Un saque de De Gea da la victoria al Manchester United frente al Tottenham
El equipo de Mourinho se afirma en el segundo puesto de la Premier con un lanzamiento del portero espa?ol, desencadenante de un error defensivo en el conjunto londinense (1-0)
Mediod¨ªa en Inglaterra. D¨ªa gris tirando a negro. Lluvia persistente m¨¢s bien en aguacero. Old Trafford calla. Solo se escucha el canto de la hinchada visitante, la gente del Tottenham, amontonada en una esquina. En la banda, Jos¨¦ Mourinho pone cara de mal tiempo. La cabeza sobresale de su parka de plumas exponi¨¦ndose a la humedad y mostrando dos ojos angustiados. Han transcurrido 80 minutos de un partido atroz. Las oportunidades caen con cuentagotas, siempre sucias, siempre forzadas por el orden estricto de los marcadores. David de Gea coge un bal¨®n y repite el procedimiento una vez m¨¢s: pelotazo a Lukaku.
All¨¢ lejos en el otro campo, a 70 metros, el belga peina el bal¨®n imponiendo a Alderweireld su cuerpo de megalito. El env¨ªo cae en el hueco de 25 metros que separa a Eric Dier de su portero, Hugo Lloris. Por all¨ª se cuela Martial. Veloc¨ªsimo ante el descuido de Dier, el franc¨¦s controla, pisa el ¨¢rea y define con un tiro cruzado de zurda. Vertonghen llega tarde al cruce, patinando como un trineo sobre la hierba mojada. Los jugadores del Tottenham se agarran la cabeza: el marcador dice que van perdiendo 1-0 sin haber concedido ocasiones claras. Solo esta, forzada por un saque de porter¨ªa: la m¨¢s rudimentaria, la m¨¢s simple de las f¨®rmulas. Suficiente para elevar al United a la segunda posici¨®n de la clasificaci¨®n de la Premier con 23 puntos y descolgar al equipo de Londres al tercer puesto con 20 puntos, a cinco del City, que tiene un partido menos.
El Tottenham acudi¨® a Manchester sin Kane. Sin su jugador de referencia y sin cambiar su forma de abordar los partidos. El United hizo una modificaci¨®n profunda en su estructura defensiva. Tras la derrota en Huddersfield, Mourinho aline¨® a tres centrales para formar un bloque compacto alrededor de su ¨¢rea chica: Jones, Smalling y Bailly. La reforma, m¨¢s improvisada que trabajada, adoleci¨® de rigidez. Fue un modo eficaz de taponar las v¨ªas de acceso a su porter¨ªa pero lastr¨® a su equipo cuando tuvo la pelota frente a un adversario notable por su consistencia defensiva. No es f¨¢cil hacerle goles al Tottenham (seis tantos en nueve encuentros hab¨ªa encajado hasta esta jornada) y mucho menos apelando a la m¨¢s r¨²stica de las recetas: saque de porter¨ªa con pelotazos a Lukaku.
El Tottenham se adue?¨® del mediocampo con ideas mejores y con mejores n¨²meros. La adici¨®n del tercer central del United fue una resta a la l¨ªnea de volantes, y el tercer volante de la l¨ªnea remanente fue Mkhitrayan, un enganche que se siente inc¨®modo en los recorridos largos. Desaparecido el armenio durante una hora, quedaron Matic, fr¨ªo como la atm¨®sfera, y Herrera, para aguantar el dinamismo del equipo de Pochettino en la zona ancha. El t¨¦cnico argentino reaccion¨® a la lesi¨®n de Kane jugando sin nueve para sumar gente a las asociaciones. Winks administraba, Eriksen tocaba entre l¨ªneas, Son y Alli bajaban a combinar, Sissoko arrimaba el hombro en todas partes y Dier sal¨ªa jugando con autoridad. Un remolino. El sumidero que se trag¨® al United durante medio partido, pero sin ahogarlo.
Solo la precipitaci¨®n impidi¨® al Tottenham ser decisivo en los ¨²ltimos metros. Exactamente donde se advierte la diferencia presupuestaria. En el mercado de verano el Tottenham vendi¨® jugadores por 120 millones de euros y compr¨® por 90 millones; mientras que el United compr¨® por 160 y vendi¨® por 11. El Tottenham se asom¨® al gol en un par de c¨®rners. Dos cabezazos, uno de Dier, otro de Alli, que rebotaron en sendas camisetas rojas.
Despu¨¦s del descanso el United no modific¨® su esquema sino su actitud y su l¨ªnea de presi¨®n. El equipo avanz¨® 30 metros en un intento de estorbar a Wikns y el Tottenham sufri¨® durante un buen rato. El asedio, sin embargo, solo se sustanci¨® en un tiro flojo de Mkhitrayan a las manos de Lloris y un par de remates de Lukaku, un cabezazo al palo y un tiro sin demasiado ¨¢ngulo, que despej¨® otra vez Lloris. Tres jugadas desencadenadas por el empuje, los centros, los rechaces afortunados. El Tottenham respondi¨® con un pase de Eriksen para el toque final de Alli, pero el llegador ingl¨¦s no alcanz¨® a poner la bota en el punto exacto, cuando De Gea estaba batido.
El duelo que determinar¨ªa el segundo puesto de la Premier, y el perseguidor en exclusiva del Manchester City, parec¨ªa destinado al empate. La llovizna se hab¨ªa transformado en lluvia y los nervios de Mourinho padec¨ªan cuando De Gea ejecut¨® mec¨¢nicamente aquello que hab¨ªa repetido unas diez veces a lo largo del partido: saque a Lukaku. Esta vez, la automatizaci¨®n de lo elemental producir¨ªa un error en el Tottenham. Parad¨®jicamente, un error de Dier, el central que estaba a punto de completar un partido majestuoso. "Ten¨ªamos al United bajo control", dijo Pochettino al salir del campo, "pero...".
Considerando los procedimientos y los recursos de cada contendiente, el 1-0 result¨® un castigo desproporcionado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.