La federaci¨®n aborda la contrataci¨®n de Hierro como director deportivo
Los dirigentes, respaldados por el inhabilitado Villar, negocian el fichaje del t¨¦cnico que dej¨® el cargo en 2011, en un intento de recuperar el equilibrio de una instituci¨®n a la deriva
La Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol negocia los ¨²ltimos detalles de la contrataci¨®n de Fernando Hierro como m¨¢ximo responsable del ¨¢rea deportiva. El nombramiento, pendiente de la firma, supone un intento de restituir el equilibrio social y deportivo en un organismo asediado por los conflictos. La inhabilitaci¨®n en julio del presidente ?ngel Mar¨ªa Villar, la operaci¨®n Soule dirigida desde la Audiencia Nacional para desmontar una presunta trama de corrupci¨®n en los mandos federativos, la crisis pol¨ªtica desatada en Catalu?a, y la destituci¨®n de la directora de la selecci¨®n, Mar¨ªa Jos¨¦ Claramunt, hace un par de semanas, han dejado al equipo expuesto a vaivenes que trascienden el ¨¢mbito deportivo. El fichaje de Hierro tambi¨¦n pretende servir de parachoques.
De las grandes selecciones que acudir¨¢n al Mundial de Rusia en 2018, ninguna se ha visto sujeta a mayor tensi¨®n en el ¨²ltimo a?o. Destaca en el contexto de incertidumbre la figura en¨¦rgica de Esther Gasc¨®n. La secretaria general encarna uno de los ¨²nicos cargos ejecutivos de la era Villar que no est¨¢ investigado por el juez Santiago Pedraz. Ella es la art¨ªfice principal del intento de fichar a Hierro. La respalda el presidente interino, Juan Luis Larrea, y el inhabilitado Villar, que sigue influyendo y que est¨¢ convencido de que Hierro constituye el candidato de consenso por excelencia.
La trayectoria de Hierro, de 49 a?os, est¨¢ avalada por resultados espectaculares. Ning¨²n director deportivo puede presumir del palmar¨¦s que cosech¨® en la federaci¨®n espa?ola entre 2007 y 2011. La vitrina es elocuente: una Copa del Mundo, una Eurocopa, un Mundial Sub-21 y una Eurocopa Sub-19 acreditan su valor como con unas competencias que esta vez espera acrecentar.
La contrataci¨®n de Hierro est¨¢ pendiente de que la federaci¨®n acceda a sus exigencias. No son pocas. El t¨¦cnico reclama poder ejecutivo en todos los ¨¢mbitos deportivos de la federaci¨®n, en todas las categor¨ªas desde la base a la selecci¨®n absoluta, y un contrato que se lo garantice. Considera que no puede firmar por un plazo menor de cinco a?os, para proyectar su trabajo hasta el Mundial de Qatar, en 2022. Entiende que as¨ª no lo condicionar¨¢n los resultados que puedan producirse en el Mundial de Rusia, de cuya preparaci¨®n no ha sido responsable.
Hierro regresa con la experiencia de su anterior mandato, cuando ejerci¨® de coordinador entre la directiva y los t¨¦cnicos y jugadores de todas las categor¨ªas. Sabe lo que quiere y lo que no quiere. En 2011 renunci¨® a renovar su contrato y se march¨® al completar su cuarta temporada. Entonces Villar no consigui¨® convencerlo de que cambiara de opini¨®n. Seg¨²n fuentes del entorno federativo, Villar tampoco se decidi¨® a darle todo el poder que reclamaba. Hierro ped¨ªa que sus iniciativas tuvieran cumplimiento inmediato en una organizaci¨®n anquilosada por el gigantismo y unos mecanismos propios de la Administraci¨®n P¨²blica. La junta directiva y las diversas comisiones, esenciales en la actual estructura, pusieron obst¨¢culos a su capacidad de maniobra. Villar no le pudo prometer que cambiar¨ªa estos cauces. Ahora Hierro ha vuelto a insistir. La formalizaci¨®n del contrato depende de que Larrea y Gasc¨®n accedan por escrito.
Apoyo de los capitanes
La posici¨®n negociadora de Hierro nunca fue tan favorable. Gasc¨®n y Larrea act¨²an desde la fragilidad de una instituci¨®n que necesita un puntal para no resquebrajarse. La posibilidad de una moci¨®n de censura contra Villar, dentro de dos semanas, aumenta la incertidumbre de los empleados, pendientes de cambios inminentes cada d¨ªa. Hierro, en este plano, goza de otra ventaja. Todos los candidatos a suceder a Villar se han puesto en contacto con ¨¦l para ofrecerle ser director deportivo. Es el caso de Luis Rubiales y Jorge P¨¦rez. Los dirigentes coinciden en que se trata del hombre adecuado. Los futbolistas tambi¨¦n. Consultados por la conveniencia del nombramiento, los capitanes de la selecci¨®n le apoyaron. Sergio Ramos, Andr¨¦s Iniesta, David Silva, Gerard Piqu¨¦ y Sergio Busquets conservan un buen recuerdo de su relaci¨®n profesional con Hierro.
