado por el Villarreal y dormido por el calor oto?al, muy poco agresivo, sorprendentemente afeitado en un encuentro que exig¨ªa atenci¨®n, esfuerzo y, sobre todo, acierto, el punto d¨¦bil del Girona.
Los rojiblancos se partieron por la mitad. Las concesiones defensivas alternaban con las escasas llegadas al marco de Barbosa. El Villarreal miraba el paisaje con suficiencia, a favor de marcador, superior en las distintas zonas del campo, tambi¨¦n en las ¨¢reas, tanto la suya como la de Gorka Iraizoz. El partido pod¨ªa haber acabado con el 0-2. Nadie apostaba por un remonte local hasta que apareci¨® Stuani y se reivindic¨® como un 9 capaz de discutir el protagonismo adquirido hasta entonces por el potente y certero Bakambu.
Stuani cabece¨® un centro lateral y provoc¨® una excelente intervenci¨®n de Barbosa. La jugada continu¨® desde el c¨®rner y ya se sabe que la estrategia es el punto fuerte del Girona. Bernardo acudi¨® al ¨¢rea para cabecear y despu¨¦s centrar al primer palo para la llegada de Stuani. El uruguayo, que suma cuatro de los siete tantos del equipo, tacone¨® a la red y le dio vida al partido con el 1-2. El tanto anim¨® al Girona y muy especialmente a Mach¨ªn, que puso en escena a Kayode para alcanzar la cancha rival, redoblar la carga, atacar con dos puntas y crear dudas al Villarreal.
Aument¨® la intensidad rojiblanca y desde la presi¨®n se sucedieron las llegadas al ¨¢rea de Barbosa. Los remates fueron continuos: pudo empatar Maffeo en un tiro cruzado, a Stuani le falt¨® un palmo para cabecear un centro muy bien puesto desde la derecha y Kayode pis¨® con ganas el ¨¢rea del Villarreal. La pelota no sal¨ªa del ¨¢rea amarilla y la hinchada no paraba de pedir penaltis en el ¨¢rea de Barbosa. La afrenta local oblig¨® a recular al equipo de Calleja. No sabe jugar el Villarreal sin la pelota y se crece el Girona en la adversidad, y m¨¢s si juega en Montilivi.
A falta de control, se impon¨ªa el f¨²tbol arrebatador del Girona y las contras del Villarreal. Al partido se sum¨® tambi¨¦n Gorka, espectador de los goles de Bakambu y excelente cuando sac¨® su mano izquierda en un disparo de Bacca. La contienda qued¨® muy abierta, sin respiro para ninguno de los dos equipos, dispuesta para el intervencionismo de Mach¨ªn y Calleja. Los cambios ayudaron a encontrar alg¨²n momento de pausa, justamente lo que pretend¨ªa el Villarreal. El plantel de Calleja consigui¨® enfriar el partido mientras descansaba el Villarreal.
El partido hab¨ªa quedado a pies del excelente Rodri hasta que en los ¨²ltimos diez minutos se la jugaron los chicos de Mach¨ªn. Aunque Soriano remat¨® al palo, Bernardo y Maffeo estuvieron muy cerca de marcar el gol del empate, empujados por las acciones a bal¨®n parado y el br¨ªo de Borja Garcia. No tuvo tino el Girona y firm¨® la derrota con desespero, contrariado porque aspir¨® a un mejor resultado despu¨¦s de facilitarle la tarde al competitivo Villarreal.
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