"Si viene Fernando sabe realmente lo que necesita el futbolista", dijo Sergio Ramos en la SER, "y sabe hablar con los de arriba. Hierro hubiera sido un fichaje estrella para el Real Madrid... pero me hacen poco caso ?Ni en casa me hacen caso!".
El puesto del director deportivo ha estado vacante en la federaci¨®n desde que Hierro se neg¨® a seguir ocup¨¢ndolo. A Villar no se le ocurri¨® mejor sustituto. Incluso lleg¨® a considerar al malague?o como su sucesor en la presidencia. Su marcha, seg¨²n confes¨® el propio Villar, fue uno de los golpes m¨¢s duros que recibi¨® durante sus 30 a?os como m¨¢ximo mandatario del f¨²tbol espa?ol. El vac¨ªo que dej¨® el t¨¦cnico, sin embargo, fue colmado por otras personas, en especial por Mar¨ªa Jos¨¦ Claramunt, nombrada directora de la selecci¨®n en 2013.
La necesidad de la figura de un intermediario que articulara la acci¨®n del seleccionador con los distintos ¨®rganos de la federaci¨®n qued¨® patente por el progresivo avance de Claramunt. Los procedimientos de la directora, sin embargo, resultaron divisivos, seg¨²n la mayor¨ªa de los empleados. El actual seleccionador, Julen Lopetegui, pronto se sinti¨® vulnerable en una estructura que lo obligaba a tratar con Claramunt desde las cuestiones log¨ªsticas a los asuntos m¨¢s triviales de la convivencia y las relaciones p¨²blicas.
En el entorno de Lopetegui aseguran que la llegada de un director deportivo puede servirle al equipo t¨¦cnico de amortiguador, permiti¨¦ndole dedicarse a sus funciones espec¨ªficas ¡ªla detecci¨®n de jugadores y el entrenamiento¡ª y alivi¨¢ndoles de tareas como las desempe?adas en los ¨²ltimos d¨ªas, al calor de los enredos de tinte pol¨ªtico como el suscitado por el color de la camiseta o las declaraciones de Gerard Piqu¨¦ pidiendo el voto en el refer¨¦ndum ilegal en Catalu?a.
El d¨ªa que el jefe se tuvo que bajar del autob¨²s
Lo primero que hizo Luis Aragon¨¦s cuando Fernando Hierro se subi¨® al autob¨²s del equipo, en 2007, fue pedirle que se bajara. El director t¨¦cnico de la federaci¨®n, nombrado por el entonces presidente ?ngel Mar¨ªa Villar en 2007, ten¨ªa en su cabeza unas funciones impracticables sobre el terreno. El viejo seleccionador y los capitanes de entonces, con Casillas a la cabeza, lo observaron como a un intruso de la directiva.
Poco a poco, con tacto, paciencia y don de gentes, el malague?o de V¨¦lez se fue haciendo con el control del aparato deportivo de la federaci¨®n sin que lo percibieran como a un extra?o. Su cargo, una novedad en la instituci¨®n, fue, antes que nada, una idea. Ni jugador, ni entrenador, ni directivo, debi¨® conformarlo abriendo camino a golpe de iniciativas. Su primera decisi¨®n estrat¨¦gica fue nombrar a Vicente del Bosque como seleccionador. ?l lo defini¨® en t¨¦rminos fraternales: ¡°Es mi hermano¡±.
La sinton¨ªa que estableci¨® con el cuerpo de entrenadores de la selecci¨®n absoluta permiti¨® transitar sin sobresaltos desde la salida de Aragon¨¦s, ganador de la Eurocopa de 2008, a la conquista del Mundial de 2010 y la confirmaci¨®n de la Eurocopa de 2012. Un ¨¦xito sin precedentes en la historia del f¨²tbol. Algo de lo que Hierro siempre se sinti¨® responsable, aunque procurara reservarse las confesiones y hacer hincapi¨¦ en su tarea al frente de las selecciones inferiores.
Dicen algunos de sus compa?eros de trabajo que Hierro despleg¨® su sentido del liderazgo especialmente como gestor de los equipos inferiores de Espa?a, en donde comparti¨® responsabilidades con el veterano Gin¨¦s Mel¨¦ndez. Cuando se march¨®, en 2011, dej¨® una estela de trofeos de Sub-17 a Sub-20 y una inercia de ¨¦xito que se ha prolongado hasta ahora.
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